Aunque muchas personas hablan del ‘color negro’, un artista plástico, diseñador, o demás personas que trabajen con teoría del color lo corregirán de la misma forma: el negro no es un color.
La página oficial de dudas de Adobe, por ejemplo, postula que “A pesar de que se piense que el negro es un color, el negro no es un color, sino la ausencia de color. El negro es el resultado de la mezcla de colores secundarios como el cian, el magenta y el amarillo.” La respuesta completa, sin embargo, no es tan simple de explicar, así que aquí le haremos un desglose básico de las dos formas en que surge el negro.
Lo primero que debe quedar claro es que existen diferentes modos o formatos de color, es decir, formas de representar el espectro de color visible. Tal es el caso de los dos formatos más famosos: el CMYK y el RGB.
Los formatos o modos de color más conocidos son el RGB y el CMYK. Foto:iStock
CMYK
El CMYK es el nombre que se le da a la paleta cuyos colores primarios son el cian (en inglés Cyan), el magenta (Magenta), el amarillo (Yellow), de ahí la sigla de su nombre. ¿Y la ‘K’?, lo responderemos más adelante.
Este formato está pensado para la representación del espectro de color por medio de pigmento, y crea colores por medio de la mezcla de otros sobre blanco. Es decir, en teoría, en el CMYK, la falta de color no la representa el negro, sino el blanco. A esto se le conoce como síntesis sustractiva, pues, entre más colores, menos luminosidad ¿Entonces dónde entra el negro?
En el CMYK, como en los demás formatos que usen síntesis sustractiva, se llega al negro a través de la mezcla en igual proporción de los tres colores primarios, es decir, en este caso, del cian, magenta y amarillo. La misma forma se utiliza en el formato tradicional o RYB, es decir, el histórico Amarillo, Azul y Rojo, usado principalmente en la pintura.
Al resultado de la mezcla proporcional de todos los colores se le conoce en el mundo de las artes plásticas como “negro cromático”, pues tiene una luminosidad más alta a la del “negro acromático” o “comercial”, es decir, el que se hizo sin mezcla de colores, sino con un pigmento industrial.
Este, el “acromático”, es el que se conoce como ‘K’, que se añadió a la sigla para facilidad del electrodoméstico que más usa el formato CMYK: las impresoras. En pro de potenciar la eficiencia del sistema, se creó un cartucho con negro prefabricado, que es afín de cuentas, el color de tinta más usado en documentos impresos, y otro con cian, magenta y amarillo, que, en teoría, puede hacer todos los colores del espectro.
RGB
Los colores primarios del formato RGB son el rojo (Red), el verde (Green) y el azul (Blue), y está pensado para la representación del espectro de color por medio de la luz.
Este formato usa síntesis aditiva, lo que significa que los colores se suman para crear otros nuevos, y entre más colores más luminosidad. Con esta información es posible inferir que la mezcla proporcional de rojo, verde y azul lleva al color blanco, y que el negro, en este caso, representa la falta total de información.
Siendo el espectro de luz, este sistema se usa para representaciones en canales digitales electrónicos. Es por esto que si usted se acerca a muchos reflectores en eventos que parecen emitir luz blanca, verá pequeños bombillos azules, rojos y verdes. Los mismos bombillos, pero en tamaños microscópicos, componen la pantalla de su celular, y es por eso que, cuando lo apaga, la pantalla queda negra.
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