En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Noticia
'Hay un gran cinismo y una afrenta permanente a las víctimas de la guerra': la crítica al Gobierno desde la arquidiócesis de Bogotá
Monseñor Rafael De Brigard, director de 'El Catolicismo' arremetió en su editorial contra las intenciones que se han manifestado de convocar una presunta asamblea Constituyente.
Catedral Primada de Bogotá. Foto: Carlos Ortega / EL TIEMPO
Desde la editorial de El Catolicismo, el medio de comunicación suscrito a la Arquidiócesis de Bogotá, monseñor Rafael De Brigard hizo una fuerte crítica al Gobierno Nacional, al que señala de mostrar un "un gran cinismo y una afrenta permanente a las víctimas de la guerra exhibiendo signos de los agresores como si fueran emblemas de la nación".
Esto como lo que parecería una referencia al proceso para declarar al sombrero de Carlos Pizarro como bien de interés cultural. Monseñor De Brigard continua: "Todo pareciera querer confluir en eso que llaman una constituyente, pero no como lo ordena la Constitución, sino como algo que será impuesto contra viento y marea y con una sutil amenaza permanente de asonada para los que se opongan".
Para el director de El Catolicismo el panorama político de Colombia sigue siendo inquietante. "Hay una profusión de ideas –casi todas venidas de un solo lado–, que dejan la sensación de que el futuro no es esperanzador para la nación. Y no lo sería porque todo apunta a que quienes le han causado un inmenso mal al país con la guerra, el terror, los secuestros, la extorsión, ahora están en plan de establecer esos modos de actuar y las ideas subyacentes –si las hay– como modelos de una nueva nación", señala desde su editorial.
Ante esta situación hace un llamado a la Iglesia católica colombiana a aumentar su presencia en la discusión nacional sobre el futuro del país. "Los obispos, los intelectuales católicos, las universidades eclesiásticas, los movimientos laicales más fuertes, el sistema educativo de la Iglesia y otros de sus componentes, están ante sí con un deber ineludible y es el de alzar la voz con firmeza para enriquecer la discusión y defender a fondo principios políticos y sociales innegociables", asegura.
Para monseñor De Brigard, "desde la Conferencia Episcopal, desde las rectorías de las universidades católicas o desde Conaced u otras instancias eclesiales deberían encontrarse para hacerse parte activa y constante de la actual discusión nacional. Foto:Conferencia Episcopal
"Tener los ojos muy abiertos para no bendecir lo que no hay que bendecir"
"No puede haber lugar para posiciones tibias, o lo peor, ingenuas, que podrían terminar acolitando propuestas que no construyen ni el bien común ni respetan la dignidad y libertad humanas", indica el director de El Catolicismo.
Para monseñor De Brigard, "desde la Conferencia Episcopal, desde las rectorías de las universidades católicas o desde Conaced u otras instancias eclesiales deberían encontrarse para hacerse parte activa y constante de la actual discusión nacional –que se da a través de la política, los medios de comunicación, los foros, etc– e ir abriendo paso a esas ideas que se fundan en la doctrina social".
"Y al mismo tiempo, para hacer de muro de contención a la perspectiva de una nación sin democracia, libertad ni derechos, un país esclavizado del Estado, una sociedad aniquilada por quienes creen en todas las formas de violencia para someter a los ciudadanos. La presencia de representante de la Iglesia en los diálogos de paz tiene que tener los ojos muy abiertos para no bendecir lo que no hay que bendecir", indica también el prelado.
Y es que para De Brigard, la Iglesia tiene que meterse de lleno, con claridad y valentía, a la actual discusión nacional. "Mucha gente está esperando una voz más fuerte, clara, sensata y confrontadora en algunos momentos, cuando se requiera. Sigue siendo una voz autorizada y escuchada. No hay que temer a la previsible crítica de que todo esto sería participar en política. Lo es, pero no en sentido partidista, sino en calidad de actores en medio de una sociedad concreta".
Es, en su opinión, también una oportunidad para que la Iglesia se convierta en vocera de amplios sectores de la nación "que no se sienten representados en las voces que hasta ahora se han escuchado".
"La Iglesia puede ser la portadora de ese sentir que en el fondo es pacífico, conciliador, más bien de centro, solidario y con sentido de justicia. Corresponde en buena medida a esa gran franja de colombianos que han logrado progresar con muchos esfuerzos en la vida, pero que ahora no están tranquilos por el ambiente político pues lo podrían perder todo. Y junto a ellos, los desposeídos que siempre han estado dentro de las preocupaciones de la Iglesia", concluye monseñor De Brigard.