Malta: lo que debe saber para descubrir este mítico destino del Mediterráneo

Ubicada en las coordenadas 35° 50’ N, 14° 35’ E o, lo que es lo mismo, a la latitud de Túnez y la longitud de Libia, justo de bajo de Sicilia (Italia), se encuentra Malta. Un conjunto de islas que fueron pobladas en torno al año 5.000 antes de Cristo. Desde entonces han pasado fenicios, romanos, bizantinos, árabes, normandos, aragoneses y la Orden de los Caballeros de San Juan.

El archipiélago, formado también por las islas de Gozo y Comino, es uno de los destinos más fascinantes del Mediterráneo, pero sus nuevos visitantes llegan por avión, y no vienen a conquistarla; por el contrario, muchos quedan conquistados por sus encantos.

Su clima amable todo el año, las costas con aguas cristalinas que se prestan para nadar y bucear, y una gastronomía excelente son ya un atractivo suficiente para que el viajero que pasea por Europa y desee pasar unos días de relajación se decida a visitar Malta.

Pero no son los únicos alicientes que ofrece. Sin duda, otro de los atractivos es su historia, un verdadero compendio de casi todas las grandes culturas del Mare Nostrum, que ha dado a Malta una idiosincrasia única entre las islas mediterráneas.

Empezando por la cultura de los templos, la primera civilización de la que se tiene conocimiento y que hacia mediados del cuarto milenio levantaron unas construcciones megalíticas anteriores a Stonehenge o las pirámides egipcias. Se conservan varias como las de Ggantija en la isla de Gozo o la de Tarxien en la isla de Malta, reconocidas por la Unesco como patrimonio de la humanidad. Son una visita tan poco habitual como recomendable para quienes llegan por primera vez y desean sumergirse no solo en sus aguas, sino también en la historia de uno de los países más pequeños, y nuevos, de Europa.

La mejor opción para amantes de la historia, o simplemente los viajeros curiosos que deseen conocer y entender la identidad maltesa, es comenzar la visita con un tour general por La Valeta para explorar después opciones de visitas por la isla.

Aunque la mayor parte de los turistas se suelen alojar en la capital La Valeta y sus alrededores, no hay que dejar de conocer Mdina, la antigua capital de la isla. Conocida como la ciudad del silencio, es una población medieval construida sobre restos fenicios y romanos, y que mantiene el encanto de la época en la que fue sede de la nobleza local, de origen aragonés, cuando Malta era parte de la corona de Aragón.

La catedral de San Pablo, el Palazzo Vilhena o el Palazzo Falson son algunos de los monumentos por conocer. Las visitas al atardecer son espectaculares, igual que sus vistas sobre la isla.

Cerca de Mdina, en la parte norte de Malta, se encuentran entre imponentes acantilados las playas de arena de Golden Bay o Il Wahx para disfrutar del sol en casi cualquier época del año o la Popeye Village, una ciudad construida para el rodaje del musical del mismo nombre, protagonizado por Robin Williams, y que actualmente funciona como lugar de recreo acuático enfocado a los niños y las familias.

La llegada de los Caballeros de la Orden de San Juan, conocida como la orden de Malta, en el siglo XVI, supuso el traslado de la capital de la isla a La Valeta, una ciudad completamente nueva construida al borde del mar sobre un promontorio, y que fue la primera ciudad construida sobre plano. Alberga cientos de monumentos, entre ellos 25 iglesias espectaculares, y edificios históricos en tan solo 50 hectáreas, lo que la convierte en un museo al aire libre.

Entre todos destaca la joya de la corona, la Concatedral de San Juan, que esconde tras una fachada manierista una de las iglesias más ricas del mundo y una obra cumbre del Barroco. Es una visita obligatoria junto con un paseo por la calle principal de La Valeta, la plaza de Castilla y su mirador al puerto. Para aprovechar la visita al máximo, y dada la densidad de lugares históricos y monumentos, lo mejor es hacerlo en un tour con guías especializados, como los de authenticmalta.com u otras compañías similares.

Frente a La Valeta, desde el mirador de la plaza de Castilla, se encuentran las ‘tres ciudades’, Senglea, Vittoriosa y Cospicua, en cuyas calles estrechas se respira un ambiente típicamente mediterráneo con sus iglesias por doquier y plazas con encanto que trasladan al visitante a un estilo de vida que se está perdiendo en otros lugares. No hay que dejar de visitar en esta zona el fuerte de San Miguel, desde el cual se tienen unas vistas privilegiadas.

Quienes deseen retroceder más aún en la historia sin desplazarse demasiado pueden ir hasta la vecina ciudad de Paola, a menos de 15 minutos, al Hipogeo de Hal Saflieni, una necrópolis subterránea descubierta a principios del siglo pasado y datada en época prerromana. Se recomienda reservar la entrada con antelación. A muy poca distancia se pueden visitar los templos de Tarxien.

Aunque La Valeta y las ‘tres ciudades’ no tienen playa propiamente dicha, es posible darse un baño en el mar, muy merecido después de un día de paseo y cultura, en diferentes lugares de la zona como Rinella Bay o en diferentes puntos de las rocas del paseo marítimo. La falta de arena es compensada por unas vistas espectaculares y agua cristalina.

Más verde, más rural y situada más al norte se encuentra la isla de Gozo, a la que se puede acceder en ferri desde el puerto de Cirkewwa, al norte de Malta, aunque también salen algunos ferris desde la terminar portuaria de La Valeta.

La isla ofrece una gran variedad de propuestas para el visitante que busca tranquilidad. Desde visitar el santuario católico de Tapinu, lugar de peregrinación de los malteses, pasando por las salinas de Xwejni, que llevan siglos produciendo este condimento, o el puerto de Malsaform, donde pasear o comer un buen pescado.

Por supuesto, no hay que dejar de visitar Rabat, la capital de Gozo donde se puede recorrer su impresionante ciudadela medieval, entrar en la catedral o visitar la iglesia de San Jorge en el exterior.

Los privilegiados que dispongan de una semana en Malta podrán disfrutan de una paraíso mítico, cobijado de historia y playas.

Información general: visitmalta.com y www.minube.com/viajes/malta

Moneda: es el euro, y los enchufes eléctricos son de tipo británico o europeo. Mejor llevar adaptador.

Visado: Malta forma parte del espacio Schengen, por lo que se puede acceder desde países como España, Francia o Italia sin necesidad de visado. Si se viaja desde Londres, sí se necesita.

Clima: otoño y primavera son dos épocas de muy buen clima en Malta y Gozo, con temperaturas templadas y sol casi asegurado.

Vuelos: para los viajeros americanos, la conexión a Malta se realiza desde aeropuertos de Barcelona, Roma, Londres o Madrid con precios que oscilan entre los 150 y 250 el tiquete.

PARA EL TIEMPO