El
Instituto Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional lanzaron una nueva
expedición BIO para conocer el estado de las aves del país. Las expediciones se concentrarán en Fusagasugá (Cundinamarca), Honda (Tolima), San Agustín (Huila), Morelia (Caquetá), y Barbacoas (Nariño).
Más de un siglo después, científicos colombianos repetirán las expediciones que hicieron naturalistas del Museo Americano de Historia Natural liderados por
Frank M. Chapman que darán cuenta del estado actual de la
avifauna en Colombia, por lo que el sueño de muchos
ornitólogos colombianos de potenciar los datos que tomó el equipo liderado por Frank M. Chapman, se hará realidad.
Y es que para este visionario naturalista estadounidense, más que descubrir especies, su principal interés consistía en entender cómo se distribuyen las aves y cómo evolucionaron en Sudamérica. Un objetivo de investigación que se renueva luego de más de un siglo con la puesta en marcha del proyecto “Expediciones BIO: Alas, Cantos y Colores”.
En esta nueva versión de las expediciones BIO se busca identificar los cambios en la diversidad de las aves del país, su genética poblacional y su estado de conservación, teniendo en cuenta los cambios en el paisaje, así como los efectos del cambio climático para formular estrategias de desarrollo sostenible como el aviturismo.
“Con estas expediciones aportamos a la generación y apropiación del conocimiento en Colombia, haciendo énfasis en la importancia de la historia para los muestreos de biodiversidad, y trabajando con las comunidades para generar sentido de pertenencia y proporcionar alternativas económicas en zonas rurales”, aseguró la Dra. Natalia Ocampo, coordinadora de las “Expediciones BIO Alas, cantos y colores” del Instituto Humboldt.
La comitiva la integran diez (10) expedicionarios: cinco ornitólogos de la Universidad Nacional, del Instituto Humboldt y de las Universidades Javeriana de Cali y la Universidad de los Andes; así como cinco invitados locales entre estudiantes biología y personas con amplio interés y conocimiento en aves de las localidades seleccionadas.
En cada una de las expediciones se harán presalidas en las que se explorará el terreno, se concertará con las comunidades y se adelantarán los permisos pertinentes para las salidas en campo. Luego se llevarán a cabo las observaciones y el conteo de aves, para finalmente colectar especímenes y hacer un muestreo completo.
“Lo más importante es que cuando entendemos qué ha pasado en tiempos pasados podemos predecir o prevenir lo que va a pasar en el futuro. Todos los sitios que vamos a muestrear en las expediciones tienen distintas historias de cambio del paisaje, algunos han sido altamente fragmentados, han perdido mucho hábitat; otros han mantenido su cobertura por mucho tiempo; en otros se ha cambiado sus ecosistemas naturales por agrosistemas”, aseguró Hernando García Martínez, director general del Instituto Humboldt.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE