Las mascotas, en algunos casos, pueden requerir de medicamentos para tratar diversas dolencias y enfermedades. Uno de los fármacos más utilizados en veterinaria para tratar dolor e inflamación es el meloxicam.
Si bien es cierto que su uso puede ser beneficioso para las mascotas, también existen ciertos riesgos y efectos secundarios a tener en cuenta antes de su istración.
De acuerdo con el portal 'Experto Animal', es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo que se usa en casos de dolor moderado a fuerte relacionado con problemas musculoesqueléticos.
Por lo general, se istra por un corto período de tiempo, como después de una cirugía de esterilización o en el preoperatorio, así como en el tratamiento de traumatismos y artritis en perros.
Su uso depende del criterio del veterinario, el meloxicam se considera una opción común para situaciones agudas y tratamientos de corta duración.
Recuerde que solo el veterinario puede recetar medicamentos y que nunca debe hacerlo por su cuenta. Foto:iStock
El meloxicam para perros viene en diferentes presentaciones que pueden ser istradas por el dueño en casa, siguiendo las indicaciones del veterinario.
La página 'Experto Animal' explica que el medicamento está disponible en forma de líquido espeso que puede ser dado directamente en la boca del animal o mezclado con su comida, así como en tabletas que son palatables y fáciles de istrar.
La dosis adecuada y la duración del tratamiento serán determinadas por el veterinario y en algunos casos, podrá istrar una inyección de meloxicam para perros.
Efectos secundarios
Aunque el meloxicam es generalmente seguro para perros si se sigue la dosificación adecuada prescrita por un veterinario, existe la posibilidad de que se produzcan efectos secundarios en algunos casos.
Uno de los efectos adversos más graves, según el portal especializado en mascotas, es el daño renal, que puede conducir al fallo renal agudo o crónico, por lo que no se recomienda su uso en perros deshidratados o hipotensos.
Otros efectos secundarios incluyen anorexia, vómitos, diarrea o letargo, que suelen desaparecer al suspender el tratamiento. Sin embargo, en casos raros, estos síntomas pueden ser graves o incluso mortales.
Recuerde actuar con rapidez y llevarlo al veterinario para que diagnostique la enfermedad y determine el tratamiento adecuado. Foto:iStock
La web especifica que el meloxicam no debe ser utilizado en perras gestantes o lactantes, ni en cachorros menores de seis semanas o con un peso inferior a 4 kg.
Los perros con enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o hemorrágicas también deben ser evaluados cuidadosamente antes de la istración de meloxicam.
Si se sospecha que el fármaco ha causado daño al perro, es fundamental informar al veterinario inmediatamente, especialmente en casos de afectación renal, donde la atención temprana puede ser crucial para mejorar el pronóstico.
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