Los estudiantes LGBTI sufren una "victimización" y "un entorno escolar hostil" en América Latina, alertó este miércoles el Informe de Seguimiento de la Educación de América Latina y el Caribe, divulgado por la Unesco y producido por Global Education Monitoring (GEM) y el Laboratorio de Innovaciones Educativas (Summa, por sus siglas en inglés).
El estudio, aplicado en Colombia, Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay reveló que la discriminación a esta población genera inseguridad y duplica las probabilidades de deserción de estos estudiantes, llevándolos a sufrir altos grados de depresión.
“A pesar de que hay avances en la región con la introducción de leyes de identidad de género y contra la discriminación en varios países, el clima escolar sigue siendo innegablemente hostil para los y las estudiantes LGTBI, quienes siguen siendo propensos a sufrir acoso verbal y violencia psicológica y física por parte de sus compañeros y principalmente de sus profesores”, señaló Javier Gonzáles, director de Summa.
Y agregó: “Esto no solo afecta su dignidad, sino también su desarrollo socio-emocional y aprendizajes, y puede hacer que los afectados abandonen la escuela por completo”.
De esta forma, el informe sostiene que en Colombia el 15 por ciento de los y las estudiantes fue víctima de violencia escolar debido a su orientación sexual. A esto se suma que los currículos no suelen incluir formación en contra de la discriminación hacia esta población.
Pese a ello, el país destaca en algunas normativas, como los Lineamientos de la Política de Educación Superior Inclusiva, donde se destaca la necesidad de trabajar con enfoque de género y teniendo en cuenta la diversidad y sus particularidades. A escala local, Bogotá es considerada “pionera” en el desarrollo de políticas en defensa de los derechos de las personas LGBTI.
La situación en otros países muestra casos como el de Chile, donde cuatro de cada cinco estudiantes LGBTI no se sienten seguros, mientras que en México, el 75 por ciento experimentó acoso verbal e insultos y el 66 por ciento sufrió acoso escolar. En Perú, alrededor del 17 por ciento de los estudiantes LGTBI denunciaron agresiones físicas en el año anterior.
Los jóvenes con mayores niveles de victimización por su orientación sexual tienen el doble de probabilidades de no asistir a la escuela y presentaban altos niveles de depresión.
Pero uno de los datos más preocupantes del documento es que los jóvenes de la región que experimentaron mayores niveles de victimización por su orientación sexual tienen al menos el doble de probabilidades de no asistir a la escuela y presentaban altos niveles de depresión.
Ante esto, Manos Antoninis, director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la Unesco, señaló que “las escuelas tienen que ser inclusivas” para “que la sociedad sea inclusiva”. Y agregó: “Si le enseñamos a los niños o a las niñas que un determinado tipo de persona no es aceptable, eso va a afectar su forma de comportarse con los demás”.
Los jóvenes LGBTI también se ven afectados por las disposiciones adoptadas en países como Brasil, donde el gobierno se comprometió a eliminar el contenido LGBTI de los libros de texto, o en Paraguay, donde se prohibió la difusión y el uso de materiales educativos sobre teoría y/o ideología de género.
Responsabilidad del docente
El informe señala que “la falta de diversidad entre el profesorado y el personal educativo no ayuda. Incluso, cuando la homosexualidad no está penalizada se han presentado casos en donde el profesorado y el personal de apoyo LGTBI son víctimas de discriminación en países como Brasil y Paraguay”.
El hecho de que el personal de la escuela intervenga o no cuando escucha comentarios negativos o es testigo de otras formas de acoso y violencia tiene efectos importantes en el clima escolar. La mayoría de los alumnos y alumnas de la región (58 %) no informó nunca acerca de estos incidentes.
También se encontró que los del personal docente presenciaban más de la mitad de los incidentes, pero tendían a no intervenir: menos del 3 por ciento intervenía siempre, y más del 80 por ciento no intervenía nunca o solo en contadas ocasiones.
Frente a lo anterior, la Unesco considera necesario brindar formación a profesores y directivos que les permita sensibilizarse y estar informados sobre las distintas realidades de la población LGBTI.
“Debemos preparar al personal docente para crear climas escolares más inclusivos y para que el alumnado se sienta seguro para denunciar en caso de ser víctima de acoso”, afirmó Claudia Uribe, directora de la oficina de educación en América Latina de Unesco.
REDACCIÓN EDUCACIÓN*
Con información de AFP
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