El viacrucis consiste en recorrer espiritualmente el camino que hizo Jesús hasta el monte Calvario mientras cargaba la Cruz, así como la oportunidad de interiorizar en su sufrimiento, según el portal católico especializado ACI prensa.
Viacrucis significa en latín “El camino de la Cruz”. Este trayecto está compuesto por 14 estaciones que representan ciertas escenas de la Pasión, correspondientes a un incidente en particular o la forma especial de devoción relacionada con tales representaciones.
Rezar el Viacrucis es una tradición popular muy antigua, surgida de las peregrinaciones que los cristianos realizaban a Tierra Santa. Se reza los días viernes, especialmente los de Cuaresma y el Viernes Santo, pues es una manera de prepararnos para la gran fiesta de la Pascua, al mismo tiempo que ponemos toda nuestra confianza en Dios.
Estas son las 14 estaciones:
Primera: Jesús es condenado a muerte
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26
Pilato les preguntó: "¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?" Contestaron todos: "¡Que lo crucifiquen!". Pilato insistió : "Pues ¿qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban más fuerte: "¡Que lo crucifiquen!". Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.
Segunda: Jesús avanza con la cruz a cuestas
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 27-31
Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha.
Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: "¡Salve, Rey de los Judíos!". Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella en la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.
Tercera: Jesús cae por primera vez por el peso de la cruz
Lectura del libro del profeta Isaías 53, 4-6
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Cuarta: Jesús encuentra a su madre María
Lectura del Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma". Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Quinta: Simón el Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
Lectura Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24
Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz. Jesús había dicho a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga".
Sexta: Verónica limpia el rostro de Jesús
Lectura del libro del profeta Isaías 53, 2-3
No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado.
Del libro de los Salmos 26, 8-9
Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro". Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación.
Séptima: Jesús cae por segunda vez
Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16
Yo soy el hombre que ha visto la miseria bajo el látigo de su furor. El me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mis caminos con piedras sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarro, me ha revolcado en la ceniza.
Octava: Jesús consuela a las mujeres que lloran por él
Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 28-31
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: 'Dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado'. Entonces empezarán a decirles a los montes: 'Desplomaos sobre nosotros'; y a las colinas: 'Sepultadnos', porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?
Novena: Jesús cae por tercera vez
Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 27-32
Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor no desecha para siempre a los humanos: si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso amor.
Décima: Jesús es despojado de sus vestiduras
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir la "Calavera"), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes y luego se sentaron a custodiarlo.
Décimoprimera: Jesús es clavado en la cruz.
Lectura del Evangelio según San Mateo 7, 37-42
Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: "Este es Jesús, el Rey de los judíos". Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: "Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz".
Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: "A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos".
Décimosegunda: Jesús muere en la cruz
Lectura del Evangelio según San Juan 19, 19-20
Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: "Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos". Leyeron el letrero muchos judíos, estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 45-50. 54
Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: "Elí, Elí lamá sabaktaní", es decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Al oírlo algunos de los que estaban por allí dijeron: "A Elías llama éste".
Uno de ellos fue corriendo; enseguida cogió una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Los demás decían: «Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo». Jesús, dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: "Realmente éste era Hijo de Dios".
Décimotercera: Jesús es bajado de la cruz y puesto en los brazos de su madre María
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 54-55
El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: "Realmente éste era Hijo de Dios". Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle.
Décimocuarta: Jesús es llevado al santo sepulcro
Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 59-61
José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro.