Santa Rosa de Lima: esta es verdadera historia del pozo de los deseos

Quienes son creyentes, lanzan cartas en las que escriben sus peticiones para que se les cumpla.

COMMUNITY MANAGER24.08.2022 13:48 Actualizado: 24.08.2022 14:51

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Hace casi quinientos años, en Perú, existió una santa llamada Santa Rosa de Lima, quién nació el 20 de abril de 1586. Es una de las santas católicas más reconocidas de Latinoamérica y una de las primeras nacidas en América que recibió el reconocimiento de la iglesia católica.

Isabel Flores de Oliva, su nombre no religioso, también es la patrona de la Policía Nacional de la República del Perú, así como de los agentes del orden de Paraguay y las Fuerzas Armadas argentinas

¿Por qué la conmemoran en el pozo de los deseos?

En los años 1.600 Santa Rosa de Lima cumplía penitencias como acto de sacrificio para interceder por el perdón de los pecados de las personas. Uno de esos castigos consistió en colocarse, a la altura de la cintura, una especie de cadena que aseguró con un candado y, posteriormente, tiró la llave a un pozo para no poder quitársela.

Varios días después de tener el cinturón de púas incrustado a su piel, sus allegados le pidieron que se lo quitara, pues la estaba lastimando, pero ella se negó y fue hacia el pozo para llorar su dolor

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Dadas sus súplicas, según cuentan testigos y creyentes de esa época, Dios se acercó y milagrosamente la cadena se abrió. Años después de su fallecimiento, sus seguidores comenzaron a escribir cartas expresando sus deseos y necesidades de todo tipo, para luego colocarlas dentro del pozo.

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Por lo tanto, en el pozo de lo deseos, ubicado en Santa Rosa de Lima, Perú, las personas escriben sus peticiones en cartas y las lanzan para que lleguen a lo profundo del pozo. Esto, con el fin de que sean leídas y cumplidas por Dios y el alma de Santa Rosa de Lima. Dicha actividad, se realiza como evento religioso y solo se presencia los 30 de agosto de cada año, precisamente para conmemorar a Santa Rosa de Lima.

¿Por qué se celebra el 30 de agosto?

El 30 de agosto de 167, Rosa de Lima, fue declarada oficialmente santa por la iglesia católica y, en aquella oportunidad, la proclamaron como la patrona del Perú, América y Filipinas.