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Oración del Magníficat: ¿cuál es su origen y cómo rezarla para la virgen María?
El Magníficat es uno de los pasajes biblícos más populares asociados a la virgen María.
La concepción de María no debe confundirse con la doctrina del nacimiento virginal de Jesús. Foto: iStock
El Magníficat, un cántico y oración profundamente arraigado en la tradición católica, se origina en el Evangelio de Lucas. Este conmovedor pasaje reproduce las palabras que María, madre de Jesús, dirige a Dios durante su visita a su prima Isabel, quien llevaba en su seno al futuro Juan el Bautista.
La historia del Magníficat se desarrolla en Ain Karim, también conocida como Ein Kerem, una pequeña localidad ubicada en la montaña de Judea, a siete kilómetros al oeste de Jerusalén y cuyo nombre significa "fuente del viñedo". El cántico ha sido objeto de minuciosos análisis por parte de biblistas y exégetas, y ha recibido comentarios en variados documentos de la Iglesia.
El Magníficat es, sin duda, uno de los pasajes bíblicos más famosos asociados con María, reconocido en el cristianismo como una síntesis del ideario que ella vivió. El cántico comienza con la frase en latín "Magnificat anima mea Dominum" ("Proclama mi alma la grandeza del Señor"), de donde deriva su nombre.
Dentro de la Liturgia de las Horas, el Magníficat es el canto evangélico empleado en el rezo de las vísperas, y se convierte en una plegaria recurrente y esencial para los fieles.
La virgen de Fátima es una advocación con la que se venera en el catolicismo a la virgen María. Foto:iStock
La autoría del Magníficat ha sido objeto de debate en el pasado, pero hoy en día se considera que el cántico fue compuesto por María, madre de Jesús. Aunque algunos manuscritos antiguos le atribuyen el cántico a Isabel, los manuscritos griegos lo asignan a María.
Los expertos sugieren que el contenido del cántico refleja la formación religiosa de una joven hebrea inteligente, reflexiva y conocedora de la historia de su pueblo.
El Magníficat se enmarca en el género literario común a los himnos o salmos de acción de gracias. La originalidad radica en la asimilación personal de María de grandes ideas bíblicas, como la misericordia de Dios, su preferencia por los pobres y humildes, su poder, santidad y fidelidad, y las promesas hechas a los patriarcas.
A continuación le enseñamos el Magníficat
El Arcángel visitó a María para darle la noticia. Foto:iStock
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
*Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada en la página web de la Arquidiócesis de Bogotá, y contó con la revisión de un periodista y un editor.