El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a los 88 años, tras un periodo prolongado de fragilidad y complicaciones de salud que marcaron el tramo final de su pontificado.
Desde su elección en marzo de 2013, a la edad de 76 años, su salud fue motivo de atención constante para fieles y observadores del Vaticano, a la par de sus viajes pastorales e iniciativas reformistas. Pero las señales de un cuerpo vulnerable ya se remontaban a mucho antes de su liderazgo al frente de la Iglesia Católica.
La historia clínica de Jorge Mario Bergoglio comenzó con un episodio grave en su juventud. En 1957, a los 21 años, una infección respiratoria obligó a los médicos a extirparle parte de un pulmón. Años después, el propio pontífice relató que una enfermera le salvó la vida al duplicar por iniciativa propia la dosis de antibióticos que recibía. En ese tiempo, la escasez de fármacos obligaba con frecuencia a optar por tratamientos quirúrgicos para enfermedades pulmonares. Esta condición respiratoria fue una de las razones por las cuales muchos vaticanistas lo descartaron como posible papa antes del cónclave de 2013.
El papa Francisco murió este lunes a los 88 años. Foto:EFE
Durante su vida en Argentina, Bergoglio también afrontó diversos problemas de salud: fue tratado con acupuntura china por dolores de espalda, padeció de cálculos en la vesícula biliar y, en 2004, sufrió un episodio cardíaco leve causado por el estrechamiento temporal de una arteria.
Ya como pontífice, en 2019, se sometió en secreto a una cirugía de cataratas en la Clínica Pío XI de Roma, tras más de un año de especulaciones. Dos años más tarde, en enero de 2021, trascendió que Francisco seguía una dieta estricta para perder entre siete y ocho kilos debido a un persistente dolor de espalda ocasionado por el nervio ciático. También recibía fisioterapia con frecuencia.
En julio de 2021 fue hospitalizado durante diez días en el hospital Gemelli de Roma por un estrechamiento del intestino grueso. En esa oportunidad se le extirparon 33 centímetros de colon. Si bien la intervención fue exitosa, el papa confesó luego que su cuerpo no reaccionó bien a la anestesia general.
Un nuevo obstáculo en su salud surgió en mayo de 2022, cuando un problema en la rodilla derecha lo obligó a desplazarse por primera vez en silla de ruedas. A partir de entonces alternó su movilidad entre bastón, andador y la propia silla. “No creo que pueda seguir con el mismo ritmo de viajes que antes”, dijo en una entrevista, aunque ese límite no lo detuvo: siguió adelante con visitas apostólicas por todo el mundo, incluyendo destinos lejanos como el Congo, Sudán del Sur, Mongolia y, en septiembre de 2024, su viaje más extenso como papa: Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Singapur.
En diciembre de 2022, reveló en una entrevista que había firmado una carta de renuncia una década antes, en caso de que su salud le impidiera ejercer el cargo. “Yo la firmé y le dije: ‘En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen’", dijo. El documento fue entregado al entonces secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone. No obstante, su voluntad de seguir adelante siempre prevaleció.
El papa Francisco durante su saludo de Navidad. Foto:EFE
En enero de 2023, en conversación con la agencia Associated Press, Francisco confirmó que la diverticulosis —que había motivado su operación de colon en 2021— había reaparecido, aunque bajo control. Poco después, en marzo, volvió a ser hospitalizado tras presentar dolor en el pecho y dificultades respiratorias. Fue diagnosticado con bronquitis aguda y recibió tratamiento con antibióticos intravenosos.
Un nuevo ingreso hospitalario ocurrió en junio de ese mismo año. Fue intervenido quirúrgicamente para extirpar tejido cicatricial y reparar una hernia abdominal. Su cirujano, el doctor Sergio Alfieri, explicó que las cicatrices eran consecuencia de intervenciones previas, incluyendo la de 2021.
La salud del Papa en 2025
A principios de febrero de este año, Francisco experimentó un cuadro respiratorio grave que se prolongó durante más de una semana. En ese contexto, los médicos le diagnosticaron neumonía bilateral. “Las pruebas de laboratorio, la radiografía de tórax y las condiciones clínicas del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo”, indicó el Vaticano en ese momento. “Una tomografía computarizada de tórax mostró la aparición de neumonía bilateral que requiere más terapia farmacológica”, añadió el parte médico.
El 14 de febrero, pese a su delicado estado, mantuvo audiencias según lo previsto. Entre ellas, recibió al presidente de la cadena CNN, Mark Thompson. Según relató el corresponsal Christopher Lamb, el Papa se mostró mentalmente lúcido, pero con notorias dificultades para hablar debido a su afección respiratoria. Poco después fue ingresado nuevamente en el hospital Gemelli.
Las crisis respiratorias continuaron en las semanas siguientes. Aunque recibió el alta y pudo impartir su bendición pascual este domingo, el papa Francisco falleció este lunes, dejando atrás un pontificado marcado no solo por sus acciones pastorales y sus reformas, sino también por una prolongada lucha contra las limitaciones físicas que jamás menguaron su compromiso con la Iglesia.
A principios de 2025, Francisco pasó más de una semana con complicaciones respiratorias. Foto:AFP
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.
Las reformas a la iglesia que promovió el papa Francisco, antes de morir | El Tiempo
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