Los sensores de la Red de Vigilancia Espacial (SSN) global del Departamento de Defensa rastrean más de 27.000 piezas de desechos orbitales, o "basura espacial", según informa la Nasa.
“En el entorno espacial cercano a la Tierra existen muchos más desechos, demasiado pequeños para ser rastreados, pero lo suficientemente grandes como para amenazar los vuelos espaciales humanos y las misiones robóticas. Dado que tanto los escombros como la nave espacial viajan a velocidades extremadamente altas (aproximadamente 15,700 mph en órbita terrestre baja), un impacto de incluso una pequeña pieza de escombros orbitales con una nave espacial podría crear grandes problemas”, agregó la Nasa.
Los Estados serán responsables de las actividades espaciales nacionales, ya sean realizadas por entidades gubernamentales o no gubernamentales
Aunque es muy improbable que una pieza de desecho orbital o "basura espacial" caiga en su casa, hay normas internacionales que ordenan indemnizaciones por los daños causados.
El ‘Tratado sobre el espacio ultraterrestre’, de 1966, establece el marco básico sobre el espacio internacional e incluye los siguientes principios: “Los Estados serán responsables de las actividades espaciales nacionales, ya sean realizadas por entidades gubernamentales o no gubernamentales. Los Estados serán responsables de los daños causados por sus objetos espaciales; y los Estados evitarán la contaminación dañina del espacio y los cuerpos celestes”.
Además, el Convenio de las Naciones Unidas sobre Responsabilidad Internacional establece que “el Estado de lanzamiento será absolutamente responsable de pagar una indemnización por los daños causados por sus objetos espaciales en la superficie de la Tierra o de las aeronaves, y responsable de los daños debidos a sus fallas en el espacio”. El documento dicta los procedimientos para la resolución de reclamaciones por daños y perjuicios.
TENDENCIAS