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Controle la ansiedad a la hora de comer en Nochebuena
Siga estos consejos de los nutricionistas para tener una alimentación saludable en las fiestas.
La Navidad está vinculada estrechamente con la comida. Reunirnos alrededor de una mesa y compartir es el eje central de las celebraciones navideñas, en las que abundan alimentos como la natilla y los buñuelos, además de las diferentes tradiciones que cada región del país posee. Por eso, ante la abundancia de alimentos y el ánimo festivo que nos envuelve por estos días, es posible que muchas personas sucumban ante la ansiedad y terminen excediéndose con la comida.
Como explica la nutricionista Olga Lucía Pinzón, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, por estas épocas comenzamos a salir de la rutina y asociamos los momentos de disfrute, flexibilidad y tiempo libre con espacios para comer y compartir. “Al haber tanta disponibilidad de comida, al tranquilizarnos, encontramos momentos en los que, si no lo sabemos manejar, muchas personas van a entrar en ansiedad y van a querer comer más”.
Para enfrentar este tipo de situaciones en eventos como el de esta Nochebuena, la experta recomienda, por ejemplo, colocar entre las opciones que se sirven alimentos como frutas y vegetales: “Está muy de moda en las mesas colocar fruta en figuras, vegetales como snacks, dejar de lado las bebidas azucaradas y tener disponibilidad de agua como una opción a la hora de tomar algún líquido”, sugiere Pinzón.
La temperatura del aceite es indispensable para evitar accidentes caseros. Foto:iStock
Otra estrategia recomendada por la doctora Catalina Molina, nutricionista del Hospital Universitario San Ignacio, es fraccionar la alimentación en cinco tiempos de comida. El propósito es evitar que al saltarse un momento de alimentación como el desayuno, el almuerzo o la cena, se acumule la ansiedad de saciarse, lo que puede ocasionar que al hacerlo finalmente se coma sin moderación y en grandes cantidades.
“Eso ocurre mucho en época decembrina o en vacaciones, que nos empezamos a saltar tiempos de comida por una u otra razón y terminamos comiendo el triple y no nos damos cuenta”, explica la doctora Molina, quien también recomienda incluir en los cinco tiempos de comida –en Navidad y en cualquier momento del año– proteínas de origen vegetal o animal.
No excederse
Sin embargo, la doctora Molina reconoce que la alimentación no solo está conectada con un contexto social, sino con las emociones. Por eso hay quienes terminan comiendo no por un hambre genuina, sino en busca de apaciguar una sensación de frustración que puede exacerbarse en estas fechas. Algo para lo que la sensación de placer y acompañamiento que proporcionan los alimentos crujientes como los fritos, los azucares y los carbohidratos se presentan como una ilusión atractiva para enfrentar la depresión y soledad que a veces despiertan las festividades.
El problema es que el manejo de su consumo se nos vaya de las manos. “Comerlos no está mal, no hay que satanizar ningún alimento, pero hacerlo en exceso está relacionado con esa carencia emocional que se tiene”, señala Molina. Por eso, la invitación de los expertos es a regular las porciones y comer saludablemente.
Para el doctor Patrick Verhelst, médico psiquiatra del Hospital Universitario San Ignacio, sobre este tema es necesario desde la psicología y la psiquiatría mirar más allá de las calorías, los alimentos y el ejercicio y empezar a pensar en cómo es nuestra relación con la comida. “Muchas veces tendemos a manejar la ansiedad y la tristeza con la comida. Debemos tratar de ser más conscientes de esa relación y acompañarlo con un poco de educación”, plantea. Esto con el fin de conocer, por ejemplo, qué alimentos pueden subir el colesterol, cuáles tienen que ver con los triglicéridos o, si se trata de una persona que tiende a tener intolerancia a los carbohidratos o azúcar alta, qué debe hacer.
En el caso particular de las festividades, la doctora Pinzón sugiere tratar de encontrar actividades o pasatiempos que no giren alrededor de la comida –como suele ocurrir en las celebraciones latinoamericanas–. Además, no planear la alimentación, como lo haríamos en situaciones normales y dejarla al azar puede llevar al consumo de productos ultraprocesados.
Otras recomendaciones de los expertos para estas fechas es controlar el consumo de embutidos, considerados poco saludables, y evitar la ingesta excesiva de alcohol. “Dependiendo de la cantidad de alcohol que se consuma también se manifiestan muchas emociones que hacen que las personas entren en estados de tristeza, depresión, que se generen problemáticas en el interior de las familias y con quienes se comparte”, asegura Pinzón.