Las posibilidades de que alguien reconozca hoy en día a la famosa actriz Shelley Duvall, son muy reducidas. Es irónico porque la intérprete de Wendy Torrance gozó de gran popularidad en la década de los años 80, después de su papel en ‘El Resplandor’. Sin embargo, esta gran obra de Stanley Kubrick no fue la mejor experiencia para ella.
La adaptación del libro de Stephen King dio mucho de qué hablar. Tras su estreno, la película de 1980 fue dentro de todo ignorada por el público. Al principio no fue tan exitosa como se esperaba.
Fue con el paso de los años que empezó a ser ampliamente aclamada por la crítica; tanto así, que hoy se considera de culto y además sigue siendo un referente para entender no solo lo que hay detrás de una producción audiovisual, sino para aprender todo lo que el cine puede explicar con sus imágenes, simbolismos y referencias.
Durante el rodaje el actor no sabía que estaría en una película de terror. Foto:Warner Bros. Pictures
Por otro lado, también hubo algunos aspectos que hicieron que la película y su director se popularizaran aún más. Después de su estreno, ese mismo año salió un pequeño documental de 35 minutos, titulado ‘Making The Shining’, en el cual se podía ver el detrás de escenas de la película. En su momento, una de las cosas que más destacaron los fanáticos y espectadores fue que muchas veces este se centraba en la actriz y su deteriorado estado de salud.
Años después, se conocería que quedó con serios problemas de salud mental gracias a los ataques de ansiedad que sufrió durante la grabación. Esto durante una dura entrevista del programa ‘Dr. Phil’, en donde incluso confesó que gracias al estrés de su personaje comenzó a padecer de alopecia.
Desde entonces se ha mantenido fuera del radar, evadiendo el mundo del entretenimiento. Sin embargo, hace unos días reapareció junto a una fanática en Twitter.
La imagen muestra cómo una chica sostiene un cartel firmado de la película musical ‘Popeye’, obra en la cual Shelley Duvall interpretó a Olivia Oyl. A su lado se encuentra la actriz sonriendo.
Se puede ver a la artista de 73 años sonriendo, sin uno de sus dientes frontales, mientras apoya la barbilla en su mano. Su cabello gris luce igual de corto que en sus primeros años de actuación, con la diferencia de que ahora es más delgado y menos abundante.
Los comienzos de Shelley Duvall
Nació en Fort Worth el 7 de julio de 1949. Sus padres, Bob y Bobbie Duvall, tuvieron durante su matrimonio cuatro hijos, siendo ella la menor. Su carrera comenzó con un pequeño papel en la comedia negra Brewster McCloud. La película de 1970 atrajo la atención de Robert Altman, quien luego la incluyó en otras seis obras más: McCabe & Mrs. Miller (1971), Ladrones como nosotros (1974), Nashville (1975), Buffalo Bill y los indios (1976), 3 mujeres (1977) y Popeye (1980).
En 1976, después de grabar con Altman, partió a Nueva York para interpretar a una reportera en Annie Hall de Woody Allen. Ciertamente, un papel pequeño, pero memorable, que la llevó a conocer al compositor y músico Paul Simon, con quien mantuvo una relación amorosa por dos años.
Para ese entonces su carrera y vida personal iba en ascenso. Estuvo nominada a varios premios y su nombre se volvía cada vez más conocido en los estudios de grabación. Fue entonces cuando volvió a trabajar con Altman en la película ‘3 mujeres’, que la llevaría a ganar un premio Cannes en 1977 y que la fichara ante los ojos de Kubrick para el papel de Wendy Torrence.
En ‘3 mujeres’ el personaje de Duvall -Millie- se ve obligada a dar a luz un bebé muerto, mientras que entre llantos y súplicas pide la ayuda de un médico. Al otro lado de la habitación, su amiga Pinkie la observaba con intriga, horror y a su vez hipnotizada por la impactante situación. Esto fue lo que atrajo la atención del director de ‘El Resplandor’, quien rápidamente buscó contratarla para el papel.
Cuando iba partiendo hacia Londres para el rodaje, la noche del primero de enero de 1979, Paul Simon rompió con ella antes de que subiera al avión. Llevaban juntos dos años, tenían una vida construida en Manhattan y a pesar de su distanciamiento, Duvall no se lo esperaba. Al parecer era porque había comenzado una relación amorosa con Carrie Fisher, la intérprete de Leia en La Guerra de las Galaxias (Star Wars).
Según lo que le contó 'The Hollywood Reporter', ese fue el comienzo del deterioro de su salud emocional.
Carrie Fisher y Paul Simon se casaron en 1983. Foto:Página oficial Star Wars.
La grabación con Kubrick duró 56 semanas. Trabajan entre 15 y 16 horas diarias, seis días a la semana. Además, la presión de repetir una toma 30 o 35 veces, en la cual debía correr, llorar o mostrarse histérica, hizo que su cuerpo y mente se fueran deteriorando.
Las exigencias del director con ella eran tan altas, que incluso en una parte del detrás de escenas, se ve en el piso, con una manta y el equipo de producción buscándole comida y agua. Sus ataques de ansiedad crecían conforme a la misma desesperación del personaje.
En la misma entrevista también habló de la famosa escena de las escaleras, en donde Jack Nicholson amenazaba con matarla. Esta se repitió 127 veces e incluso tiene el récord mundial por ser el mayor número de tomas grabadas sobre una misma secuencia.
Por otro lado, la “terapia de gritos primarios” a la que se sometió durante la grabación, le causó un inmenso tormento y angustia emocional, que de alguna manera resultó ser catártico, ya que cada vez que volvía a casa, se sentía a gusto. Era angustiante en el estudio, pero era una forma de apaciguar todo lo que sentía cuando volvía a ser ella.
Su nueva vida en Texas
Después de su relación amorosa con Paul Simon, Duvall conoció al músico Dan Gilroy, durante las grabaciones de la película de Disney ‘Mother Goose Rock 'n' Rhyme’.
Allí Gilroy era el coprotagonista, mientras que Shelley era la actriz principal y productora. Desde entonces comenzaron una relación amorosa que duraría hasta el día de hoy.
En 1994 ocurrió un fuerte terremoto en California, que destruyó la casa de los artistas. Allí, la protagonista de ‘El resplandor’ reflexionó sobre lo dura que estaba siendo su vida y el estado de su salud mental. Fue cuando decidió junto a su pareja partir a Blanco, Texas. Un pueblo no muy lejos de su ciudad natal.
'Manna From Heaven' de 2002 fue el último proyecto antes de alejarse definitivamente del mundo del espectáculo. Según lo que le dijo a 'The Hollywood Reporter', ya había tenido suficiente de esa industria, pues era desgastante y solo quería vivir en paz.
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