Se podría decir que en Colombia existen tres tipos de modalidades para acceder a la educación superior: la presencial, que es aquella en la que el estudiante va a una planta física y tiene unos horarios limitados. A distancia, común en aquellos sitios donde no hay universidades y que mezcla la visita de tutores a esas zonas con el trabajo a través de plataformas tecnológicas . Y finalmente está la virtual, que es la más reciente, y brinda la posibilidad de estudiar de manera online en su totalidad.
Esta última, según datos recientes publicados por el ministerio de Educación Nacional, muestra una tasa de crecimiento en el número de matrículas de educación superior desde el 2011 (13,6%) hasta el 2014 (90%). En 2015 se moderó, pero en 2016 volvió a repuntar hasta llegar a 98,9%.
Luis Ernesto Leyva Camargo hace parte de la lista de colombianos que han cursado una carrera 100% online. Este hombre de 46 años obtuvo el mejor puntaje a nivel nacional en los exámenes Saber Pro tras ingresar a la carrera de Ingeniería Industrial de manera virtual en una universidad bogotana.
Como él, cada vez son más quienes han optado por este tipo de educación en el país, de ahí que el hablar de alumnos que cursan su pregrado o posgrado de esta forma esté en proceso de convertirse en algo común.
Para Leyva, entre las ventajas que ofrece esta forma de estudio se encuentra la flexibilidad en el manejo del tiempo; el lograr dar una oferta más cercana a los bolsillos de los estudiantes, ya que los costos son menores; y el tener menor dependencia del docente, pues los contenidos, metodología y evaluación de las asignaturas están estandarizados.
“En realidad tengo un gusto especial por el estudio y creo que en la medida que pueda complementarlo podré realizar mis actividades de forma más efectiva tanto en la esfera personal como profesional”, contó este ingeniero industrial que, asegura, logró armonizar las diferentes esferas de su vida con el crecimiento intelectual y profesional.
Javier Alonso Arango, vicerrector de Desarrollo Institucional del Politécnico Grancolombiano, argumenta que la evolución en la relación entre las personas con las nuevas tecnologías ha llevado a que "desde cualquier lugar del mundo se pueda acceder a una educación de calidad".
"Uno puede llegar a la misma meta por cualquier modalidad, cualquier camino es válido. La virtual rompe varios paradigmas, sobretodo el de tiempo y el de lugar, porque ya un estudiante no tiene que limitarse en el horario de la universidad o en el espacio físico, sino que posee una flexibilidad muy importante", mencionó.
Según Alonso, se debe tener en cuenta que estudiar online requiere que el estudiante vaya adquiriendo unas competencias adicionales en manejo de tiempo, en lectura, en autoestudio y manejo de la tecnología.
Uno puede llegar a la misma meta por cualquier modalidad, cualquier camino es válido
“La modalidad virtual ha demostrado con el transcurso de los tiempos que también forma personas con calidad. Los resultados de los exámenes saber Pro en los últimos años demuestran que están en el mismo nivel de los estudiantes de presencial", expresó.
Jeff Maggioncalda, actual director general de la plataforma Coursera, sostuvo que esta tendencia es mundial y se debe a que hay miles de personas alrededor del planeta que quieren una mejor educación de la que están recibiendo actualmente. Por eso, el tener a las tecnologías se convierte en un puente entre la gente y las universidades de alta calidad.
Santiago Iñiguez, Presidente de IE University, dijo que ante este fenómeno la pregunta no es si los programas deben contar con tecnología, todos deberían tenerlo, sino sobre cuánta se va a implementar para resolver los problemas de distancia y de intensidad de la exigencia educativa.
"La tecnología se adapta en las características del individuo y por tanto enfatiza mucho más sus habilidades y todo su potencial. La distancia se resuelve ya con métodos muy amigables", analizó.
Algunos testimonios
Uno de los casos más conocidos es el de Daniela Ospina, quien con la frase “Querer es poder” publicó en abril del año pasado una fotografía con el diploma que la acredita como profesional. Ella, cuando se mudó a Portugal con James Rodríguez, vio en la opción de cursar en internet el programa de istración de Empresas en una universidad colombiana una forma de cumplir su sueño.
En medio de las tareas del día a día, dice que aprovechaba el tiempo de las tardes para estudiar hasta cumplir con el cronograma de la carrera. “Mis papás empiezan a decir, hay que estudiar. Yo llego a Portugal y veo que te demoras un tiempo estudiando el idioma, acoplándote y ahí empiezo a buscar por internet este método que lo había escuchado y en ese entonces no era muy común”, narró Ospina al Politécnico Grancolombiano.
“Sabíamos que nos íbamos a mover mucho de país, que no iba a ser muy difícil estar estables, entonces de ahí mi iniciativa de hacerlo virtual. Que desde cualquier parte en la que esté pueda seguir con mis cosas, con mi vida”, atestiguó.
Otro de los testimonios de la efectividad de la educación a distancia es el de Élida Duarte, quien se ha desempeñado como docente en la Institución Educativa Departamental Juan Francisco Ospina de la Sierra Nevada de Santa Marta. Ella cursó la licenciatura en Educación para la Primera Infancia gracias a la modalidad virtual.
"Es una gran realidad que todos necesitamos profesionalizarnos y muchos jóvenes no lo han podido lograr por ponerse limites a ellos mismos (...) Sí se puede lograr los sueños, sí se pueden alcanzar, así sea a la distancia. Debemos esforzarnos y muchas veces sacrificarnos, sí se puede salir adelante, sí se puede ser profesional a distancia", dice en un video Duarte en donde también confiesa que espera su esfuerzo logre inspirar a los alumnos para que se superen profesionalmente.
Diana Milena Ravelo Méndez
Redactora ELTIEMPO.COM
@DianaRavelo
*Enviada especial a Monterrey por invitación del Politécnico Grancolombiano