La gota es una enfermedad ocasionada por un exceso de ácido úrico en la sangre, que provoca la formación de unas sales que se depositan en las articulaciones y causan episodios de dolor intenso.
El ácido úrico es un producto de deshecho que se forma cuando el organismo descompone unas sustancias denominadas purinas, que se encuentran en algunos alimentos y bebidas.
El exceso de ácido úrico puede deberse a un aumento de la producción de esta sustancia, o bien a que los riñones no pueden eliminarlo de manera adecuada, lo que, de hecho, ocurre con mayor frecuencia, indica el Colegio Americano de Reumatología.
Esta afección y sus complicaciones se presentan con mayor frecuencia en hombres, mujeres posmenopáusicas y personas con enfermedad renal.
Está estrechamente relacionada con la obesidad, la hipertensión, la hiperlipidemia (colesterol y triglicéridos elevados) y la diabetes. Además, por sus factores genéticos, la gota tiende a ser un rasgo de algunas familias.
MALOS ALIMENTOS
El Colegio Americano de Reumatología señala que ciertos alimentos, como los mariscos y las carnes rojas, las bebidas y productos azucarados con un alto contenido en fructosa, el alcohol, y algunos medicamentos pueden elevar los niveles de ácido úrico.
Así, las personas con hiperuricemia deben seguir unas pautas de alimentación adecuadas. En este sentido, la doctora María Ahijón aconseja realizar entre tres y cinco comidas al día para evitar periodos prolongados de ayuno, ingerir agua en abundancia y llevar una dieta baja en purinas.
La reumatóloga recomienda disminuir el consumo de carnes rojas y vísceras, así como evitar las bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza, pues, según explica, aumentan los niveles de ácido úrico en la sangre.
La especialista precisa que, dentro de los alimentos proteicos, los huevos son los más pobres en purinas y aconseja elegir pollo o pavo antes que otras carnes.
“Algunos de los alimentos permitidos que no aumentan los niveles de ácido úrico son los productos integrales, los refrescos light, los aceites vegetales, el pescado azul, la leche y sus derivados, o las legumbres”, expone.
Siguiendo estas pautas, Ahijón recomienda un menú con desayuno, comida y cena para personas con hiperuricemia.
“El desayuno podría estar compuesto por un vaso de leche, aunque puede tomarse también café (pues se asocia a niveles menores de uricemia que el té) con pan o galletas integrales”, apunta.
Al medio día se puede elegir cualquier verdura o legumbre como primer plato, un pescado blanco, por ejemplo merluza, como segundo plato, y fruta de postre, indica.
“En la cena se podría tomar un caldo de verduras o de carnes no grasas con un filete de pollo o pavo a la plancha y un yogur o fruta”, aconseja.
La doctora manifiesta que unos niveles bajos de ácido úrico en la sangre, mantenidos de forma prolongada, tienen que ver con una desaparición de los tofos gotosos y con una disminución de los ataques de gota.
Además, “ante la posible relación entre la hiperuricemia y la enfermedad coronaria, se deben controlar otros factores de riesgo cardiovascular potencialmente modificables como son la obesidad o el tabaquismo y promover la práctica de ejercicio físico de forma regular”, destaca.
EFE/REPORTAJES