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Pregón pascual: letra y video del himno católico para la Semana Santa

Este himno se entona al inicio de la vigilia pascual, que se celebra el Sábado santo.

El domingo de Pascua se celebra desde la noche del sábado; las Misas del día de Pascua son una prolongación de esta celebración.

El domingo de Pascua se celebra desde la noche del sábado; las Misas del día de Pascua son una prolongación de esta celebración. Foto: iStock

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El pregón pascual, también conocido como Exultet, es uno de los himnos litúrgicos romanos más antiguos en la tradición de la Iglesia católica, entonado con solemnidad en la noche de la vigilia pascual.
De acuerdo con el portal especializado Catholic.net, este es uno de los himnos más "emotivos de toda la liturgia romana, pues canta el triunfo definitivo de Cristo sobre el pecado y la muerte".
Según este sitio web dedicado a la información de la fe cristiana, hay testimonios bajo los que se supone la existencia del pregón pascual, por lo menos, desde el siglo IV.
Concretamente, en la noche de la vigilia pascual, que es la más importante de todas las celebraciones cristianas, según sus adeptos, se pasa una noche en vela esperando la resurrección de Cristo.
Esto se hace en recuerdo de la noche en que, de acuerdo con las creencias del cristianismo, un ángel se aparece al grupo de mujeres que buscaba el cuerpo de Jesús tras su crucifixión, y les anuncia que "ha resucitado".
El pregón pascual se entona al inicio de la vigilia, luego de que se enciende el cirio pascual y se proclama la salida del mundo de los muertos por parte del "redentor".
En este himno se relata "brevemente la historia de la salvación desde la creación, la prueba y la caída de Adán, la espera y liberación del pueblo de Israel, hasta la entrega de Jesucristo", según Catholic.net.
"El pregón está dirigido a toda la humanidad pero, especialmente, para los cristianos. San Agustín nos invita a recordarlo constantemente porque es un mensaje de esperanza y nos transmite la victoria de la luz sobre la oscuridad", dice el portal especializado.
Esta es la letra y video del pregón pascual, que se entonará el próximo sábado 8 de abril en todos los templos católicos de Colombia y el mundo.
"Exulten por fin los coros de los ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria del Rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.
Goce también la tierra,
inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero.
Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.
En verdad es justo y necesario
aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su sangre,
canceló el recibo del antiguo pecado.
Porque estas son las fiestas de Pascua,
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los fieles.
Esta es la noche
en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Esta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Esta es la noche
en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.
Esta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?
¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!
Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
¡Qué noche tan dichosa!
Solo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos.
Esta es la noche
de la que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mi gozo.»
Y así, esta noche santa
ahuyenta los pecados,
lava las culpas,
devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes,
expulsa el odio,
trae la concordia,
doblega a los poderosos.
En esta noche de gracia,
acepta, Padre santo,
este sacrificio vespertino de alabanza
que la santa Iglesia te ofrece
por medio de sus ministros
en la solemne ofrenda de este cirio,
hecho con cera de abejas.
Sabernos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz,
no mengua al repartirla,
porque se alimenta de esta cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda
para hacer esta lámpara preciosa.
¡Qué noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino!
Te rogarnos, Señor, que este cirio,
consagrado a tu nombre,
arda sin apagarse
para destruir la oscuridad de esta noche,
y, como ofrenda agradable,
se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo,
ese lucero que no conoce ocaso
y es Cristo, tu Hijo resucitado,
que, al salir del sepulcro,
brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina glorioso
por los siglos de los siglos.
Amén".
ANDRÉS FELIPE LEÓN MAFFIOLD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO

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