La tercera jornada de la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano estuvo dedicada a la Amazonía. Una región en la que, de acuerdo con los prelados que ejercen su labor en las poblaciones que la conforman, la crisis ambiental y climática crece a un ritmo acelerado.
"Los índices de deforestación en la Amazonía son vertiginosos, los científicos ya nos están señalando que estamos llegando a un punto de no retorno, esto afecta totalmente a lo que es el ciclo del agua y con estas sequía o con las tremendas inundaciones que a aveces se dan", manifestó monseñor David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato apostólico de Puerto Maldonado, en Perú.
De acuerdo con el prelado, en las zonas de transición hacia la selva en la Pampa amazónica ya es evidente cómo el cambio climático ha afectado los suelos, haciéndolos poco aptos para cultivos a los que los campesinos de la región solían dedicarse y llevándolos a cambiar sus practicas dependiendo de la altitud.
Mientras que otras zonas del Perú están siendo afectadas por el deshielo de los glaciares, provocando eventos catastróficos como el que afectó una zona de Arequipa recientemente cuando el derrumbe de un glaciar provocó un taponamiento de piedras y lodo, que finalmente se ocasionó un deslave que dejó al menos 40 víctimas mortales.
Según manifestó monseñor Martínez, los efectos de la perdida de la cobertura vegetal en el Amazonas por cuenta de la deforestación ya se sienten hasta Canadá, en donde, de acuerdo con los científicos, el agravamiento de las sequías podría tener sus orígenes en que los vientos no estarían transportando la humedad suficiente desde este importante ecosistema en el sur del continente americano.
"La Amazonía no solo se afecta así misma sino a todo el planeta", aseguró el prelado, quien junto a monseñor Joaquín Pinzón, obispo de Puerto Leguizamo, Putumayo; de monseñor Omar de Jesús Mejía, arzobispo de Florencia, Caquetá, y del cardenal peruano Pedro Ricardo Barreto, hicieron desde la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceam), un organismo en el que también tiene participación la sociedad civil, creado por la Iglesia Católica para para crear conciencia sobre la importancia de este ecosistema.
"La iglesia ha creado la Ceam y es una conferencia eclesial que nos invita a superar fronteras de países y sentirnos viviendo en la Amazonía como un territorio. Esta es una semilla que la Iglesia ofrece y que le está proponiendo también a los estados para decir 'desde un territorio que compartimos pongámonos de acuerdo para crear políticas que nos permitan vivir en él, compartirlo y protegerlo", manifestó monseñor Pinzón.
Y añadió: "Solitos no podemos, todo está interconectado y si en uno de los países se cuida y en el otro no, pues el daño sigue creciendo, se hace necesario superar fronteras, ideologías, poner por encima el cuidado de la vida que tiene la Amazonía y de todos los beneficios que como ecosistema nos ofrece. Eso nos debería llevar a todos a tomar conciencia y a superar también intereses egoístas que no deben estar por encima de la vida", dijo el prelado.
Por otra parte, en el contexto colombiano, los prelados hicieron un llamado al Gobierno Nacional, a implementar nuevas políticas de Estado para darle una respuesta de fondo a problemáticas como los cultivos ilícitos, con consecuencias importantes sobre la deforestación de la Amazonía.
"Creo que nos estamos quedando en grandes discursos, en grandes disertaciones porque falta esa presencia del Estado que llegue a los territorios y que establezca los diálogos y logre llegar a acuerdos", expresó monseñorMejía. Para él las políticas suelen quedarse en los escritorios y en las oficinas.
"Sí se hace necesario políticas que creen nuevas maneras de protección, nuevas de generar ingresos a las personas, que lleven a cambiar todo lo que tiene que ver con los cultivos ilícitos por otras alternativas que les permita a las personas vivir sin tener que acudir a todo lo que es ilícito y que por ende lleva también a la destrucción", concluyó.
REDACCIÓN VIDA DE HOY