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La vida modesta y sin lujos por la que optó el papa Francisco tras su llegada al Vaticano

● Tras doce años como líder de la iglesia católica, el Francisco falleció, a los 88 años de edad, en Roma.

● El sumo pontífice vivió en una casa de huéspedes, en lugar de los apartamentos papales.

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Tania Alejandra Hernández Torres

PERIODISTA21.04.2025 07:40 Actualizado: 21.04.2025 08:04

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El papa Francisco marcó un hito importante tras su llegada al Vaticano como máximo líder de la iglesia católica, pues no solo fue el primer pontífice de origen sudamericano, sino que decidió tener una vida humilde, lejos de los lujos que podría obtener por su pontificado.

Francisco fue reconocido en el mundo por su humildad, misericordia y justicia social, pues durante la Semana Santa acostumbró a visitar a los presos, en sus eventos públicos fue muy cercano con los feligreses y su primera visita oficial como papa fue a la isla italiana de Lampedusa, donde cada año llegan miles de personas desde las costas africanas.

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El 13 de marzo de 2013, el cardenal argentino de orden jesuita Jorge Bergoglio fue elegido sucesor del papa Benedicto XVI. Tras su llegada al Vaticano, decidió vivir en una casa de huéspedes, en lugar de los apartamentos papales del Palacio Apostólico, utilizados por los papas anteriores.

El Santo Padre rechazó los lujos como los apartamentos papales, la limusina del papa y viajaba en el autobús con los cardenales. También optó por entrevistar a los cardenales de pie, pues la tradición católica marcaba que estos debían ser recibidos en el trono de San Pedro apóstol.

El argentino fue el primer papa de orden jesuita, por lo que siempre tuvo presente la sencillez y la humildad, dones que caracterizan a los religiosos de la histórica orden fundada por San Ignacio de Loyola en 1534 por sobre la pompa vaticana.

Francisco pidió "invertir recursos financieros y aunar voluntades" para poner fin al despilfarro. — La última aparición pública fue el domingo de resurrección. Foto:AFP

“Me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”, dijo Francisco en su llegada al liderazgo de la Iglesia Católica.

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Durante sus 12 años de pontificado, el papa que llegó 'del fin del mundo', como era conocido popularmente por su origen latino, transformó la Iglesia Católica, pues con enfoque de humildad, transparencia e inclusión, logró importantes reformas en la Curia, tribunales que existen en la corte del Pontífice romano para el gobierno de la religión.

Jorge Mario Bergoglio fue ordenado cardenal en el 2001, fue el papa Juan Pablo II quien lo nombró en este cargo y desde entonces asumió cargos en la Curia, apoyando a Juan Pablo II y a Benedicto XVI.

En toda su trayectoria en la Iglesia Católica, lo persiguió la reputación de ser un hombre de gustos sencillos y poco ostentoso, humildad que confirmó tras ser nombrado como papa.

“Cuando lo conocí, me llamó la atención porque viajaba siempre en subte y colectivo (autobús), vivía en un cuartito en el segundo piso del arzobispado sin servicio doméstico, nada. Se hacía todas las cosas él”, relató en diálogo con la BBC Mundo, Gustavo Vera, un activista contra el trabajo esclavo y la trata de personas que era muy amigo de Bergoglio.

Se sabe que, aun siendo cardenal, Jorge Mario Bergoglio viajaba en clase económica y siempre que podía usaba la túnica negra de sacerdote.

En los sermones, como papa y como religioso, siempre invitó al mundo a la inclusión social, criticando a los gobiernos que marginan a los pobres.

“Vivimos en la parte más desigual del mundo, que ha crecido más, pero que ha reducido menos la miseria”, dijo Francisco en varias oportunidades. Fue reconocido por incentivar y privilegiar el diálogo.

“La humildad es la fuente de la paz en el mundo y en la Iglesia. Donde no hay humildad hay guerra, hay discordia, hay división. Dios nos ha dado ejemplo de ello en Jesús y María, para que sea nuestra salvación y felicidad. Y la humildad es precisamente la vía, el camino de la salvación”, dijo en alguna ocasión el papa sobre la humildad.