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Deforestación del bosque interandino extinguiría a marimonda del Magdalena
Primera entrega de 'Especies amenazadas por la deforestación en Colombia'.
El mono araña café es una especie endémica de Colombia y Venezuela. Foto: FELIPE VILLEGAS. INSTITUTO HUMBOLDT
Desde el 2004, el mono araña café (Ateles hybridus) hace parte de la lista de los 25 primates con mayor peligro de extinción en el mundo. Conocido también como ‘marimonda del Magdalena’, esta especie endémica de Colombia y Venezuela padece bajo la sombra de varias amenazas como la cacería, la baja natalidad y la mayor de ellas: la deforestación y degradación de su hábitat natural, el bosque interandino.
En el país, el mono araña café habita en zonas de los valles interandinos, donde las elevaciones son de entre 280 y 600 metros sobre el nivel del mar, en departamentos como Bolívar, Antioquia y Caldas.
Es decir, las zonas bajas que quedan entre las cordilleras Oriental y Central del país, que durante los últimos años se han venido transformando cada vez más en inmensos hatos ganaderos sin casi ningún árbol, donde esta especie icónica solía columpiarse agarrada de su cola prensil.
De hecho, según datos del más reciente ‘Informe de monitoreo de deforestación’ del Ideam, en 2020 fueron deforestadas en la región Caribe 12.896 hectáreas de bosque (7,5 por ciento más que en 2019) y en la región Andina la deforestación llegó ese año a 28.984 hectáreas (16,9 por ciento más que en 2019). Estas dos regiones son claves para la supervivencia y el futuro del mono araña café.
Pero la situación empeora cuando se miran los núcleos donde más se perdió el bosque en 2020. Dos de los 12 núcleos de concentración en pérdida de bosque están dentro del área donde habita la marimonda del Magdalena.
En los últimos años, los grandes árboles donde se movía el mono araña café se han convertido en extensos pastizales subdivididos en pequeños lotes o inmensas fincas, que han separado los pocos espacios donde todavía sobreviven pequeñas poblaciones de este animal.
El mono araña café habita en zonas de bosque interandino de Colombia y Venezuela. Foto:CEET
Al mono araña café le ha tocado básicamente pasar de moverse entre extensos territorios elevados (pues rara vez se mueve en las zonas de abajo de los bosques) a quedar casi que recluido en pequeños bloques de bosque que aún quedan en pie, a tal punto que del territorio que históricamente ha habitado hoy solo queda el 15 por ciento.
Esta especie tiene una altísima probabilidad de extinguirse y es supremamente sensible que le cambien su hábitat y la deforestación la hace supremamente vulnerable.
Eso ha llevado a que, quizá, la próxima especie que se extinga en Colombia sea precisamente esta, según explica Andrés Link, biólogo e investigador de la Universidad de los Andes y tal vez uno de los expertos que más han investigado en el país el estado de este animal.
“Estos micos han perdido gran parte de los bosques en los que podían vivir y además gran parte de lo que queda está fuertemente fragmentado; entonces, las poblaciones de estos micos no solo se han reducido muchísimo, sino que, además, se han aislado las unas de las otras por efectos de la ganadería y la agricultura a gran escala”, asegura Link.
Y aunque existen varias iniciativas para mejorar la protección del hábitat del mono araña café y de ser icónico como especie que solo existe en Colombia y Venezuela, este animal es desconocido para muchas personas.
Este primate de característico color café y con ojos que pueden ser azules, verdes o caramelo llega a medir hasta 1,2 metros y es excelente en el trabajo de dispersar semillas, pues el 92 por ciento de su tiempo alimentario lo invierte dispersando semillas de frutos, por lo que es esencial para “mantener la diversidad de los bosques que habita”, según estudios del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
La marimonda del magdalena pasa la mayor parte de su tiempo sobre las copas de los árboles. Foto:FELIPE VILLEGAS. INSTITUTO HUMBOLDT
De hecho, se ha comprobado que el Ateles hybridus dispersa más de 100 tipos de especies de plantas y árboles. Hoy, desde la academia y organizaciones como la Asociación Primatológica de Colombia se adelantan iniciativas para estudiar el animal y así ayudar a protegerlo; sin embargo, según Link es necesario reconectar las áreas donde habita tradicionalmente esta especie y que hoy han sido cortadas por la deforestación.
“Hay muchas organizaciones que hacen pequeñas contribuciones para su conservación; sin embargo, se necesita una decisión mucho más fuerte del Gobierno Nacional para generar conservación en estas zonas. Por ejemplo, no hay ningún parque nacional en todo el Magdalena Medio ni prácticamente en la zona de distribución de esta especie, y esto hace que esté muy amenazada. Esta especie tiene una altísima probabilidad de extinguirse y es supremamente sensible que le cambien su hábitat y la deforestación la hace supremamente vulnerable. Si no hay unas medidas urgentes para proteger su hábitat, reconectarlo y proteger los sitios donde todavía existen, esta será de las primeras que se extingan en Colombia”, finaliza Link.
Este trabajo hace parte de un especial de varias entregas para visibilizar cómo la deforestación está afectando gravemente los ecosistemas del país a través de rostros de distintas especies.