De acosos y deseos

La fantasía es un vacío a favor de la belleza y del deseo y se basa en lo incompleto.

Actualizado:
Qué deseamos ¿es la realidad o más bien fantasías que permiten sostener la realidad? El juego del deseo es diverso y complejo. Los humanos no solo vivimos de las necesidades sino de los deseos y ello no solo se aplica para la estructura psíquica, sino que abarca lo social y hasta a la economía: de una basada en satisfacer las necesidades pasamos a otra economía en el siglo XXI en la que se consumen deseos de belleza, juventud, futuro. Los estudios de imaginarios nacen, precisamente, relacionados con los deseos sociales, no apuntan tanto a lo que se necesita sino a lo que se desea, no buscan la verdad sino las percepciones de la gente.
(También le puede interesar: Tatuajes y grafitis)
La fantasía significa un recorte y por ello es quizá la base del erotismo. En el dicho coloquial de que al ver por sorpresa una parte intima de una mujer se dice “se le ve todo”, dejó ver más de lo permitido, y esto emociona, pero igual significa que en la realidad fantástica no debe mostrarse todo sino una parte, apenas para sugerir en el recorte. Varios ejemplos del cine y la literatura muestran ese desgarrón del amor a favor de la fantasía sobre la realidad como Romeo y Julieta o María, de Isaac, en las que la muerte de uno de los amanes que permite sobrevivir el amor en su máximo idealismo. En el filme sobre el amor de Kieslowsky un joven disfruta masturbándose espiando a una mujer desde la ventana, pero cuando esa dama se hace real y viene a buscarlo, el onanista pierde todo encanto, ¿qué significa? La fantasía es un vacío a favor de la belleza y del deseo y se basa en lo incompleto, como el misterio de la Venus del Nilo (también citada por S. Sízék) que no se resuelve encontrando su brazo perdido, pues esta falta misma constituye hoy su dimensión estética.
En los últimos días se han abierto perturbadoras discusiones contra docentes (los bien llamados depredadores) que han sobrepasado las fantasías cometiendo abusos contra victimas escolares. Han asumido su objeto de placer como algo posible y real configurándose la estructura de la perversión; eludir la barrera entre pensar o imaginar y actuar. El perverso sueña que no hay limites.
El arte y, por su puesto, el amor, la comida, el vestir y la moda o el turismo, son grandes manifestaciones de las fantasías. Pero también la política: un régimen que quisiera atender de la vida solo el reino de las necesidades irá al fracaso existencial y si sobrevive ofrecerá una vida ruinosa y aburrida. La faltará el alma del envoltorio.
ARMANDO SILVA
Ciudadesimaginadas@gmail.com

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Conforme a los criterios de

Saber más

¡Notamos que te gusta estar bien informado!

¡Notamos que te gusta

estar bien informado!

Para continuar leyendo, si ya eres suscriptor:

En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí