La lluvia de estrellas más esperada del año está cerca de apreciarse. Este fenómeno, que se inicia desde 17 julio y termina el 24 agosto, tendrá su pico en la noche del 12 y la madrugada del 13 de ese mes.
La lluvia de meteoros de las Perseidas, también conocida como las 'Lagrimas de San Lorenzo', es una de las más visibles en el cielo nocturno con 60-100 estrellas fugaces a la hora, y, además, sucede en la mitad del verano del hemisferio norte, cuando los cielos están más despejados.
Y aunque hay una fecha de visibilidad máxima, esto no quiere decir que sea la única oportunidad de verlas. De hecho días previos y posteriores a la noche en mención, el número de meteoros visibles seguirá siendo considerablemente alto.
Este año, a diferencia de lo ocurrido en 2022, las condiciones de visibilidad son muy buenas. Esto se debe a que la lluvia de estrellas coincide con la en fase de cuarto menguante, muy cerca de la luna nueva (que será el 16 de agosto).
De esta forma, la luz lunar, que en las noches es capaz de ocultar estrellas y meteoros, no será intensa sino, por el contrario, muy tenue o casi inexistente, lo que multiplica la oportunidad de ver a estos cuerpos celestes que emanan brillo cuando atraviesan nuestra atmósfera y se queman en lo alto.
Así podrá ver la lluvia de estrellas
La Nasa recomienda observar la lluvia de las Perseides en las horas previas al amanecer, aunque también podrán apreciarse desde las 10 de la noche. No es necesario, recuerda la entidad, disponer de equipo especiales.
"Si se encuentra afuera entre la medianoche y el amanecer del 13 de agosto, no olvide mirar hacia arriba, porque es posible que atrape uno de los brillantes meteoritos de las Perseidas que desafían el resplandor de la Luna", indica la Nasa.
¿Qué son las Perseides?
Son los restos de escombros del cometa Swift-Tuttle, una pesada 'bola de nieve' compuesta de hielo, roca y polvo, que orbita nuestro Sol cada 133 años. El cometa fue visible por última en 1992 y no volverá a pasar por la Tierra hasta 2125.
El evento anual se conoce también como 'las Lágrimas de San Lorenzo', en honor al último de los siete diáconos de la iglesia romana martirizados por el emperador Valeriano en agosto del año 258.
REDACCIÓN CIENCIA