En este especial, en homenaje a quienes caminan en Bogotá, EL TIEMPO consultó con el Distrito la lista de acciones pendientes, revisó documentos que hablan de los beneficios de elegir una caminata en vez de un motor y conversó con Fernando Páez, de WRI (aliado de Bloomberg Philanthropies Initiative for Global Road Safety-Colombia); Martha Giraldo, de Fundapeatón, y Germán Sarmiento, activista urbano y creador del proyecto Cebras por la Vida, sobre los retos que hay.
1. Seguridad personal
“La seguridad es el factor que induce a la gente a tomar una u otra opción de movilidad, si hay calles seguras, hay ciudad caminable”, dice Germán Sarmiento, y agrega que, con más personas en la calle, se logra protección colectiva.
Aquí, Bogotá tiene un reto: según la Encuesta de Percepción de la CCB, sigue aumentando la percepción de inseguridad en la calle (creció 10 puntos entre 2019 y 2020) y en puentes peatonales (creció dos puntos). Además, una encuesta de Fundación Despacio evidenció que la inseguridad era uno de los temas que más preocupaban a peatones.
¿Qué le disgusta a los peatones?
Una encuesta de Despacio (2017) encontró que los mayores descontentos están en:
Andenes irregulares: 77,7 %
Percepción de inseguridad: 70,3 %
Contaminación: 58,7 %
Actitud de los conductores: 57,1 %
Andenes con anchos insuficientes: 56,88 %
Presencia de motos en andenes: 56 %
Mala iluminación: 54,5 %
2. Seguridad vial
El 48 % de las víctimas fatales de siniestros viales en los últimos nueve años fueron peatones. En 2019, se vio que los actores viales más involucrados en siniestros con peatones eran las motos (40,1 %). Ese año, también se evidenció que el 45 % de los peatones fallecidos eran mayores de 60 años. Los expertos indican que hay que disminuir las condiciones de inseguridad vial. Una medida que se ha adoptado es la de disminuir la velocidad máxima a 50 km/h en vías principales; otra ha apostado por proyectos de urbanismo táctico que pacifiquen las vías.
Peatones que fueron víctimas fatales
2017: 272
2018: 245
2019: 236
2020: 131
Peatones que fueron lesionados-hospitalizados
2017: 372
2018: 248
2019: 400
2020: -
Peatones que fueron lesionados
2017: 3.434
2018: 3.865
2019: 3.366
2020: 1.991
3. Visión de género
Que el 61,5 % de los viajes peatonales los hagan mujeres marca la necesidad de ver el asunto desde el género.
Según
Me Muevo Segura, estudio publicado desde la Secretaría de la Mujer en una alianza con TUMI, la GIZ, CAF y Safetipin, hay datos que alertan que la mujer no se siente del todo cómoda en el espacio público.
De las mujeres que se mueven a pie, el 28,1 % perciben sensaciones desagradables y el 30,9 %, sensaciones preocupantes.
Esto implica, por una parte, garantizar viajes seguros de cuidado, que involucran también a niños, mayores y personas en discapacidad. Por otra, apunta a prestar atención a factores como el acoso y la noche: dos condicionantes que no permiten que ellas vivan la ciudad de manera digna.
Hay que dar iluminación de calidad
De acuerdo a Me Muevo Segura, tres de cada cuatro mujeres en Bogotá consideran que la noche es peligrosa.
Sin embargo, el mismo estudio, que hizo un análisis desde la variable 'iluminación', encontró que 20,4 % de las encuestadas manifestaban que la calidad de iluminación les generaba tranquilidad.
4. Diseño y obras
“Cada vez más dentro de la planeación y los proyectos de desarrolladores hay requisitos de espacio público”, reconoce Fernando Páez, de WRI, pero advierte que un buen diseño peatonal debe cumplir con otros factores: “Debe haber fluidez en la infraestructura para conectarlos con otros medios de movilidad, se debe propiciar la autonomía y debe haber pasos seguros, con consideración de la gente con discapacidad”.
En el diseño también son claves los elementos que permitan el control de la velocidad, sobre todo en zonas residenciales o escolares.
5. Proteger el espacio
Pero de poco sirve tener espectaculares andenes, parques y espacios públicos si su protección no se garantiza.
“Un ejemplo es la 7.ª peatonal, tendría que haber sido el mejor espacio público de Bogotá y termina convertido en lo que es hoy. Lo triste es que queda como precedente”, alerta Germán Sarmiento, e indica que “hay retrocesos en la invasión de andenes, pero no es exclusivo de esta istración. Debe haber un ejercicio de control, pedagogía y comunicación”.
6. Optimizar el viaje
“Una ciudad caminable invita a que se les preste atención a los detalles”, dice Germán Sarmiento, e indica que, además de los espacios peatonales óptimos, se deben vincular en el diseño aspectos como los semáforos bien ubicados y con lapsos que no olviden al peatón. A su vez, Páez advierte sobre la importancia de la señalización y de la iluminación. De otro lado, la Nacto ha desarrollado guías que también invitan a diseñar espacios no solo para caminar, sino para descansar y permanecer en las calles.
7. Reducir brechas
Fernando Páez reconoce que Bogotá ha crecido de manera distinta, dispersa y desconectada, y que de ahí surge una inequidad que se extiende a la calidad del espacio público. Localidades como Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Kennedy, Bosa y Usme están por debajo del promedio de metros cuadrados de espacio público por persona. Lo preocupante es que haya esas condiciones en el sur aunque son esas zonas las que más porcentaje de viajes a pie tienen (ver gráfico).
Germán Sarmiento indica que el Distrito debe priorizar acciones a partir de datos que arrojen puntos críticos por intervenir.
8. Una ciudad para todos
Distintos sectores coinciden en que si una ciudad es pensada a escala humana y con garantías a los peatones, es segura para todos. “Si usted diseña bien la ciudad para el peatón, diseña una buena ciudad para todos los actores viales. Una ciudad caminable es más vivible, turísticamente se vuelve más atractiva, también es una ciudad más sociable. “Pensar en el peatón es obligarnos a pensar en los actores más frágiles de la sociedad”, dice Germán Sarmiento.
9. Reactivación económica
El documento ‘Foot Traf-fic Ahead’ expone que el urbanismo caminable es también un muy buen negocio. En palabras de ITDP, “muestra que las áreas urbanas transitables tienen mejores resultados económicos que aquellas con gran tránsito vehicular. (...) Las seis áreas urbanas más transitables de Estados Unidos tienen un PIB per cápita 52 % mayor que el de las siete áreas peor clasificadas”.
10. Salud pública
Apostar por los peatones es apostar por la salud pública. Un estudio publicado en la revista de The Obesity Society indica que los barrios caminables pueden asociarse con pequeñas reducciones del índice de masa corporal en su población; y otro estudio publicado en Environment International, citando el caso de las supermanzanas en Barcelona, indica que con ese modelo de planeación en pro de las personas podría prevenir 700 muertes prematuras cada año.
ANA PUENTES