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¿Es seguro ser una niña en Colombia? El difícil panorama al que se enfrentan
Violencia sexual, matrimonios y embarazos a temprana edad, entre las problemáticas invisibilizadas.
Las niñas, inclusive desde el sexenio anterior al 2014, siguen siendo la población más vulnerable, inclusive desde el núcleo familiar. Foto: Jaiver Nieto. EL TIEMPO
“Somos las mujeres las que parimos el capital humano, las que lo criamos y educamos. No puede haber una paz total si las políticas públicas, los recursos, las acciones educativas, formativas, protectoras y promotoras de derechos, no se centran en cada una de las niñas colombianas”. Con estas palabras Ximena Norato, directora de Pandi, Comunicación y Derechos Humanos, hace una advertencia sobre el desalentador panorama de vida de las niñas en Colombia.
Y es que las cifras lo demuestran. De enero a agosto de este año se han registrado 12.679 presuntos delitos sexuales contra niñas y adolescentes entre los cero y los 19 años, según cifras preliminares de Medicina Legal. Por su parte, la Policía de Infancia y Adolescencia reporta 15.602 casos de esta índole en lo que va del año.
Nacimientos por grupos etarios. Foto:Infografía. CEET
Ellas son las víctimas de cerca del 80 por ciento de estos ataques, que en más de la mitad de los casos son perpetrados por algún familiar o en su propia vivienda, de acuerdo con el reporte sobre violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes de la Alianza por la Niñez Colombiana.
Gustavo Quintero, vicepresidente de la Fundación Plan, explica que uno de los datos más críticos sobre la realidad de las niñas y adolescentes en Colombia es el de los partos, debido a que en su informe ‘Un país para las niñas’, que será publicado a fin de mes, revelan que 4.726 menores de edad se sometieron a ese procedimiento durante el 2021.
“Esto es abuso sexual. Es un delito tipificado tener relaciones con menor de 14 años y nadie le da la importancia, ni define la gravedad de lo que eso significa. Entre 2015 y 2021 han sido más de 35 mil partos en menores de 14 años y tienen una tasa de mortalidad materna altísima. Además, esto las lleva a la deserción en educación, por eso la tasa es mucho más alta que la de los niños”, advierte Quintero.
En Colombia hay una correspondencia entre los departamentos con más uniones tempranas y el índice de pobreza multidimensional
Esto significa que ante la ley las niñas fueron víctimas de actos sexuales abusivos, lo que les permitiría acceder a una interrupción voluntaria del embarazo, pero las dificultades en materia de salud son otro factor que se suma a la lista de problemas para las menores: resultan siendo madres a edades en las que se trunca su proceso educativo y la posibilidad de romper el ciclo de pobreza, argumenta Andrea Tague Montaña, oficial de género y desarrollo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) Colombia.
“Es increíble que 68 de cada 100 niñas o niños tengan como madre a una mujer cuyo grado máximo de educación es bachillerato, pero dentro de este dato, la verdad es que de ese porcentaje, el 33 por ciento ni siquiera culminó este nivel educativo. Eso se traduce en que ellas, lo más seguro, es que quedarán atrás educativa y laboralmente. Y el rezago lo van acumulando sus niñas y niños”, agrega Norato.
Cifras que hoy se ponen sobre la mesa en la conmemoración del décimo aniversario del Día Internacional de la Niña, que tiene como fin evidenciar las problemáticas que afectan de forma diferencial a las menores en el mundo y así tomar decisiones que les garanticen condiciones óptimas para crecer y desarrollarse.
El matrimonio y las uniones tempranas: un riesgo normalizado
Embarazo infantil según la edad del padre: Los datos evidencian que los hombres entre los 14 y 19 años son quienes más embarazan a niñas menores. Foto:Infografía. CEET
Para esta fecha, Unicef ha puesto la lupa sobre los matrimonios y uniones tempranas entre niñas y adolescentes con hombres generalmente mayores, una problemática que tiene repercusiones en el desarrollo personal de las mujeres.
“Lo que podemos asegurar es que en Colombia hay una correspondencia entre los departamentos con más uniones tempranas y el índice de pobreza multidimensional, como es el caso de Vichada, Amazonas, Chocó y La Guajira que según el censo 2018 cuentan con las cifras más altas de matrimonios y uniones tempranas. Predominan las uniones tempranas, no hablamos tanto de matrimonios y son zonas que se caracterizan por no tener una red de servicios o una institucionalidad fuerte lo que hace que estas chicas estén mucho más expuestas a unas pocas oportunidades y a una reproducción del rol de género asociado a ser mujer, madre y esposa”, detalla Tague.
El informe de Unicef, ‘Análisis de situación de los matrimonios infantiles y las uniones tempranas en Colombia’, dice que en estas relaciones con hombres mayores se relega a las niñas y adolescentes a actividades de cuidado del hogar, exponiéndolas a condiciones de dependencia de su pareja.
Precisamente, en medio del desarrollo de estas actividades vitales es cuando son víctimas de maltrato (33 por ciento de los casos), según el reporte que comprende el periodo del 2015 al 2019 de Masatugó, una publicación quinquenal de Medicina Legal sobre lesiones de causa externa en mujeres.
“Esto les afecta a ellas en el hoy y en el futuro, son madres jóvenes, solas y esa pobreza se reproduce en sus hogares. Por eso ponemos en cuestión la asimetría de poder entre el hombre mayor y la chica, y la pérdida de autonomía y sus derechos. ¿Ella puede decidir si quiere tener hijos, cuántos quiere o si quiere estudiar?”, cuestiona la oficial de género y desarrollo de Unicef.
Un enfoque diferencial
En el Día Internacional de la Niña realizamos las tomas de poder, espacios para que las niñas sueñen con lo que quieren ser.
Quintero menciona que para garantizar el disfrute de la niñez y las posibilidades de construir un proyecto de vida, lo primero que se debe hacer como sociedad es entender que las niñas y adolescentes afrontan retos diferenciales.
“El punto de partida entre un niño y una niña no es el mismo. ¿Por qué los datos de bienestar en la escuela y en la niñez hablan de que son mucho más los hombres que hacen deporte? ¿Es porque hay una preferencia biológica o es porque el espacio público es muy violento con las mujeres? Desde esas preguntas con mirada de género arranca la labor misma del gobierno. Es entender las realidades y cómo desde la política pública se pueden hacer cosas que apacigüen esas diferencias”.
En la misma línea, Tague afirma que ellas enfrentan retos distintos por ser mujeres y eso no se puede negar.
“Sufren más violencia sexual en todos los entornos, sufren los efectos de una unión temprana. Gestionar la higiene menstrual es todo un reto en los colegios y en zonas que ni siquiera tienen a agua potable. En la migración, por ejemplo, se impacta de forma diferente la vida de una niña por ser mujer. Para ellas debe haber unos esfuerzos particulares, pero si no tenemos los datos es más difícil”, concluye.
Naciones Unidas enfatiza en su mensaje para esta fecha que si las mujeres reciben apoyo efectivo durante la adolescencia y la infancia, “tienen el potencial de cambiar el mundo tanto como niñas empoderadas como trabajadoras, madres, emprendedoras, mentoras, jefas de hogar y líderes políticas del mañana”.