SEÑOR DIRECTOR:
Nos contaron ustedes ayer a los colombianos que el presidente Petro en su cabildo abierto de Barranquilla acusó a congresistas de la Costa de comprar votos y de recibir plata del narcotráfico; además, dejó abierta la puerta para convocar una huelga nacional. Tantas preguntas que surgen: por favor, ¿a dónde está conduciendo el país este presidente delirante? ¿Acaso el Presidente, por carta magna, no encarna la unidad nacional? ¿Exhibió ante sus áulicos una sola prueba de sus afirmaciones? ¿Los congresistas acusados públicamente se van a quedar callados?
Colombia, de verdad, merece un presidente que no atice la lucha de clases, que no polarice más los ánimos de los colombianos, que tenga un comportamiento público y privado decente, ejemplar; y, finalmente, que sea un eficiente de la cosa pública y no un agitador y demagogo sin sensatez y sin norte alguno.
Julio César Vásquez Higuera
Los peajes con cobro electrónico
SEÑOR DIRECTOR:
La implementación del pago electrónico en los peajes del país ha sido muy limitada. Se observa que la mayoría de los conductores hacen el pago en efectivo. También es notoria la ausencia de carriles exclusivos para el pago electrónico en la mayoría de los peajes. Excepción notable es el peaje de Los Andes, en la salida norte de Bogotá, con varios carriles exclusivos para dicho pago electrónico. Sin embargo, este beneficio se ve opacado por la ineficiencia del sistema de lectura de las calcomanías que tienen los códigos para el pago. En promedio, el sistema falla un 50 % de las veces que los vehículos pasan. Y no se debe a problemas de ubicación de las calcomanías, pues estas funcionan perfectamente en muchos otros peajes del país.
César Vásquez
La carrera 7.ª
SEÑOR DIRECTOR:
Se anuncia el cobro de multas a los vehículos particulares que invadan el carril de los buses en la carrera 7.ª. Al haberle quitado un carril para hacer una ciclorruta quedaron apenas 2 para que compartan buses, motos y automóviles y se generó un tramo que es sumamente crítico en el sentido norte-sur, y es aquel que va de la calle 106 a la 92, donde muchos vehículos toman la avenida circunvalar. Como la muela para los que cruzan es muy corta, se optó por permitir el giro utilizando también el carril contiguo, que es el del tráfico mixto, y en determinadas horas esta fila para voltear alcanza hasta la calle 100 y más. Si los vehículos que desean seguir hacia el sur por la carrera 7.ª no pueden ocupar momentáneamente el carril de los buses para adelantar hasta pasar el semáforo de la 92, se generará un perjuicio injustificado para muchos automovilistas.
Una de las más importantes vías de la capital, que atraviesa la ciudad de norte a sur con 3 carriles, uno exclusivo para buses, no debió tener nunca una ciclorruta en uno de ellos. Por último, como sugerencia, la ciclorruta entre la 106 y la 92 debería eliminarse o reubicarse. No solo se requiere ese espacio para aliviar el tráfico, sino que ese tramo está subutilizado.
Yosef Roitman