No solo hay hipopótamos: en el Magdalena Medio habría también chitales; ciervos de Asia

Una nueva especie exótica (y posible invasora) estaría amenazando la biodiversidad del Magdalena Medio. Se trata del chital (Axis axis) un ciervo herbívoro, nativo de Asia, cuya presencia fue confirmada en áreas cercanas al municipio de Puerto Triunfo, zona de influencia de la Hacienda Nápoles, por donde habitan también algunas comunidades de hipopótamos invasores.

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De acuerdo con un estudio, titulado ‘Más allá de los hipopótamos: evidencia de un venado introducido en Colombia’, desarrollado por los investigadores Héctor Ramírez, Néstor Roncancio y Darwin Morales, estos ciervos por el momento estarían bajo la categoría de exóticos (no invasores, pues para dicha declaratoria se requiere de un estudio y una resolución istrativa). 

El chital, que naturalmente habita en la India, Nepal y Bután, es un tercio más grande que el venado de cola blanca (Odocoileus), la especie de ciervo nativa de mayor tamaño en Colombia y su presencia amenaza la supervivencia de algunos venados locales (en Colombia hay entre 7 y 11 espacies de cérvidos) y otros animales como la Danta, pues les estarían quitando su hábitat y limitando su a alimentación. También son un vector de enfermedades y afectan gravemente el crecimiento de los bosques, pues consumen mucho los brotes de árboles y plantas. 

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“Esta es la primera vez que se documenta la presencia de venados exóticos en Colombia, lo que puede impactar la regeneración natural y desplazar competitivamente otros herbívoros nativos. En ese sentido, la mitigación y el control de su población debe ser prioritaria, toda vez que su establecimiento y dispersión pueden ser críticos”, señala el estudio. 

Según explica Néstor Roncancio, candidato a doctor en Ciencias Agrarias y uno de los investigadores, el descubrimiento surgió gracias a otro trabajo que él estaba desarrollando en la zona. Allí pudo avistar a varios individuos de chital y encontró una osamenta que envió la Colección Biológica de la Universidad de Caldas, allí fue el profesor e investigador Héctor Rodríguez el que descubrió que no se trataba de un ciervo colombiano, sino de otro animal. 

“Resultó que no era venado de cola blanca. Y eso no es nada positivo. Esta es una especie introducida, con origen en Asia. Nosotros planteamos que esto es producto de la narcofauna que entró por la Hacienda Nápoles, debido a la zona de registro de la especie”, resalta Roncancio. 

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De acuerdo con los investigadores, actualmente se han documento grupos de hasta 40 individuos según habitantes de la zona, y estos, según Roncancio y Ramírez, podrían ser aún más nocivos para el ecosistema local que los hipopótamos. 

Esto, por varias razones: el chital no requiere de grandes cuerpos de agua para sobrevivir, puede viajar más distancia que los hipopótamos, tienen más crías (entre 2 y 3) por gestación, y habitan en un ambiente en el que carece de depredadores. Los únicos depredadores que podrían estar interesados en esta especie son los jaguares y los pumas, menguados en la región debido a la caza ilegal. 

“En lo que a nosotros respecta se puede convertir en un problema aún mayor que el que presentan los hipopótamos actualmente. Además son más bonitos, se aparecen a bambi y pueden jalar más opinión pública del animalismo fundamentalista y se nos puede convertir en un problema más delicado de resolver”, añade Roncancio. 

De acuerdo con Rodríguez, este descubrimiento es solo un primer paso en cuanto a las acciones que se deben tomar. Pues corresponde al Instituto Humboldt y al Ministerio de Ambiente desarrollar más estudios y establecer un plan de medidas para enfrentar esta posible invasión biológica antes de que sea un problema tan grande como el que es hoy el de los hipopótamos.

“Este es el primer paso para mostrar un problema que ya tenemos. Hay que tomar acciones inmediatas”, agrega Ramírez. 

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Lo cierto es que desde hace más de 15 años ya se venían registrando avistamientos de estos animales, explica David Echeverri, biólogo de Cornare, la Corporación Autónoma Regional con jurisdicción ambiental sobre la zona donde se estaría reproduciendo este animal. 

De acuerdo con él, que es uno de los líderes en el proyecto de castración quirúrgica con el cual se busca enfrentar a los hipopótamos, especie invasora que también habita en el Magdalena Medio, desde Cornare se ha venido reportando la presencia del animal con el atenuante de que este, a diferencia de los hipopótamos, sí es cazado por comunidades locales de la zona de influencia a la cuenca del Magdalena. 

“Esta presencia ha sido reportada ya al Instituto Humboldt. Ellos tienen un equipo con el Ministerio de Ambiente ante el cual las autoridades ambientales reportamos la presencia de especies invasoras y en este caso es una especie exótica que tiene todo el potencial de invasor. Nosotros en la jurisdicción de Cornare no hemos visto hasta ahora un incremento llamativo o alarmante de la distribución de esta especie, pero sí sabemos que ha estado rondando las inmediaciones de Nápoles, Puerto Triunfo, Sonsón y Puerto Nare”, resalta Echeverri. 

EL TIEMPO consultó al Ministerio de Ambiente sobre las medidas que se están tomando sobre este animal, cuya presencia como posible invasor fue reportada ya desde hace varios años, pero hasta la publicación de este artículo no habíamos recibido respuesta. 

EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE

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