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Cierran compuertas en embalses del río Bogotá por aumento de lluvias y emiten alerta a municipios aguas abajo

Medida busca mantener el control de los sistemas de regulación del agregado Norte y evitar desbordamientos.

Cierre de las compuertas del embalse El Sisga y la reducción de las descargas en Tominé, Foto: CAR

Subeditora de Bogotá Actualizado:
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) confirmó este lunes el cierre total de las compuertas del embalse El Sisga y la reducción de las descargas del embalse Tominé, como medida preventiva ante el aumento sostenido de los niveles del río Bogotá por las intensas lluvias que se han registrado en la región en las últimas horas.
La decisión fue tomada durante una sesión extraordinaria del Comité Hidrológico del río Bogotá, en la que también participaron entidades como ENEL, la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y otras instituciones con competencia en la gestión del recurso hídrico.
Teniendo en cuenta los niveles que se han presentado en la cuenca Alta del río Bogotá, a la altura del municipio de Chocontá, se dispuso esta medida para reducir riesgos e incidentes
Según explicó Edwin García, director de Recursos Naturales de la CAR, el cierre de compuertas en El Sisga y la reducción de descargas en Tominé busca mantener el control de los sistemas de regulación del agregado Norte y evitar desbordamientos o incidentes aguas abajo, especialmente en municipios como Gachancipá y Tocancipá.

Medidas por lluvias. Foto:CAR

“Teniendo en cuenta los niveles que se han presentado en la cuenca Alta del río Bogotá, a la altura del municipio de Chocontá, se dispuso esta medida para reducir riesgos e incidentes”, señaló García.
Hacemos un llamado preventivo a los municipios de la cuenca baja del Río Bogotá para que activen sus cuerpos de emergencia y estén preparados para hacer frente a los riesgos asociados al aumento de niveles críticos
La situación preocupa también en la cuenca media, donde la Empresa de Acueducto reportó un incremento notable en los niveles del río Bogotá y del río Tunjuelo, particularmente en el sector suroriental de la capital, cerca del embalse La Regadera. En esta zona se han registrado encharcamientos en varios sectores.
La alerta es mayor en la cuenca baja. En Alicachín, municipio de Soacha, las descargas del río superan los 105 metros cúbicos por segundo, a lo que se suman los picos de creciente del río Tunjuelo. Más abajo, en el tramo comprendido por La Guaca (El Colegio), el caudal ya supera los 140 metros cúbicos por segundo y se espera que continúe en aumento.
Ante este panorama, la CAR emitió una alerta para los municipios de la cuenca baja del río Bogotá, exhortándolos a activar sus comités de gestión del riesgo y prepararse para eventuales afectaciones por desbordamientos o crecientes súbitas. Las autoridades locales deberán mantener un monitoreo constante y tomar medidas preventivas para mitigar los impactos de la actual temporada de lluvias.

Cierre de compuertas. Foto:Cierre de compuertas.

“Hacemos un llamado preventivo a los municipios de la cuenca baja del Río Bogotá para que activen sus cuerpos de emergencia y estén preparados para hacer frente a los riesgos asociados al aumento de niveles críticos”, reiteró García.
La CAR aseguró que continuará con el monitoreo permanente del comportamiento del río y proporcionará información técnica actualizada a las autoridades para apoyar la toma de decisiones que permitan proteger a las comunidades en riesgo.

¿Qué está pasando en los ríos de la región? 

El sistema hídrico de la región está bajo presión. En la cuenca alta del río Bogotá, los niveles en Chocontá han aumentado considerablemente, lo que obligó al cierre total de las compuertas del embalse del Sisga y la reducción de la descarga en el embalse de Tominé a 2 metros cúbicos por segundo, para proteger a municipios como Gachancipá y Tocancipá.
En la cuenca media, aunque los niveles del río Bogotá aún no alcanzan un estado crítico, sí presentan un crecimiento sostenido. Particularmente, las lluvias intensas en la parte suroriental (zona del embalse de La Regadera) provocaron el aumento significativo del río Tunjuelo, ocasionando encharcamientos en diferentes sectores de la ciudad.
La situación más delicada se presenta en la cuenca baja. Las compuertas de Alicachín, en Soacha, están liberando más de 100 m³/s, y con los incrementos del río Tunjuelo y los flujos procedentes de la cadena de generación en La Guaca (municipio de El Colegio), los niveles superan actualmente los 130 m³/s, con tendencia al alza. Ante el riesgo de crecientes críticas, se emitió una alerta a los municipios de la cuenca baja para que activen sus comités de gestión del riesgo y adopten medidas preventivas.
El desbordamiento del río Tunjuelito dejó más de 100 familias afectadas, luego de que el agua impactara directamente 40 viviendas, según el balance preliminar de las autoridades.
Ante la emergencia, la Alcaldía Local de Tunjuelito convocó un Consejo Local Extraordinario de Gestión del Riesgo para coordinar las acciones de atención a los damnificados.
Tras la caracterización de los afectados, se activó un paquete de ayudas humanitarias destinado a las familias perjudicadas. Además, la Empresa de Acueducto intensificó las labores de limpieza en las alcantarillas y reforzó el control del cauce del río, con el objetivo de prevenir nuevas emergencias.

Alcalde de Bogotá se pronuncia sobre embalses 

Así se veía el embalse San Rafael hace un año. Foto:SERGIO ACERO YATE / EL TIEMPO

Dos semanas después de que se levantara el racionamiento de agua en Bogotá, las noticias son alentadoras. El sistema Chingaza, principal fuente de abastecimiento para la ciudad, supera el 45% de su capacidad y se encuentra 23 millones de metros cúbicos por encima de la curva guía, es decir, del nivel considerado normal para esta época del año.
Tenemos que seguir trabajando juntos. Bogotá está viva, no crean en teorías ‘chimbas’ de quienes cada día trinan sobre un nuevo apocalipsis
Además, el consumo promedio de agua en la capital se mantiene por debajo del que se registraba antes del racionamiento, lo que indica una mayor conciencia ciudadana sobre el uso responsable del recurso.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, celebró los avances y pidió mantener el compromiso colectivo: “Tenemos que seguir trabajando juntos. Bogotá está viva, no crean en teorías ‘chimbas’ de quienes cada día trinan sobre un nuevo apocalipsis”, afirmó en un mensaje a la ciudadanía.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
Escríbanos a carmal@eltiempo.com 

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