Sobre las 7 de la noche, la Policía Metropolitana de Bogotá confirmó la muerte de dos niños de 4 y 7 años en el sector de Las Ferias, en la localidad de Engativá. Según los reportes preliminares, un hombre de aproximadamente 31 años sería el responsable del atroz asesinato.
En el barrio, una turba enfurecida de vecinos rodeaba el cerco de seguridad que la Policía estableció en la casa verde de dos pisos donde los niños fueron asesinados. “¡Déjenlo salir, déjenlo salir!", gritaban al unísono, esperando que los uniformados soltaran al hombre sospechoso del doble homicidio para hacer justicia por mano propia.
Aunque los hechos son materia de investigación, este medio pudo establecer que el hombre capturado fue identificado como Darwin Felipe Beltrán, padre de los menores y con anotaciones judiciales por hurto, receptación y violencia intrafamiliar. De hecho, las autoridades investigan si tenía una orden de captura vigente.
Reportes preliminares también indican que el señalado padecía trastornos mentales y, según los testimonios de vecinos a EL TIEMPO, los hechos ocurrieron luego de que Beltrán sostuviera una acalorada discusión con la madre de los menores.
Según este mismo relato, el hombre habría incumplido una cita de control médico psiquiátrico programada horas antes de los hechos. A esto se suma que, según los vecinos más allegados, tampoco habría tomado los medicamentos prescritos, lo que pudo haber desencadenado los comportamientos que terminaron en el crimen de los hermanos.
El asesinato de los menores ocurrió casi en presencia de los vecinos. "Los gritos desesperados de los niños” fueron los que hicieron que varios transeúntes se agolparan frente a la casa para ver qué estaba pasando. Dentro del predio, al parecer, el hombre intentó golpear a su esposa. No obstante, la mujer, en un acto de supervivencia, logró huir de la habitación, dejando al hombre encerrado con los pequeños.
En ese momento, el hombre entró en un estado de agresividad tal que arremetió contra sus hijos, propinándoles varios golpes contundentes y, al parecer, heridas con arma blanca. Algunos vecinos que atestiguaron los hechos señalaron que el hombre abrió las cortinas para que todos vieran lo que estaba sucediendo.
Rápidamente, la comunidad, en un intento por salvar a los niños, trató de irrumpir en la vivienda; sin embargo, fue demasiado tarde. El hombre fue sacado de la casa y estuvo a punto de ser linchado por la multitud.
Una llamada de emergencia al 123 activó las alertas de las autoridades por un presunto caso de riña. Al llegar las patrullas, los uniformados tuvieron que proteger al hombre, herido por los golpes de la comunidad. El padre de los menores fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicarán pruebas de toxicología. Posteriormente, será remitido a la URI de Puente Aranda.
Jonathan Toro Romero
Redacción Bogotá
EL TIEMPO