Una marca: Guinness, orgullo irlandés que se sirve muy lentamente

Desde su fundación, esta marca ha roto paradigmas del mundo cervecero.

Guinness es la cerveza oscura más famosa del mundo y uno de los orgullos de Irlanda. Foto: @GUINNESS

Actualizado:
Apenas van 260 años de 9.000 de arrendamiento que pactó Arthur Guinness (1725-1803) por un terreno que ocupaba una desmantelada cervecería en la puerta de St. James, Dublín, en 1759. Guinness, que ya hacía cerveza, había decidido fundar allí su propia marca.
Ese 31 de diciembre de 1759 fue la génesis de la cerveza que es orgullo de Irlanda. Guinness quería competir con calidad en un medio donde había poca y los competidores reales eran los whiskies.
Pese a que el estilo porter (cerveza de cebada malteada tostada) era más propio de Inglaterra, se inclinó hacia este. Una década después era cabeza del gremio cervecero de Dublín y hacía la primera exportación de cerveza (seis barriles y medio) a Inglaterra. Más de dos siglos después, presente en cientos de países, es la cerveza oscura más conocida en el mundo.
Se dice que Guinness acuñó el término stout (que se convertiría en un estilo de cerveza) y ya en el siglo XX, en 1901, la cervecería fue la primera en abrir su laboratorio de investigación.
En 1959, Michael Ash, uno de los científicos de su equipo de creación, estableció una exitosa fórmula: su Guinness Draught fue la primera cerveza nitrogenada del mundo (otras son carbonatadas). Gracias a una combinación de nitrógeno y dióxido de carbono, logró su espuma aterciopelada, cremosa, hecha de pequeñas burbujas.

Nitrógeno en lata

La fórmula creó todo un ritual para ser servida. Y para no perder su efecto, aún envasada en lata, en 1988, incorporó a sus latas un cartucho de nitrógeno que se activa al destaparla y permite que cualquiera pueda disfrutar del “show visual” de sus burbujas en el vaso (ojalá de pinta inglesa) y de su espuma compacta. Esto se logra si el ritual se realiza con precisión, sirviéndola a una temperatura fría y en dos tiempos que suman 119,5 segundos (hay videos en YouTube con instrucciones para servirla).
Por eso, en 1998, para reforzar esta experiencia Guinness lanzó el eslogan: ‘Las cosas buenas les llegan a los que esperan’.
Actualmente, la antigua puerta de St. James, donde fue su primera fábrica, es lugar de peregrinación, aunque es hoy un edificio de experiencia interactiva sobre esta marca de cerveza negra (que en realidad es de un color rubí oscuro), pasteurizada y filtrada, hecha con el agua de las montañas de Wicklow, a la que atribuyen –por su pureza– parte de su exitoso sabor.
REDACCIÓN DE CULTURA

Sigue toda la información de Cultura en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Conforme a los criterios de

Saber más
Temas relacionados
Mis portales

¡Notamos que te gusta estar bien informado!

¡Notamos que te gusta

estar bien informado!

Para continuar leyendo, si ya eres suscriptor:

En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí