Hacen ritual budista donde Daniel Sancho asesinó y desmembró a Edwin Arrieta

Desde que se conoció el asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho durante sus vacaciones en Tailandia, las autoridades y los medios han seguido de cerca todos los eventos relacionados con el hecho ocurrido el pasado 2 de agosto. 

Tras ser enviado a prisión preventiva y luego de haber confesado ser el autor intelectual y material del escabroso crimen, este permanece encerrado a la espera de una sentencia en el país asiático. 

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Con la detención del actor, su juicio en curso y la escena del crimen investigada en su totalidad, al parecer, las autoridades permitieron que varios monjes pertenecientes al budismo realizaran un ritual para limpiar las energías del sitio, conforme a esta práctica espiritual.

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Esta ceremonia se llevó a cabo una semana después de que el chef entrara en prisión provisional, y tras abandonar el hotel Haad Salad Villa, en la isla de Koh Phangan.

De acuerdo con la corresponsal María Álvarez del programa español 'Así es la vida' de 'Telecinco', se confirmó que la ceremonia fue realizada el pasado domingo 13 de agosto, por petición de los habitantes alrededor del hospedaje. 

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"Nos explicaba una vecina de la zona, que es una de las propietarias de los establecimientos turísticos, que había sido una iniciativa que partió de ella, que es una persona de creencias budistas, como la mayoría de habitantes de la isla, y creían que era la mejor manera de apartar esos malos espíritus de una casa en la que ha sucedido tan escabroso suceso", señaló la reportera durante una emisión. 

En compañía de la Policía, los religiosos ingresaron al bungalow, la cabaña de un solo piso donde Sancho asesinó al cirujano y luego corto su cuerpo en 14 partes, arrojando unas al mar y dejando otras en un basurero, según afirmaciones de las autoridades en entrevista con 'EFE'. 

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La reportera relató que se abrieron las ventanas de la estancia para ventilarla y colocar diferentes figuras de Buda para liberar las energías que allí se contenían tras lo sucedido. Después, se dirigieron a la playa en oraciones.

NATHALIA GÓMEZ PARRA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO