El metro de Bogotá sigue siendo uno de los proyectos de infraestructura más esperados en la historia de la capital. Empezó a ver la luz desde 1957, cuando el gobierno del General Rojas Pinilla contrató una firma japonesa para la construcción de la primera línea, no obstante, algunas decisiones políticas echaron para atrás la noción.
Desde entonces, la realización de este medio de transporte ha estado en medio de un sinfín de complicaciones que han hecho que su construcción no se haya podido realizar en 66 años.
Una de las iniciativas más fuertes que hubo para impulsar el proyecto se hizo en 1987, cuando la empresa Intermetro SPA de Italia, propuso rehabilitar las líneas férreas de la ciudad para el uso del sistema mediante tres fases de obra que comprendían 49,4 kilómetros de trayecto y 29 estaciones con un carril prioritario de 23 kilómetros.
Esta propuesta también caería por presupuestos y embates políticos a pesar de recibir el aval del presidente Virgilio Barco, pues se consideraba una obra no prioritaria para la agenda de aquel entonces.
Así las cosas, pasarían cerca de 30 años para que el metro de Bogotá volviera a ver la luz al final del camino. Finalmente, en 2019, el consorcio Metro linea 1, conformado por la empresa china Harbour Engineering Company Limited y Xi'An Metro Company Limited, fue adjudicado con el contrato para la realización del primer tramo de manera elevada.
Nuevas contradicciones con el metro
Las obras de adecuación del suelo del patio taller, localizado en Bosa y que se considera el corazón del proyecto, son las que presentan mayores progresos. A la fecha registran un avance del 71,9 por ciento. Según la Empresa Metro de Bogotá (EMB), esto equivale a un 20 por ciento por encima de la programación.
La opción que el señor presidente preferiría es la de soterrar desde la estación 8 de la carrera 50 con primero de mayo hasta la calle 72
Un avance sin precedentes en la puja por la construcción de este sistema de transporte masivo, pero que nuevamente volvió a tambalearse por las propuestas que pidió el gobierno Petro al consorcio chino, APCA Transmimetro, de estudiar las alternativas de realizar el proyecto de manera subterránea.
Las alternativas presentadas por el consorcio para soterrar parte del metro elevado cuestan entre 8 y 17 billones de pesos y la entrada en operación ya no sería en 2028, sino en 2035 o más.
Esto generó fuertes choques entre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y Gustavo Petro, no obstante, acordaron a principios de febrero volver al diálogo jurídico y técnico para evitar dilatar aún más la construcción del metro.
“La opción que el señor presidente preferiría es la de soterrar desde la estación 8 de la carrera 50 con primero de mayo hasta la calle 72, entonces vamos a hacer dos mesas de diálogo: una jurídica y una técnica y financiera”, expresó la mandataria en rueda de prensa.
A propósito de esta controversia, EL TIEMPO aprovechó las herramientas que ofrece la inteligencia artificial para ilustrar cómo se vería la ciudad cuando esta mega obra esté a disposición de todos los bogotanos. Los resultados arrojaron las dos opciones que se está planteando el consorcio el gobierno nacional.
Inteligencia artificial muestra a Bogotá con metro
Las imágenes fueron bastante variadas. Si bien hoy la controversia gira en torno a la realización del primer tramo subterráneo o elevado, la inteligencia artificial de Midjourney recreó el proyecto con las dos opciones, algo similar a lo que pidió el consorcio chino, es decir, una línea ‘aérea’ hasta la 72 y una subterránea hasta la calle 100.
Los registros muestran las icónicas montañas del sur y centro de la ciudad con los vagones, un tanto futuristas, recorriendo las encharcadas calles capitalinas. Es más, algunos muestran un ambiente bastante similar a la localidad de Chapinero.
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REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO