El 18 de enero del 1989 se originó una tragedia en Simacota, Santander. Doce personas fueron brutalmente asesinadas por el grupo paramilitar Los Macetos.
Ese día, 15 de la comisión judicial de San Gil viajaron a Simacota, Puerto Parra y Cimitarra para investigar una serie de asesinatos y desapariciones.
Todo ha sido un misterio y hoy, 34 años después, la Fiscalía acusó a Tiberio Villareal Ramos, excongresista santandereano, por su presunta participación en esta masacre denominada La Rochela.
Los delitos por los que es acusado el exdirigente son homicidio y tentativa de homicidio.
Según se ha podido establecer, Alonso de Jesús Baquero, alias Vladimir, fue el encargado de la muerte de los 12 funcionarios, pero declaró en contra del excongresista santandereano señalándolo como el cobrador de dineros a comerciantes de Bucaramanga para la financiación de grupos paramilitares y de campañas políticas.
EL TIEMPO consultó con Tiberio Villareal, quien indicó que todo esto se debe a un montaje de la Fiscalía, y es totalmente mentira lo que se ha señalado. Negó reuniones en Bucaramanga o el recibimiento de dineros de comerciantes.
Tildó a alias Vladimir como de mitómano y paranoico, pues solo hay un testimonio y no habría podido comprobar sobre dichas reuniones.
"No me ha afectado en nada, ya demostré un sin número de veces mi total inocencia de cargos infundados hechos por un bandido criminal. Desde 1995 que inició un montaje político desde la cárcel de Cúcuta. La única y sola prueba que tiene la Fiscalía es la de Vladimir Vaquero, que certifica que yo llamé a un mayor para presionarlo de que dieran la orden de matar a la comisión, pero hay testimonios de las autodefensas que este es un hecho autónomo de Vladimir, todo está probado y está demostrado con más testimonio que no es cierto".
Tiberio indicó que ya le notificaron sobre esta acusación, pero continuará defendiéndose, ya que para él todo es un montaje, falsedades y mentiras de alias Vladimir.