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Avión que voló sin vidrios en las ventanas: qué dijeron las autoridades y el fabricante
La rama de investigación de accidentes aéreos está trabajando con el fabricante en el proceso.
Los cristales sufrieron daños tras ser expuestos a luces de alta potencia. Foto: Air Accidents Investigation Branch (AAIB) - UK Government
Los vuelos comerciales son una parte cada vez más común en la vida diaria. Desde hace décadas, los aeropuertos de Colombia despachan cientos de vuelos al día a destinos nacionales e internacionales.
Sin embargo, muchos aún tienen una fobia incontrolable hacia los aviones y a la idea de que algo pueda fallar en la aeronave mientras están en el aire.
Pues bien, el pasado 4 de octubre ocurrió una situación que resultó terrorífica para los pasajeros: el avión que los transportaba despegó con cuatro ventanas dañadas, dos de las cuales ni siquiera tenían vidrio, según el reporte de los investigadores de accidentes aéreos del Reino Unido.
El accidente
Según el boletín especial publicado por la Rama de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB), la aeronave era un Airbus A231 que salía del aeropuerto Stansted, en Londres, hacia Orlando, Florida, EE.UU.
Dentro del vehículo había 11 de la tripulación y apenas nueve pasajeros, todos empleados de la compañía dueña del avión.
El vehículo despegó y los tripulantes notaron que dentro del avión estaba haciendo más frío y ruido de lo normal, pero el vuelo siguió su rumbo. Cuando la aeronave llegó a nivel de vuelo, la señalización del cinturón de seguridad se apagó, uno de los tripulantes se paró y caminó hacia la parte de atrás del avión, y notó que entre más caminaba, más duro sonaba.
Fue ahí cuando notó que uno de los cristales de las ventanas en el costado izquierdo del avión estaba aleteando con el viento. El tripulante describió el sonido como “lo suficientemente fuerte para dañar sus oídos”.
El hombre fue a avisarle al comandante de vuelo de la situación, quien, ya con el avión a 4250 metros sobre la tierra, no se había enterado de la falla, pues el sistema de presurización estaba funcionando a la perfección.
El tercer piloto y el ingeniero de vuelo fueron a ver la ventana y decidieron regresar a Londres de inmediato, recordando a los pasajeros el uso de las máscaras de oxígeno.
Finalmente, el avión aterrizó sin heridos y tanto la tripulación como los pasajeros desembarcaron a salvo, para enterarse horas después, tras el chequeo de seguridad, que no solo una ventana estaba dañada, sino cuatro, y que dos de ellas ni siquiera tenían cristal exterior.
Dos de los cristales no estaban y otro estaba colgando. Foto:Air Accidents Investigation Branch (AAIB) - UK Government
Explican los reportes oficiales que los daños se produjeron después de que las ventanas fueran expuestas directamente y por alrededor de cinco horas a unas luces de alta potencia que se usaron el día anterior para una grabación.
¿Qué respondió la AAIB?
Poco tiempo después de darse a conocer el accidente, la AAIB publicó en internet el boletín especial del accidente, en el que, además de narrar el suceso, exponen las especificaciones de vuelo y de tripulación, los daños.
“Este Boletín Especial se publica para crear conciencia de una ocurrencia reciente en la que varias ventanas de cabina de un Airbus A321 sufrieron daños por luces de alta potencia usadas en un evento de filmación”, escribió la AAIB en la introducción.
“El trabajo está en curso con el fabricante y el operador para entender a cabalidad las propiedades de las luces usadas y cómo manejar este riesgo en el futuro”, agregó la rama investigativa.
El Boletín demuestra que el piloto tenía una licencia autorizada y activa, además de 4.905 horas de vuelo registradas.
La investigación de la AAIB arrojó que los retenedores de las ventanas estaban en buena condición e instalados correctamente. El fallo ocurrió porque las luces derritieron los anillos de espuma ubicados en la parte trasera de los revestimientos en las áreas adyacentes a las ventanas afectadas.
Además, los cristales dañados que se encontraban aleteando fueron examinados, y los resultados arrojaron que estaban “deformes y encogidos”, lo que causaba que ya no encajaran con los sellos de caucho. Situación preocupante para muchos, tomando en cuenta que las ventanas se exponen diariamente a la luz solar.
Los cristales se deformaron y el anillo de espuma se derritió. Foto:Air Accidents Investigation Branch (AAIB) - UK Government
El estudio concluyó que el daño se volvió evidente apenas cuando la aeronave llegó a nivel de vuelo. Sin embargo, un daño un poco más grave pudo haber resultado en consecuencias mucho más graves para la integridad de los pasajeros, especialmente si la integridad de la ventana se hubiera perdido a una presión diferencial mayor.
Finalmente, la AAIB asegura estar trabajando con BEA, el fabricante de la aeronave, y con el operador de vuelo, para entender cómo una situación similar puede ser prevenida en el futuro.