Infraestructura y conectividad en comunicaciones, pilares de la zona

De acuerdo con el Índice Departamental de Competitividad (IDC), los resultados para el año 2022 muestran que los tres departamentos del Eje Cafetero se ubicaron entre los primeros 10 lugares (Risaralda, quinto; Caldas, séptimo y Quindío, octavo) en el ámbito nacional.

En detalle, el IDC es un indicador sintético que involucra las condiciones habilitantes, el capital humano, la eficiencia de los mercados y el ecosistema innovador de cada uno de los departamentos.

Así lo cita la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas y agrega que las ventajas comparativas que permiten que Manizales, Caldas y la región del Eje Cafetero tengan potencialidades en materia de conectividad en comunicaciones e infraestructura se concentran en su fuerte institucionalidad, la disponibilidad de infraestructura estratégica que posee, sus importantes elementos culturales y, finalmente, su capital humano, que está asociado, en gran medida, al costo de mano de obra.

Mientras que, por otra parte, cree que es posible que la composición demográfica también contribuya debido a que las empresas están explotando el bono demográfico en términos de una población que se encuentra en edades altamente productivas.

Al respecto, fuentes de la Gobernación de Risaralda indican que este departamento ha contado con una inversión constante y expansión permanente de la infraestructura de los operadores de conectividad, a tal punto que se registra un aumento significativo en el número de suscriptores.

A su turno, portavoces de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío resaltan que, en cuanto a infraestructura vial, el Quindío cuenta con 2.103 kilómetros, de los cuales el 21,8 por ciento corresponde a vías primarias y secundarias y el 78,2 a vías terciarias. “El estado de las primeras es bueno; no obstante, son corredores que necesitan permanente mantenimiento y en el departamento específicamente se avanza en proyectos importantes para mejorar la conectividad nacional y regional”.

Sobre vías terciarias, explican que factores como la ola invernal han deteriorado diversos tramos que afectan la movilidad en la zona rural, lo que los ha motivado a insistirle al Gobierno nacional en la inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo para este cuatrienio de proyectos puntuales para mejorar las condiciones de estas vías, que son fundamentales para el traslado de personas y productos agrícolas, así como para el desarrollo turístico de la zona.

Con respecto a la posición destacada de esta región en estos aspectos, desde la Gobernación de Risaralda reconocen que este departamento es ejemplo para el resto de Colombia, dados los beneficios obtenidos para los ciudadanos, mediante la instalación y uso de infraestructura de conectividad y zonas Wi-Fi, que han incrementado el a plataformas virtuales educativas, apoyo a tenderos y microempresarios, y fortalecimiento al turismo, acercando mucho más los Gobiernos locales al ciudadano con una amplia oferta de trámites y servicios en línea.

En esa línea, los voceros de la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas reconocen que por la zona del Eje Cafetero circula aproximadamente el 70 por ciento de lo que se transporta entre el occidente y el centro del país.

Es decir que los departamentos del Eje Cafetero conforman uno de los centros logísticos más importantes del país. En este contexto se ha catalogado a la región como clave para potenciar el comercio nacional e internacional. Por otra parte, los avances en la infraestructura de transporte también han propiciado efectos relevantes sobre el desarrollo del turismo.

Así mismo, en cuanto a la institucionalidad de capitales, resaltan que Manizales se encuentra a la vanguardia nacional en el manejo de permisos de construcción y registros de propiedades, además de encontrarse en la cuarta posición según su facilidad para abrir negocios, de acuerdo con el índice Doing Business, que calculó el Banco Mundial para las capitales de Colombia.

“Más puntualmente, tanto en la medición del Índice Departamental de Competitividad como en el Índice de Innovación Departamental de Colombia, los departamentos del Eje demuestran gran fortaleza en infraestructura de servicios (Caldas ocupa el puesto número 4, Quindío el 3 y Risaralda el 5 lugar), así como en Infraestructura TIC (Caldas número 10, Quindío 7 y Risaralda 5). Dicha infraestructura les permite a las empresas exportadoras contar con las capacidades habilitantes para sus negocios”, precisan las fuentes de esa Cámara.

Mientras que desde la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío destacan que los departamentos del Eje Cafetero, y en especial el Quindío, tienen una ubicación estratégica en la geografía nacional, en el denominado ‘Triángulo de oro’, definido por las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali.

“Al interior de la región, Manizales, Pereira y Armenia están unidas por la autopista del Café, que se integra al corredor Bogotá – Buenaventura en el Quindío, conectando la región con el puerto de Buenaventura sobre el Pacífico, por donde transita el 60 por ciento del comercio internacional de Colombia, y con Bogotá y el oriente del país, dándoles a un importante mercado de consumidores”, agregan.

A lo anterior, estos portavoces suman la relevancia que representan la doble calzada en construcción entre Calarcá – Armenia – Montenegro – Quimbaya – Cartago, el corredor Bogotá - Buenaventura, que tendrá conexión directa por La Virginia y el túnel de Tesalia con la Concesión Pacífico III o doble calzada, que comunica con Medellín y Puerto Antioquia en el golfo de Urabá, conectando al Quindío y el Eje Cafetero con el Caribe.

Esta infraestructura se complementa con la red de aeropuertos regionales, que cuenta con dos terminales nacionales e internacionales que son de Matecaña y El Edén, un aeropuerto nacional (La Nubia, en Manizales) y un terminal aéreo en construcción (Aerocafé, en el municipio de Palestina).

La Cámara de Comercio de Armenia indica que la infraestructura mencionada permite afirmar que los departamentos del Eje Cafetero tienen una excelente red de comunicaciones terrestres en conexión de dobles calzadas con los principales centros urbanos del país y con puertos sobre el Pacífico y Atlántico, la cual se integra con una red de aeropuertos nacionales e internacionales que lo hace altamente competitivo desde el punto de vista logístico para el transporte de mercancía y la movilización de pasajeros y turistas.

Acerca de ese desarrollo vial, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) menciona el proyecto de concesión Armenia – Pereira – Manizales, que se ejecuta mediante el contrato de concesión No. 0113 de 1997 y que se encuentra en etapa de operación y mantenimiento actualmente.

Dentro de las actividades ejecutadas, la entidad informa que se intervino el corredor vial La Paila – Calarcá, compuesto por 62 kilómetros de origen – destino. En el periodo entre 2009 y 2013 se realizó la rehabilitación de 26,9 kilómetros y adicionalmente en el año 2015 se logró la rehabilitación de 9,5 kilómetros de vía origen – destino, en el sector comprendido entre el PR 76+000 - hasta el PR 85+500 de la ruta 4002A La Española - Calarcá.

Por su parte, el Instituto Nacional de Vías (Invías) asegura que el Gobierno nacional avanza en el desarrollo y ejecución de proyectos estratégicos en el Eje Cafetero, con el propósito de llevar bienestar a todas las regiones del país.

“Si bien este Gobierno encontró un rezago en los proyectos de infraestructura para el campo colombiano, también se ha preocupado por poner en marcha el programa ‘Caminos Comunitarios de la Paz Total’, con el que busca cerrar esa brecha. Es por eso que con actividades de mejoramiento, mantenimiento y rehabilitación a lo largo de 33.102 kilómetros de la red vial regional y caminos ancestrales, el programa promueve la productividad en el área rural, a la vez que genera el empoderamiento de las comunidades”, sostienen esos voceros.

De acuerdo con Invías, el Eje Cafetero es ejemplarizante para el resto del país porque alberga en su territorio el hito más importante en materia de infraestructura que se ha desarrollado en el país: el Cruce de la Cordillera Central, conformado por 31 puentes, 25 túneles y 3 intercambiadores viales, que benefician de manera transversal a diferentes sectores clave para el crecimiento del país, como el educativo, el comercial, el turístico, el cultural, el medioambiental, el social y el de transporte, entre otros.

“El túnel de La Línea es la obra más emblemática del proyecto Cruce de la Cordillera Central, tiene una longitud de 8,65 kilómetros y ha sido considerado como el más extenso de Latinoamérica. Su construcción marcó un antes y un después en la movilidad de Colombia, pues con él finalizó la obra más esperada por el país y que algunos expertos consideraron como imposible. Además, supuso el punto de partida del proyecto Cruce de la Cordillera Central, después del cual se redoblaron esfuerzos para lograr su finalización y dejar atrás pandemias, problemas geológicos y de infraestructura”, puntualizan los portavoces de esa entidad.