Después de leer el libro del Dr. Leonard Sax, pediatra y psicólogo norteamericano, quedan varias preocupaciones e interrogantes. El libro se titula El colapso de la crianza (The collapse of parenting), y es una publicación reciente que sostiene que los padres de hoy están en una verdadera crisis.
El resultado de esta situación son niños irrespetuosos, malcriados, arrogantes, igualados y con una grave falta de organización mental y psicológica. De hecho, el experto cree que la cultura de criar bien se ha perdido. Así, por ejemplo, narra cómo niños de 10 años acuden a consultas y se portan de manera grosera, siempre usando el celular, o al punto de mandar a callar a sus padres, quienes, avergonzados, se callan. (Te puede interesar:
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Esto, dice el doctor Sax, no hubiese pasado en los 90 ni en el 2000. “Ahora lo común es que los niños y las niñas les falten al respeto a sus padres, a sus compañeros y a otros adultos, llegando a ser casi crueles con las personas que los rodean”, sostiene.
El libro también explica que hubo una especie de transferencia de la autoridad ejercida por los padres a los hijos, y esta abdicación de la autoridad les está haciendo un daño grave a los niños porque están perdidos, no tienen claro qué está bien o qué está mal, se han vuelto caprichosos y mandones, tomando decisiones equivocadas, sin que los padres se atrevan a corregirlos.
En consulta, con frecuencia, veo padres que quieren retomar el control de la crianza de sus hijos pero no saben cómo hacerlo; se sienten un poco a la deriva y frustrados con el manejo que les están dando a sus hijos. Por eso es necesario hacer un trabajo con ellos para volverlos a empoderar y hacerles ver que son ellos los que saben qué es lo correcto, son guías y no deben sentirse intimidados por los niños. Por el contrario, deben reorganizar su estilo de crianza, teniendo reglas concretas, con consecuencias y limites claros.(Consejo ABC del Bebé:
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Pilas con la tecnología
Los padres deben dejarles claro a los hijos que son ellos los que mandan. El hecho de que los hijos sepan más de tecnología no debe intimidarlos ni bloquearlos a la hora de criar, aunque sea un hecho que la tecnología tiene totalmente capturada a esta generación de niños y jóvenes. El último estudio demostró que los niños ‘textean’, chatean o juegan con algún aparato tecnológico un promedio de siete horas y media al día. ¡Esto es demasiado! Estoy de acuerdo con el doctor Sax cuando dice que a los niños no se les debe permitir dormir con el celular prendido y usarlo a cualquier hora de la noche.
La realidad es que hoy en día niños de 10, 12, 14 y 16 años duermen con el celular en sus cuartos, y sus padres lo permiten. El celular en la noche debe quedar apagado, y cargándose en el cuarto de los papás. Ningún niño debe tener un teléfono celular en la noche sin la supervisión adulta. Esto lo recomienda de manera enfática la Academia Americana de Pediatría en las guías publicadas para padres en el 2013. Sin embargo, para los papás es casi imposible seguir esta recomendación.
Existe también un estudio de la Universidad de Rutgers, publicado el mes pasado en Journal of Child Neurology”, que encontró que los niños que prendían pantallas de celulares en la noche hasta altas horas no duermen bien, pues la luz que produce el celular no permite que se produzca melatonina, esencial para un sueño profundo y reparador. La falta de sueño hace que estos niños y jóvenes no aprendan bien, ya que la tecnología nocturna impacta de manera negativa la atención y la memoria. A pesar de todo, ellos siguen pegados a sus celulares hasta altas horas de la noche, lo cual hace urgente que los padres pongan límites a este abuso de la tecnología, pues bien istrada es un herramienta de gran provecho, pero los excesos, como en todo, hacen daño.
Igualmente, se deben buscar más espacios para pasar tiempo en familia. El espacio de comer juntos es para compartir la hora de la comida en familia, sin celulares se fortalecen los vínculos entre todos y se fomenta la buena comunicación. Lo mismo pasa con los espacios para que los niños puedan jugar al aire libre con amigos o padres. El deporte es una actividad que exige disciplina, respeto por los demás, trabajar en equipo, manejo de la frustración y desarrollo de la empatía.
Papás, reflexionen sobre como están criando a sus hijos y empiecen poco a poco a hacer cambios que los lleven a poner orden en su hogar de una manera firme y contundente, pero siempre amorosa.