La Iglesia Católica, otras Iglesias, organizaciones etnicoterritoriales, y organizaciones sociales del Chocó y del Occidente de Antioquia, presentaron una carta al presidente Iván Duque en la que le solicitan, con carácter urgente, una reunión con autoridades de alto nivel del Gobierno Nacional, acompañada por el Ministerio Público (Defensoría del Pueblo y Procuraduría General de la Nación) y por garantes de la comunidad internacional, entre ellas la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
De acuerdo con monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, el objetivo de la reunión es exponer los hallazgos de las misiones humanitarias del año pasado y para hablar de la grave situación que se vive en el territorio.
Una crisis que sigue empeorando. Según cifras de la Defensoria del Pueblo presentadas por el prelado, mientras que el año pasado el 72 de la población del Chocó estaba en riesgo por cuenta de la violencia, a febrero de 2022 es un 77 por ciento la que está en peligro.
Una delicada situación que ya había sido denunciada a mediados de noviembre por los representantes de la Iglesia Católica y otras organizaciones sociales en un informe sobre lo que evidenciaron en visitas a 11 municipios de la región. Un documento que daba cuenta de una "emergencia compleja que desborda la capacidad de respuesta de los organismos humanitarios nacionales e internacionales, y ante la que el Estado y el gobierno permanecían indiferentes".
Según manifestaron los religiosos en una rueda de prensa desde la Conferencia Episcopal, en Bogotá, la petición de reunirse directamente con el presidente Iván Duque la hacen ante la falta de una respuesta que invite al diálogo para buscar una solución a la crisis. Por el contrario, han sido objeto de tutelas por parte de las Fuerza Pública, quienes alegan que se ha afectado su buen nombre y piden una retractación.
"Nos pedía la Fuerza de Tarea Conjunta Titan que nos retractáramos o ampliáramos la información, la XV Brigada, con sede en Chocó, y la IV Brigada, con sede en Antioquia, nos pidieron que nos retractáramos. Es la respuesta que se ha venido dando desde la institucionalidad, concertadamente el Gobierno ha dicho que se está dando una buena intervención en el Chocó y que están cumpliendo con sus deberes constitucionales, lo cual nosotros lo rechazamos, creemos que no es así y hay compromisos que se deben fortalecer", manifestó monseñor Barreto.
Las tutelas se dieron como respuesta a las denuncias hechas por la Iglesia sobre la relación que algunos de la Fuerza Pública tendrían con el Clan del Golfo, permitiendo la libre circulación de actores ilegales en la zona, según denunció la población.
La necesidad de resolver los problemas sociales
Para monseñor Barreto, la solución hasta el momento a la problemática que se vive en el Chocó ha estado centrada en la militarización del territorio. "Obviamente la fuerza pública debe cumplir con función constitucional de proteger a la sociedad civil, pero si se aborda como el único aspecto no resolverá la situación porque aquí hay problemas sociales de fondo".
Prueba de ello son cifras como que el 69 por ciento de los chocoanos viven en la pobreza, una zona que además tiene el indice de desempleo más alto del país, la tasa más alta de analfabetismo y su capital, Quibdó, presenta el indice de homicidios más alto de Colombia, cuatro y cinco veces por encima del promedio nacional, según expuso el prelado.
Control territorial de grupos armados ilegales, asesinatos selectivos, limitación de la movilidad y la productividad, violación de la autonomía territorial de las autoridades étnicas, desplazamientos forzados individuales y masivos, confinamientos, violencia sexual basada en género, reclutamiento forzado de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, suicidios —especialmente en contextos de comunidades indígenas—, instalación de minas antipersona en caminos, cultivos de pancoger y en algunos casos dentro de las mismas zonas pobladas, además del enfrentamiento entre actores armados como el Eln y el ‘clan del Golfo’ fueron algunas de las problemáticas constantes que afectan a la zona evidenciadas el año pasado por las misiones de la Iglesia.
Monseñor Barreto también mencionó que esperan que los candidatos a la presidencia deben dar respuesta a las situaciones que se están viviendo en los territorios, con alternativas a las intervenciones militares. Los representantes de las aquidiócesis del Chocó también han señalado la importancia de continuar tendiendo puentes de diálogo con los actores armados, más aun ante situaciones como las que se viven en este departamento.
REDACCIÓN VIDA DE HOY