La compra de joyas, pijamas, servicios de televisión y transacciones en centros comerciales, hacen parte de una investigación que adelanta la Fiscalía y la Procuraduría para determinar un posible caso de corrupción dentro de la Universidad Distrital, en Bogotá.
Ricardo García Duarte, rector de esa institución, le dijo a EL TIEMPO que él fue quien descubrió las irregularidades en diciembre del 2018, cuando recién fue posesionado.
Se encontró, dice el rector, un posible desvió de recursos realizado por Wilman Muñoz Prieto, profesor de Ingeniera de Obras Civiles y exdirector de Extensión (Idexud) de ese centro educativo, quien aparentemente utilizó una tarjeta de crédito a nombre de la universidad para realizar compras personales.
"Me di cuenta porque comencé a hacer averiguaciones sobre irregularidades. La gente me vio interesado y me proporcionó información respaldada por copias de transacciones", relata García.
El rector, quien presentó las denuncias ante la dirección de investigaciones especiales de la Procuraduría en enero del 2019, afirma que no sabia de la existencia de esa de esa tarjeta de crédito.
"Fui a los bancos para pedir fotocopias de las transacciones y me di cuenta que también había una cuenta corriente con pagos que no entendía (...). Para darle un ejemplo, había transacciones en Miami (Estados Unidos), aunque no eran tan grandes. También se registraron montos por cuatro, tres y dos millones de pesos. La que más me llamó la atención fue una de 15 millones de pesos, que correspondía a una compra de joyas", continúa.
Me di cuenta porque comencé a hacer averiguaciones sobre irregularidades. La gente me vio interesado y me proporcionó información respaldada por copias de transacciones
La institución académica explica que la tarjeta de crédito se expidió legalmente hace cinco años, pero el docente perdió el control. "Aún si él pagaba de su bolsillo las cuentas, eso es catalogado como peculado (la malversación de caudales públicos), pero eso lo tiene que determinar la justicia", indica el rector.
La Procuraduría determinó en sus investigaciones que Wilman habría sido el beneficiario de 333 cheques por 10'495.100.000 de pesos, los cuales habrían sido girados por él con cargo a una cuenta corriente a nombre de la Universidad Distrital.
"Ese dinero no habría sido retornado ni a la universidad, ni al instituto, y tampoco habría sido invertido, en la ejecución de convenios y/o contratos relacionados con el objeto misional del Idexud", señala el órgano de control.
La Procuraduría explica que con ese dinero el profesor habría adquirido vehículos particulares para su uso personal, avaluados en más de 211 millones de pesos; servicios de televisión por cable, hospedajes en hoteles y pagos de cuentas en restaurantes y almacenes de ropa, así como desplazamientos a otras ciudades que no estaban relacionados con su función.
Igualmente, habría adquirido un vehículo de alta gama, marca Mercedes Benz, y equipos electrónicos que, aparentemente, fueron destinados para el beneficio de una empresa particular.
Además de ser docente, Muñoz era comisionado, una cargo que otorga la institución para ejercer funciones istrativas, por lo que fue nombrado director del Instituto de Extensión. Sin embargo, cuando surgen las primeras investigaciones, el profesor es destituido de ese cargo. Actualmente todavía ejerce como docente.
Recientemente, el exdirector de extensión de la U. Distrital aceptó los hechos y solicitó un principio de oportunidad a la Fiscalía, para obtención de beneficios y rebaja de penas. EL TIEMPO trató de comunicarse con el profesor pero no obtuvo ninguna respuesta.
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