La
miel es un fluido viscoso producido por abejas del género Apis a partir del néctar de las flores o de la secreción de animales o plantas, y se caracteriza por tener un sabor dulce. Por ende, hace las veces de endulzante natural.
Explica el portal ‘Mejor con salud’ que la miel, al ser un componente completamente natural, es una alternativa mucho más saludable que el azúcar de mesa corriente, pues aporta otros nutrientes, como vitaminas, minerales y aminoácidos.
Además, se usa como cicatrizante, es antibacteriana y contiene antioxidantes, lo que hace que sea un compuesto con múltiples beneficios, a pesar de que contiene aproximadamente 80% de azúcares, que varían según el tipo de miel.
Según el portal ‘Buleo Miel’, existen muchos tipos de miel, pero se agrupan en tres grandes grupos en función del tiempo en que fue recogida, que son los siguientes:
- Primavera: Se recoge a finales de mayo.
- Principal: Se recoge entre junio y julio.
- Tardía: Se recoge entre agosto y septiembre.
Asimismo, se clasifica de acuerdo a su composición, de esta manera:
- Miel floral: se le dice así a la miel que viene de flores, y tiene dos subgrupos: monofloral, si procede del néctar de una única flor, y multifloral, si se forma a partir del néctar de muchas flores (como la miel de la montaña).
- Miel de mielada o de bosque: se le dice así a la miel que no procede del néctar de ninguna flor, sino de secreciones de plantas o animales que las ingieren de las flores.
Habiendo dicho eso, ‘Buleo Miel’ recuerda que existen decenas de tipos específicos de miel, dependiendo de la flor o animal de la que se extraen, y que algunas de las más comunes son la miel de romero, la de limón, la de azahar, la de montaña y la de eucalipto.
Cabe recordar, como nota final, que muchos llaman miel al jarabe de maple, pero este se produce extrayendo la savia del tronco de maple, por lo que no es considerado un tipo de miel.
ALEJANDRO VICTORIA TOBÓN
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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