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Lukas Azuero y Cabito Tadeo, dos perros que 'saben' lo que es estudiar
Uno es asistente istrativo en Santander, el otro tiene un cargo istrativo en Bogota.
Lukas es asistente de portería de un colegio y Cabito istrativo de una universidad en Bogotá. Foto: Colegio Técnico Vicente Azuero / Universidad Jorge Tadeo Lozano
Aunque para muchos los perros no van al colegio y mucho menos a la universidad, las historias de Lukas y Cabito demuestran todo lo contrario. Estas dos mascotas se han vuelto virales en las redes sociales tras haber sido acogidas por dos centros educativos del país que decidieron dejar una conmovedora enseñanza de inclusión y respeto por los animales.
Estos tiernos caninos además de haber sido adoptados en dichos planteles, han sido partícipes de su comunidad estudiantil a tal punto que les han creado una identificación oficial como cualquier otro miembro de sus instituciones: con nombre, apellido y hasta cargo.
Lukas salió del anonimato gracias a las redes sociales. Foto:Colegio Técnico Vicente Azuero
De día es el fiel compañero de los estudiantes y istrativos de la institución, de noche cumple la misión de ayudar al vigilante del lugar a garantizar la seguridad del plantel. Lukas Azuero no solo es la mascota del colegio técnico Vicente Azuero de Floridablanca, Santander, sino que, como reza su credencial, es el asistente de portería de la sede A. Su paga: vacunas, alimentación y el cariño de los alumnos.
La imagen del carné de este criollito enterneció a los s de las redes sociales a tal punto que para el rector José María González ya no es extraño recibir llamadas de los medios de comunicación preguntando por el canino. "Nosotros autorizamos a alguien para subir una imagen de Lukas a las redes sociales, pero no pensamos que fuera a llegar a los medios o que se fuera a volver famoso. Nos han ado de todo lado", dijo a EL TIEMPO el rector.
Según González, el perro llevaba unos dos años asistiendo al colegio para acompañar a su dueña, una joven de 13 años. "Lo traía cuando venía a almorzar en el restaurante escolar, pero un día, cuando la niña pensaba regresarse a su casa, él decidió quedarse en el colegio. Ahora está con nosotros tras el consentimiento de los papás de la menor".
Allí es conocido por todo el mundo y como dentro del colegio nadie puede estar sin portar una identificación, con el fin de despertar el amor por los animales en los estudiantes, desde rectoría decidieron ponerle su propio carné. "Nos preguntábamos qué grado ponerle, pero al final decidimos que por su actitud voluntariosa y de servicio lo mejor sería otorgarle el cargo de asistente de portería".
Decidimos que por su actitud voluntariosa y de servicio lo mejor sería otorgarle el cargo de asistente de portería
Fue así que el canino pasó de ser Lukas a Lukas Azuero y de alegrar la vida de una niña a llenar de diversión la de una comunidad entera.
Felicitaciones a este Colegio, porque eso genera conciencia a todos de apreciar y consentir al Mejor Asistente Lukas #EsroyConLukas 🐶🐾 Estás son las noticias que motivan a cuidar mejor a nuestro amigo 🐶🐾.
Con este certificado Cabito fue oficialmente adoptado por la comunidad tadeísta. Foto:Universidad Jorge Tadeo Lozano
Cabito no es solo una mascota, se podría decir que es un tadeista más. Este animal llegó el 19 de enero de 2017 -al cumplir sus dos meses- a la universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá y fue recibido junto al grupo de nuevos estudiantes que ingresaban a su pregrado ese año.
"Fue un proceso bonito porque la universidad ó a nuestro colectivo para que les ayudáramos a adoptar el perro y aprovechamos para hacer un ejercicio pedagógico sobre la adopción responsable", narra Mariana Grisales, estudiante de Comunicación Social y líder de Salvando Garritas.
Grisales dice que la búsqueda no fue fácil, pues tocaba encontrar un perro capaz de soportar la vida en el centro de la ciudad y que fuera un buen compañero para Cabo, la otra mascota de la universidad que al cumplir los 13 años entregó su legado al joven canino para pasar su vejez en una casa de retiro.
"La primera vez que lo vi fue en una publicación de Facebook, decía que siete cachorros estaban en un colegio en Tabio y les estaban buscando hogar. Él no estuvo en las instalaciones hasta que tuvo su carné de vacunación. Fue muy bonito compartir este trabajo de encontrar el perro ideal y ver que actualmente hace parte de nuestra familia de estudiantes", añade.
Para Alejandra Navarrete, periodista de la oficina de comunicaciones de esa institución, la llegada del perrito fue todo un acontecimiento pues había mucha expectativa. "Estuvimos desde el primer día pendientes y la comunidad estuvo al tanto de cada detalle. Desde su carnetización, la firma formal de su adopción donde nos entregaron el certificado oficial del perrito y hasta de su proceso de inducción", resalta.
El vínculo de Cabito con los alumnos es tan cercano que para varios se ha convertido en la mascota que no pudieron tener o la que ha llenado el vacío dejado por la que ya despidieron.
"Esta universidad es diversa y en eso entran los animales, ellos comparten el mundo con nosotros. Uno sale de un parcial o estresado y Cabito va y te acompaña, como una salida de la realidad en cinco minutos", asegura una estudiante.
Uno sale de un parcial o estresado y Cabito va y te acompaña, como una salida de la realidad en cinco minutos
Sin importar el día es la figura de Cabito lo primero que observa cualquiera que ingrese a la universidad. Algunos, en medio del corre corre, pasan y lo saludan, otros se toman el tiempo de tirarle su pelota roja. Lo cierto es que no es extraño verlo caminar con plena libertad por los salones de clase y oficinas, al fin y al cabo la universidad es su casa.