La revista británica Mother and Baby se dio a la tarea de entrevistar a mil madres sobre el tema y concluyó, hace unos años, que durante los dos primeros años de vida de los hijos es más frecuente sufrir cansancio extremo, que las lleva a dormir, en promedio, cuatro horas diarias.
Las sicólogas argentinas Gabriela Bianchi, Mariela Apud y María Alejandra Luvatti, según reporta el periódico Página 12, retomaron la teoría de investigadores estadounidenses denominada ‘Síndrome de la madre agotada’, referente a las mujeres sobrecargadas, que tienden, a la búsqueda de la perfección.
Dice la sicóloga Rocío Hernández, especialista en manejo de crisis de As Buena Vida, que, además de agotadas, suelen mezclar este sentimiento con la culpa, pues aman a sus hijos, pero a veces no quieren estar con ellos.
Marcela Ariza, sicóloga y directora del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana, señala que para muchas mujeres la vida hoy es “una carrera en la que enfrentamos obstáculos, hacemos sacrificios, emprendemos desafíos. Muchas mujeres se sienten agotadas y han perdido de vista cuál es la meta”.
Bola de nieve
Surgen problemas derivados de ese cansancio que no se detuvo a tiempo y que resultan más grandes que las causas, dice la especialista Hernández. Por ejemplo, separación o depresión profunda.
Este síndrome es más frecuente en las mujeres y la diferencia con los hombres radica en que ellos ponen en primer lugar sus necesidades.
“No se trata de decidir qué cosas hará cada uno dentro del hogar, sino de darse cuenta de que una familia es un proyecto que requiere implicación”, señala la sicóloga Ariza.
Las madres deben entender que es legítimo pedir un descanso y cultivar aficiones.
El éxito está en delegar
Hay que aprender a delegar, aconseja la sicóloga Marcela Ariza, y para eso debe haber consenso de pareja. La sicóloga Rocío Hernández recomienda identificar las áreas en las que se siente el agotamiento: físico, emocional o mental. Si es físico, puede hacer actividades liberadoras, como tomar clases de yoga. Si es emocional e intelectual, porque se siente sola en la crianza o con sentimientos de rabia, además de hablar con su pareja, puede buscar la ayuda de un especialista.
¿Y los hombres?
Ellos saben decir “no” con más facilidad que las mujeres, pues generalmente ponen en primer plano sus gustos e intereses. Por esa razón, es más difícil que se sobrecarguen al exceso como las mujeres, pues ellas creen que si delegan tareas, no quedarán tan bien hechas como si las hubieran realizado ellas.
El trabajo en equipo es fundamental en el hogar.
Mujeres que trabajan, estudian y son madres
Mónica Serrano es i- nistradora de empresas. Cuando estaba embarazada y en los primeros meses de su bebé, además de trabajar, cursaba una especialización los fines de semana. Sin embargo, asegura que jamás se sintió cansada.
“Mientras yo dormía al niño, mi esposo –que estudiaba conmigo– adelantaba los trabajos o viceversa.
Si no hubiera tenido su ayuda, seguramente me hubiera enloquecido”, confiesa.
El caso de Paola Cifuentes es diferente. Tiene un bebé de casi 4 meses y siente que no da más. En las noches se despierta cada dos horas para alimentar al pequeño. Al mediodía se escapa para bañarlo, porque el tiempo no le alcanza en la mañana. Regresa de su trabajo con los senos cargados de leche, los brazos y la espalda adoloridos. Confiesa, incluso, que ha estado a punto de dormirse mientras conduce. Esto, además de cansancio físico, la ha llevado a sentirse emocionalmente triste y agobiada.