Vicerrectora de la Universidad Nacional: ‘No tengo conocimiento de grupos armados al interior del campus’

La situación de seguridad en la Universidad Nacional ha ocupado varios titulares en los últimos meses. Recientemente, fue por cuenta de presencia de encapuchados que hurtaron hachas del equipo de emergencias de las instalaciones de la Facultad de Enfermería, hecho repudiado por los propios estudiantes, que intentaron evitar estos actos.

A esto se suman tropeles, bloqueos en vías aledañas, enfrentamientos con las autoridades, constante presencia de encapuchados, e incluso amenazas a algunos docentes y presuntos casos de violencia sexual y de género. 

Ante ello, la vicerrectora de la sede Bogotá de la Universidad Nacional, Carolina Jiménez Martín, habló con EL TIEMPO, quien explicó cuál es la situación actual de seguridad en el campus y negó que haya grupos armados o al margen de la ley operando en la universidad.

El campus es un espacio seguro, es decir, no es un espacio donde los índices de criminalidad se puedan considerar como parte de la vida cotidiana. Uno camina por el campus y se siente seguro. Y esto es muy importante en un contexto donde la sensación y la situación efectiva de inseguridad en la ciudad es muy alta. Estamos en un contexto de una ciudad donde el caminar termina configurándose en una situación de alerta permanente por parte de la ciudadanía, y en el campus no se vive de esa manera.

En efecto, se han presentado situaciones con personas que portaban capuchas, sin embargo quisiera señalar varias cosas: Cuando me posesioné hace más o menos un año, estábamos viviendo una frecuencia de protestas de una a dos por semana, es decir, la secuencia era una o incluso dos veces a la semana las protestas. En el último semestre, el promedio está entre 1,1 al mes a lo sumo. Esos son datos que uno puede reconstruir con los informes del Observatorio de Conflictividad de la Secretaría Distrital del Gobierno de Bogotá. Con esto no estoy queriendo decir que haya que desmentir la existencia de tropeles. Pero se ha desinformado al público, se ha dicho que es una situación alarmante, y los datos lo que arrojan es todo lo contrario: son menores la frecuencia, la intensidad y la duración de estos eventos.

En el más reciente caso, encapuchados ingresaron a la Facultad de Enfermería, cortaron los hachas, las cuales efectivamente no fueron utilizadas contra ninguna persona, es decir, no registramos ninguna afectación en física y sí fueron utilizadas según la información que tengo, para romper ladrillos que hacen parte de los dispositivos que utilizan en el marco de estos enfrentamientos.

En 2025, tengo registrado, si mi memoria no me falla, dos o tres tropeles en lo que va del año. Y quisiera señalar algo para explicar cuáles son los elementos que planteamos de la reducción de los tropeles. Nosotros hemos venido implementando desde julio una política que se llama los ‘Caminos del Cuidado’. Esta política inició los jueves en los espacios del campus, y ha tenido la intención de plantear toda una reflexión pedagógica, que es lo propio de nuestras funciones misionales, de la necesidad de tener espacios seguros. Hemos venido trabajando con la comunidad toda la idea de territorios de paz y yo creo que esta estrategia de los ‘Caminos del Cuidado’ ayuda a explicar la reducción de la intensidad y de la frecuencia de los enfrentamientos.

Son acusaciones falsas. Decir que los jueves tenemos nula presencia de la seguridad es una falta a la verdad. Por el contrario, los jueves, en el marco del contrato de seguridad y vigilancia que tiene la sede, se robustece la presencia de la vigilancia privada, se activa toda la estrategia con brigadistas. Hay una mayor presencia institucional, sobre todo en el espacio del parque Freud.

Yo no tengo registro de que existan grupos armados. Y yo invito a las personas que han divulgado esa información que hagan las denuncias correspondientes. Es su obligación y más si son funcionarios públicos y tienen conocimiento de esos hechos. Están obligados por ley a hacer las denuncias y tendrían que hacerlo. Yo no tengo conocimiento de la existencia de grupos armados en el interior del campus.

En el año 2021 se suscribió una negociación global de precios para contratar servicios de vigilancia y seguridad privada para las nueve sedes de la Universidad Nacional, el cual vencía el 28 de febrero de 2025. A finales de 2024, más o menos desde agosto, se inició un proceso con las sedes de revisar las nuevas condiciones de vigilancia. Se empezó a formular un pliego, el cual se publicó a fines del año pasado. Ahí se hizo una licitación pública para la adjudicación de ese nuevo contrato global. Este proceso de esta elección fue declarado desierto el 11 de febrero del 2025 porque la empresa que se presentó no cumplía con los requisitos establecidos en el pliego de contratación.

Teniendo la figura de amparo de la negociación global de precios de 2021, se llegó a cabo una prórroga al contrato con la empresa que actualmente está operando, que va hasta el 31 de agosto del año en curso. En ningún momento la universidad queda sin seguridad. En este momento estamos en la estructuración del nuevo proceso de selección, bajo la modalidad de invitación pública.

Es falso también. El rector en su momento, cuando se hicieron esas falsas acusaciones, sacó una publicación explicando todo el proceso. Se ha intentado sacar una cantidad de información generando unas sensaciones imprecisas en la opinión pública.

Yo tengo la misma preocupación. Hemos venido trabajando desde hace varios años en este tema junto a profesoras, trabajadoras, estudiantes y colectivas feministas. Desafortunadamente es una problemática que es estructurante de las sociedades en las que vivimos, hay que decirlo. Nosotros miramos la composición de la planta de profesoras en la universidad, la relación es 70-30, es decir, hay 70 por ciento hombres y 30 por ciento mujeres. Y adicionalmente existen todas las prácticas de violencia, vinculados con acoso, maltratos, comentarios sexistas. Es decir, es una problemática que es real, que existe en la universidad desafortunadamente. Las colectivas han venido planteando unas críticas muy fuertes porque en efecto ha habido una institucionalidad que no ha logrado dar una respuesta efectiva. Nosotros hemos venido trabajando en diferentes frentes a propósito en los comités de la resolución de los conflictos. También hemos venido trabajando en una estrategia de formación y pedagogía en las semanas de inducción. Estamos trabajando con la idea de nuestra cátedra de Universidad Libre de Violencias Basadas en Género. Hemos venido también fortaleciendo la circular de las medidas de garantías académico-istrativas para evitar espacios de revictimización donde se encuentren presuntos victimarios o víctimas.

MATEO CHACÓN ORDUZ

Subeditor Educación - Vida