La troncal de la 68 se entregará por tramos entre 2024 y 2026

La troncal de la avenida 68, alimentadora de la primera línea del metro, es uno de los proyectos de movilidad más ambiciosos que se realizan en Bogotá, no solo por su costo –de alrededor de 2,6 billones de pesos–, sino por sus metas físicas.

Las obras empezaron en febrero de 2021 y estarían finalizando entre 2024 y 2026. La entrega será por tramos. Con corte al 31 de mayo, el avance está entre 16 y 20 por ciento y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) espera llegar al 30 por ciento a finales de este año.

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Esta megaobra conecta a 10 localidades de la ciudad: Engativá, Fontibón, Kennedy, Tunjuelito, Puente Aranda, Teusaquillo, Barrios Unidos, Suba, Usaquén y Chapinero; además, será uno de los trayectos más largos con circulación del sistema de TransMilenio y reducirá hasta en un 50 por ciento los tiempos de desplazamiento.

Según datos de la Secretaría de Movilidad, en un día típico circulan 134.340 vehículos sobre la avenida 68, a la altura de la calle 26, entre las 5 a. m. y las 11 p. m.

La construcción de esta infraestructura está dividida en nueve grupos de obra. Según el IDU, las metas físicas incluyen una vía de 17 km, 21 estaciones de TransMilenio, 13,93 km de ciclorruta y 13 ciclo parqueaderos, 13 puentes peatonales, siete vehiculares y ocho deprimidos, y 542.000 metros cuadrados de espacio público. Además, esperan que, una vez la obra esté finalizada, más de 1’193.484 personas se vean beneficiadas.

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Aunque los trabajos en los nueve grupos de obra empezaron al mismo tiempo, cada tramo tiene un porcentaje de avance distinto. Hasta el momento, las más adelantadas son las del cuatro, que va de la calle 13 a la avenida La Esperanza (19 %), y las del cinco, que va desde la avenida La Esperanza hasta la calle 46 (17,12 %). Esta última incluye la rehabilitación del puente vehicular de la avenida El Dorado.

De acuerdo con el cronograma, las obras del grupo cinco deben estar finalizadas en febrero de 2024, es decir, dentro de 21 meses. Y un año después, las de los tramos dos (con un avance de 11,14 %), tres (7,72 %), seis (3,51 %) y nueve (13, 18 %) deben estar terminadas. Por su parte, los tramos uno (4,9 %), siete (2,62 %) y ocho (4,50 %) estarían listos entre febrero y abril de 2026.

Según la entidad, este mes (junio) quedará listo el puente peatonal del tramo ocho, que permitirá la conexión entre la nueva estación de la avenida 68 con carrera 19 con la de la calle 100 de la autopista Norte. Y la próxima semana se iniciará el pilotaje para la construcción de un puente en la carrera 67 para los buses de TransMilenio (BRT), que permite la accesibilidad a los sectores de Los Andes y La Floresta.

De acuerdo con Diego Sánchez, director del IDU, la obra del grupo tres, donde se construye el deprimido de la avenida de las Américas, con un sistema de contención de tablestaca metálica, es una de las más complejas. También lo son la rehabilitación del puente del costado oriental de la avenida 68 con calle 26, en el grupo cinco, y el deprimido que conectará la calle 100 con la avenida Suba, en el grupo ocho.

Otra gran obra en la troncal es la construcción de un nuevo puente en la autopista Sur, a la altura del sector de Venecia. En ese punto es donde nacen la 68 y la NQS. La estructura actual debe ser demolida. Según Sánchez, solo están a la espera del plan de manejo de tráfico que expide Secretaría Distrital de Movilidad, para luego empezar la obra. Allí, se contemplan la construcción de tres estructuras de aproximadamente 512 metros de longitud y 20 metros de ancho cada una.

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En el informe de tráfico global 2021 del Instituto Inrix, Bogotá ocupó el octavo puesto entre las ciudades donde más horas se pierden en los trancones, y las obras que se están desarrollando –hay 500 frentes activos– impactan la movilidad.

Y si bien esta vía era congestionada, ahora, con más de 18 frentes de trabajo, lo es aún más, no solo entre semana, sino también sábados y domingos.

Jhon Bastidas, experto en movilidad, de la Universidad Manuela Beltrán, explicó que las obras en la avenida 68, desde la autopista Sur, pasando por la calle 100, hasta la carrera 11, claramente afectan la movilidad de la ciudadanía debido a que es una de sus principales arterias viales, y que la reducción de los carriles y los contraflujos tienen diferentes repercusiones para las personas que se movilizan por el corredor.

“Es cierto que todo el mundo desea que las vías mejoren, que haya una mejor infraestructura vial en la ciudad, pero definitivamente estas construcciones generan unos impactos para todos, entre ellos, la disminución de la velocidad media que se produce a través de la reducción de los carriles que hay destinados para la movilización en cada uno de los sentidos”, aseguró Bastidas.

Patricia Urbina, residente de un conjunto cerca de las obras, afirmó que los trancones son absurdamente desesperantes y que trayectos que realizaba entre 5 y 10 minutos, ahora le toman 30 o 45 minutos, debido a que los cuatro carriles que van de norte a sur, desde la calle 98, se vuelven uno y eso genera los eternos atascos que llegan hasta la avenida Suba.

“Si uno se acerca a pie a la avenida 68 y les pregunta a los trabajadores sobre la duración de las obras, algunos responden sarcásticamente que ‘solo 5 años’. Y es aquí cuando uno aprende a respirar profundo y a colmarse de paciencia, para afrontar la encantadora remodelación de nuestra amada Bogotá”, expresó Urbina.

Por casos como el de esta ciudadana, el experto en movilidad manifestó que todos los actores viales no solo deben llenarse de un poco de paciencia, sino también aportar para disminuir el trancón en este corredor clave para la ciudad. Sugirió tomar vías alternas, compartir el vehículo o usar otros medios, como la bicicleta, el transporte público o, incluso, la patineta.

LOREN VALBUENA

REDACCIÓN BOGOTÁ

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