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¿Y dónde está la empatía? / De tu lado con Álex
La empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos emocionales y sentimentales de un tercero.
Psicólogos aconsejan mostrarles a los niños ejemplos de empatía desde temprana edad. Foto: iStock
A diario me impresiona la falta de empatía que abunda en este país. Entendiendo empatía como la capacidad de uno de ponerse en los zapatos emocionales y sentimentales de un tercero, con el propósito idealista de tratar de entenderlo.
Por lo general, somos demasiado rápidos para estigmatizar y juzgar a quienes son –de alguna manera– diferentes a nosotros, ya sea por sus ideas, color de piel o tendencia sexual.
Sin misericordia se hacen burlas con memes en las redes, se lideran ataques personales sin ningún escrúpulo o simplemente se les aísla con el látigo de la indiferencia.
Lo más grave es que estas personas, que andan en su caballito de superioridad, tildando a unos y a otros, son los mismos que se escandalizan por el bullying ascendente en los colegios, la violencia en las ciudades, la falta de civismo en las calles o la ausencia de paz en nuestro país.
¿Cuántos de nosotros no exigimos que nos entiendan o que se pongan en nuestros zapatos, pero la tolerancia se baja a cero cuando el zapato está en el pie ajeno? ¿Cuántos somos capaces de preguntar antes de acusar, de tratar de entender antes de juzgar, de ayudar antes de señalar?
Debemos recordar que todo lo que queremos para nuestros hijos y para nuestra sociedad no empieza con nuestros políticos, ni con los directivos de un colegio, sino con el ejemplo que damos en casa.
¿Con qué autoridad moral les podemos decir a nuestros hijos que atacar a un compañerito porque le va mal en el colegio o porque es ‘ñoño’ o gordito es malsano, mientras nosotros sí podemos aniquilar la autoestima de una persona porque no piensa o no luce igual a nosotros?
Casi todos los conflictos a través de la historia han sido generados por la intolerancia y la falta de empatía. A mi juicio, en este país no se puede hablar de paz ni de reconciliación hasta que aprendamos lo que es la empatía a nivel individual.
Antes de maldecir y agredir pensemos si nos gustaría que se lo hagan a nuestros seres más queridos
No podemos ser tan hipócritas de exigirle algo a nuestra juventud sin haberle dado el ejemplo ni exigirnos exactamente lo mismo. Nos quedaremos cortos en nuestra educación si no entendemos, de una vez por todas, que nuestros hijos repiten lo que ven y sienten en casa.
Valores como la empatía, el respeto y la compasión no pueden ser limitados a las personas que nos caen bien o a las que lucen o piensan igual a nosotros. Los valores se destacan cuando es aún más difícil ser fiel a ellos.
Antes de actuar, hablar, criticar o atacar, pensemos si estaríamos orgullosos si lo vemos reflejado en nuestros hijos. Antes de maldecir y agredir pensemos si nos gustaría que se lo hagan a nuestros seres más queridos.