Tener problemas para conciliar el sueño es un padecimiento común y es por esto que las personas suelen recurrir a los somníferos.
Aunque son una solución efectiva, solo se debe recurrir a ellos si son recetados por un profesional de la salud, pues estos medicamentos pueden ser adictivos y quienes abusan de su uso pueden volverse fácilmente dependientes de ellos.
La adicción a los somníferos puede ser difícil de superar porque el organismo del consumidor depende de ellos para funcionar, como explican en un artículo del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Además de la dependencia, según la Clínica Cleveland, las pastillas para dormir pueden causar estreñimiento o diarrea, boca seca, dolores de cabeza, debilidad muscular, problemas digestivos.
A esto se le suma que pueden tener efectos secundarios muy fuertes, como problemas de memoria o concentración, somnolencia, debilidad muscular, comportamiento anormal y trastornos del sueño. También pueden afectar a la capacidad para conducir y, sobre todo en personas mayores o con problemas de salud, aumentar la probabilidad de caídas.
Para dejar de tomar somníferos se debe reducir gradualmente la dosis con la orientación de un médico, sumado al apoyo psicológico o terapéutico.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí