El acetaminofén solo debería emplearse en el embarazo por indicación médica y en las dosis más bajas durante el periodo más breve posible, según un estudio consensuado por expertos publicado en el último número de Nature Reviews Endocrinology.
Para el efecto, investigadores de varios centros académicos de Estados Unidos llevaron a cabo una revisión de estudios realizados en animales y células y análisis epidemiológicos relacionados con el uso de acetaminofén durante el embarazo publicados entre el 1 de enero de 1995 y el 25 de octubre de 2020.
Durante el estudio encontraron que la exposición a este producto en el periodo de gestación podría asociarse con resultados adversos neurológicos, urogenitales y reproductivos en hombres y mujeres. Los hallazgos epidemiológicos están respaldados por estudios experimentales que muestran efectos adversos en animales y modelos celulares.
David Kristensen, de la Universidad de Copenhague y colíder del análisis, dijo que los datos sugieren que más del 50 % de las mujeres de todo el mundo consumen durante el embarazo este medicamento que se compra sin prescripción médica para aliviar dolores leves y moderados y reducir la fiebre y que muchas de ellas no lo consideran un medicamento de verdad con potenciales efectos secundarios.
El experto consideró que es importante tener en cuenta que este fármaco está recomendado durante el embarazo por las agencias reguladoras, en contraste con otros medicamentos como el Ibuprofeno y no está contraindicado en el final del embarazo, tanto que se recomienda en cuadros de fiebre alta o dolor severo en mujeres embarazadas.
De ahí que los expertos proponen que las durante el embarazo reciban asesoramiento en las primeras fases de la gestación y no tomen acetaminofén a menos que esté indicado expresamente por un médico y hacen un llamado para que se minimicen estos riesgos el tomando la dosis más baja posible y por periodos muy cortos.
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