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Crecen los tentáculos del negocio criminal de los ‘pinchallantas’ en Bogotá
A pesar de las denuncias, las investigaciones no prosperan. La calle 80 es un caso crítico.
Los casos de delincuentes que se lucran de pinchar llantas adrede en las calles ya no son casos aislados; en cambio, las principales víctimas, los ciudadanos, están tan azotados por estas bandas organizadas que incluso les han hecho seguimientos con la esperanza de que las autoridades y la Fiscalía General de la Naciónalguna vez aborden esta problemática con la seriedad que se merece.
Un ciudadano, quien prefirió ocultar su identidad, realizó un sondeo entre varios residentes de Subachoque que han caído en la trampas sobre la calle 80, en donde opera una de las bandas que tiene azotados a los conductores que transitan por este corredor vial y en ambos sentidos.
De 130 respuestas, el 63 por ciento de víctimas dijo haber sido atacadas de occidente a oriente, entrando a Bogotá y el 36,2 por ciento de oriente a occidente, saliendo de la capital.
También pudo comprobar que había unas rutas específicas donde estaban colocando los artefactos para destruir los neumáticos: Titán Plaza - Portal de la 80 (26 %), Los Héroes-Home Center (21%) , Portal 80- Ciudadela Colsubsidio (20 %), Portal 80- puente de Guadua (15 %) y saliendo de Bogotá (3 %).Entrando a Bogotá, el 55 % de estos casos se concentra en la avenida Boyacá hacia el oriente y saliendo el 68 por ciento de los casos se concentraron entre Titán Plaza y la Ciudadela Colsubsidio.
El mayor número de casos se presentó de lunes a jueves (50,8 %), el sábado (24,6 %), el domingo (13,8 %) y el viernes (10,8 %).
En un grupo de Facebook de ‘Wheels’, estudiantes de los Andes publican denuncias acompañadas de fotos como esta. Foto:
¦“Eso quiere decir que el sábado en el día con mayor ocurrencia de incidentes. Por otro lado, los incidentes ocurren en un 56,2 % entre las 12 y las 6 p. m., un 37 % entre las 7 y las 12 p. m. y los otros después de las 6 p. m.”.
Finalmente, se pudo deducir que el 82,9 % de los automotores afectados corresponde a camionetas y el 17,1 %, a automóviles.
Aunque este delito se está cometiendo prácticamente en todas las localidades de la capital, la recurrencia en la calle 80 es un caso crítico. Casi todo el día se conoce de un caso diferente.
“Hay una banda que está operando en la calle 80 con carrera 65 en el sentido occidente-oriente. Perfilan generalmente adultos mayores y mujeres solas, en vehículos de media y alta gama”, dijo Ana Saavedra.
Señala que suelen pinchar las llantas en el semáforo ubicado antes del puente de la calle 80, sobre la avenida 68, usando los llamados pitos. “Eso lo hacen utilizando personas que se movilizan en bicicletas o motos. Luego recomiendan un sitio para el arreglo y en ocasiones, al llegar al lugar, les pinchan hasta las cuatro llantas y les cobran a las víctimas sumas millonarias”.
La mafia de los pinchadores desde motos...estos en la calle 80...los montallantas del sector muy probablemente son de un solo dueño que organiza la actividad delincuencial. La Policía puede y debe investigar. Cuando van a "despinchar", destrozan las llantas y le sacan millones a… pic.twitter.com/zMEesOeJY0
Los delincuentes dejan estos elementos en calles cercanas a los talleres donde brindan una supuesta ayuda, que en realidad es una estafa. Foto:Hugo Parra
Esta ciudadana dice que hace más de dos años están allí haciendo de las suyas y aunque la alcaldía de Barrios Unidos, junto con la policía de la Estación de San Fernando, les ha sellado en más de cuatro ocasiones, vuelven a abrir y siguen estafando a las personas.
“La idea de esta denuncia es que muchas personas se enteren de la situación y en caso de sufrir un pinchazo en su vehículo, la recomendación es no aceptar ayuda de extraños, sino llamar la aseguradora. Es muy importante tener en cuenta que esta modalidad se está presentando en varias vías”.
Otro ciudadano, cansado de caer en estas trampas, en la calle 80 con avenida 68, en el costado occidente-oriente, denunció incluso los negocios que cree están relacionados con el delito. “Bajando el puente, enfrente de la estación de TransMilenio de la carrera 47, hay unos negocios de montallantas. Si usted pasa por ahí, va a ver siempre caminando a un hombre de unos 35 años con uniforme negro, de cabello pelirrojo natural y de tez blanca pero muy quemado por el sol. Esta persona siempre se ve ‘auxiliando’ a las camionetas pinchadas”.
Y es que este ciudadano fue víctima el 3 de enero de 2023, a eso de las 4: 30 de la tarde. Él iba con su mamá en una camioneta Volkswagen T-cross cuando, de repente, se pincharon. El carro les avisó de una pérdida de presión en un neumático trasero. No tuvieron otra opción que orillarse en el puente y quedar justo en frente de varios negocios de servicios mecánicos y montallantas.
“Inmediatamente llegó un señor de nombre Fabián que ya nos estaba mirando. Ni siquiera esperó a que me bajara. Con una manguera que tenía lista empezó a poner aire a la llanta. Cuando me bajé alcancé a ver que efectivamente el rin estaba sobre el piso. Mi mamá le dijo a él que colocara la llanta de repuesto y el señor dijo que era una llanta muy pequeña y que era mejor desmontar la que estaba”.
Pero luego se dieron cuenta de todo. El empleado le hizo algún tipo de rayón a la llanta con una tiza con la que marcaba supuestamente unos huequitos que tenía la llanta. “Terminó poniéndole seis parches, cada uno de 65.000 pesos y tuvimos que pagar un total de 390.000 pesos y el descarado nos dijo que tenía todos los medios de pago si no teníamos efectivo”.
Hoy sienten miedo de pasar por la zona y ver al hombre pelirrojo que hace lo mismo con otros ciudadanos. “Cuento esta historia para alertar a otras personas. Los cobros no bajan de $ 400.000. Son unos ladrones que están al acecho”.
Tienen muchas estrategias, pero la más novedosa en la actualidad es que luego de poner los dispositivos metálicos y filudos en puntos específicos, mandan a un ‘ángel’ que arriba como por arte de magia a auxiliar a los angustiados conductores.
Otra víctima de estas verdaderas bandas identificó los elementos que usan para pinchar los vehículos. Clemencia fue víctima en la calle 80 con carrera 53. “Colocan en la calle un pequeño tubo metálico con la punta cortada en diagonal. Es del tamaño de un pitillo. Cuando este entra en la llanta, la desinfla inmediatamente, el aire sale por el hueco del tubo”.
Y otra vez narra la asistencia mágica que llega al lugar. Aparecen cuatro muchachos ofreciendo despinchar. “Suelen estar sentados en el sardinel de la mitad de la calle 80 esperando a su próxima víctima. Una vez el carro queda con la llanta totalmente pinchada no hay otra opción que parar y ahí le caen al conductor”.
Varios afectados cuentan que el delito no termina en el asfalto, sino que en los negocios cómplices los delincuentes hacen lo propio. Juan Pablo Céspedes contó que, en un montallantas, ubicado en la avenida Boyacá con calle 77, le desmontaron un neumático y le dijeron que se lo arreglaban por 120.000 pesos. “Le dije que no, que solamente me colocara la llanta de repuesto, pero insistían. Mientras la sacaba, uno de los sujetos me dijo: ‘Mire, esta otra llanta está bajita’. Me di cuenta de que con una tiza empezó a marcarla. Esta tenía una cuchilla y así es como rayan toda la llanta”.
En los múltiples informes que ha reportado EL TIEMPO sobre estas bandas siempre le ha preguntado a la Fiscalía en qué van las investigaciones, pero nunca ha obtenido información del avance de las mismas.