más de 300 sacerdotes arquidiocesanos y de otras jurisdicciones eclesiásticas, obispos de las regiones de Colombia, seminaristas, diáconos, comunidades religiosas, familiares, amigos y laicos, acompañaron la ordenación episcopal de monseñor Edwin Raúl Vanegas Cuervo, este 3 de agosto, en la Basílica Metropolitana de Bogotá - Catedral Primada.
La eucaristía fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, quien afirmó que la iniciativa vocacional es de Jesús, quien “llena nuestra vida de esperanza… y necesita nuestra barca para una tarea misionera", según un comunicado de El Catolicismo, órgano informativo de la Arquidiócesis de Bogotá.
Seguidamente, el cardenal se refirió al llamado a “remar mar adentro”, con la confianza en el Señor.
“En una realidad tan amplia y en un tejido humano tan diverso, como el de la ciudad-región de Bogotá, siempre encontraremos zonas humanas y culturales que nos desafían, y a las cuales la voz de Jesús, el Buen Pastor, nos dirá 'remen mar adentro', vayan a lo profundo, a buscar las periferias existenciales y geográficas, vayan a buscar los distintos rostros de pobreza. Dejémonos acompañar todos por Jesús, que para nosotros es la fuente de la verdadera y gran esperanza, que mueve el corazón de la humanidad”.
Insistió en que “todo nuevo intento en la evangelización vale la pena realizarlo, pero siempre con Jesús en el centro de nuestra acción, realizando cada salida misionera con Él”.
En sus primeras palabras como obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Edwin hizo memoria agradecida ante el llamado que el Señor le ha hecho. Se refirió al cultivo de su vocación y a las personas: su familia, sacerdotes, religiosos y comunidad que lo han acompañado en este camino de respuesta generosa y fiel a Dios, Padre Misericordioso.
Destacó la bendición que ha sido “nacer en un hogar cristiano, lleno de amor, que me ha enseñado el valor de la vida, de la familia y del bien común. He sido enriquecido con el don inestimable de la fe … He sido educado para vivir los valores del Evangelio… Bendito sea Dios por ustedes, queridos papá y mamá: Pedro y Mariela… por ustedes, queridos hermanos, y por los de mi familia…”.
Con información de El Catolicismo