¿Bogotá podría ser la ciudad más desigual del mundo, como lo afirmó el presidente Gustavo Petro? Hablan expertos

¿Bogotá es la ciudad más desigual del mundo? Esa fue la premisa que puso sobre la mesa el presidente Gustavo Petro durante su discurso en el primer Encuentro de Economía Popular y Solidaria Talante, después de que se publicaran los resultados del Dane sobre la desigualdad en las urbes colombianas durante 2023.

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“Siendo la sociedad colombiana la más desigual del mundo, ha resultado que Bogotá es la ciudad más desigual de Colombia. Estamos en una situación de la que nos deberíamos avergonzar. Puede ser, aquí no me atrevo a afirmarlo porque no tengo los números, los listados, que la ciudad de Bogotá sea la más desigual del mundo”, fueron las palabras del mandatario, el pasado viernes 19 de julio.

Por otro lado, según el más reciente informe del Dane con respecto al coeficiente de Gini, que es el índice con el que se mide la desigualdad, Bogotá se ubicó en 0,530 puntos, el puntaje más alto del país. Cabe resaltar que esta medición oscila entre 0 y 1, donde 0 es total igualdad y 1, total desigualdad.

El índice de Colombia fue de 0,546 en el 2023. Según indicó el secretario de Integración Social, Roberto Angulo, en entrevista con EL TIEMPO, el puntaje nacional es superior al de Bogotá debido a que tiene en cuenta tanto a los habitantes que viven en la ruralidad, como a quienes viven en las ciudades.

Y entonces, ¿por qué Bogotá aparece cómo la ciudad con mayor desigualdad? El funcionario explicó que esto puede suceder por dos razones: los impactos de la pandemia y la variedad de población con la que cuenta Bogotá.

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“Cuando nosotros vimos los datos de pobreza durante la pandemia, observamos que en pobreza monetaria las grandes ciudades fueron las que más tuvieron impactos y con el índice de pobreza multidimensional lo fueron las zonas rurales. El impacto que tuvo la pandemia en la crisis social de las grandes ciudades fue por el canal del mercado laboral”, afirmó.

Pero a este problema se suma que Bogotá, como en la mayoría de las grandes ciudades del mundo, es “atractora de población de todo tipo”, por lo que alberga tanto a ciudadanos en condición de vulnerabilidad, como por ejemplo los migrantes, como también a las personas de más altos ingresos del país.

“Bogotá cuenta con una gran ventaja frente al resto del país, pues tiene el PIB per cápita más alto de todos los dominios geográficos. Sin embargo, al concentrar más personas que cualquier otra ciudad en Colombia, enfrenta varios retos relacionados con la desigualdad”, indicó ProBogotá.

Con respecto a la afirmación del Presidente, Angulo dijo que no existe “un ranking comparable a escala ciudad de un indicador de desigualdad”, pues generalmente se estudia por países y lo hace el Banco Mundial o la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas), la cual homogeniza la metodología de ingreso de cada nación.

“La disponibilidad de datos comparables sería más en el entorno de América Latina. Ahí también hay ciudades que tienen índices de desigualdad altos. Evidentemente, Colombia y Bogotá tienen una alta desigualdad en el contexto internacional”, indicó el secretario.

En esto coincidió Bogotá Cómo Vamos (BCV), organización que le explicó a este diario que, según datos de la Cepal, otras urbes, como Santiago, en Chile; Sao Paulo, en Brasil o Lima, en Perú, han tenido históricamente mayores niveles de desigualdad de ingresos entre sus habitantes que las demás ciudades de sus respectivos países.

Es importante recordar que el coeficiente de Gini lo que hace es analizar la desigualdad en el ingreso corriente de los hogares, pero no tiene en cuenta otros factores, como la igualdad de oportunidades. “La desigualdad por lo general es un concepto complejo que no se puede atrapar con un solo indicador”, indicó Angulo.

Además, los expertos coincidieron en que el coeficiente de Gini se mueve muy lentamente y ,por lo general, Bogotá se ha caracterizado por tener la puntuación más alta. Incluso, en el 2015, el último año de la alcaldía de Gustavo Petro, la capital se catalogó como la más desigual de Colombia, aunque con un puntaje menor al que se registra actualmente, pues fue de 0,497.

“Históricamente, Bogotá ha tenido un Gini alto, porque entre otras cosas la gente más rica del país vive en la ciudad, también porque Bogotá genera más riqueza que otras ciudades y, a su vez, recibe población migrante y desplazada de todo el país”, indicó Omar Oróstegui, director del laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana.

La desigualdad ha estado influenciada, además, por la cantidad de personas que cayeron en la pobreza extrema durante la pandemia. No obstante, las cifras han mostrado una recuperación en los últimos años.

“En 2023, la pobreza extrema en Bogotá se redujo del 8,1 % al 5,5 %, es decir, aproximadamente 201.000 personas salieron de esta condición. Esto representa una disminución de 31% ”, indicó Daniel Gómez, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y istrativas de la Universidad de La Sabana.

ProBogotá resaltó que una de las ventajas de la capital es que concentra una fracción muy significativa de la base productiva e industrial del país, así como de los empleados formales y pequeños y medianos empresarios. Por esta razón, Bogotá es la ciudad donde los trabajadores ganan más en promedio.

Mientras que el ingreso promedio por persona de los hogares colombianos es de 1’064.986 pesos mensuales, en la capital este ingreso casi se duplica, alcanzando los $1’935.816, lo cual es positivo.

“Bogotá se convierte en epicentro de las oportunidades económicas y de empleo, lo que la hace un polo de atracción y crecimiento para personas provenientes de todas partes del país y también a nivel internacional que buscan una mejor calidad de vida”, afirmó Probotá.

El mercado laboral, para el secretario de Integración Social, también es el motor para que muchas familias salgan de la pobreza, si este se complementa con las ayudas estatales.

Agregó que en este momento, para reducir la pobreza extrema, desde el Distrito están priorizando las ayudas y la generación de oportunidades para los jóvenes, la población cuidadora y las mujeres, pues, según los datos de pobreza monetaria en 2023, ellas continúan presentando mayores niveles de pobreza (24,51 %) que los hombres (22,86 %).

“No podemos seguir pensando que la pobreza solo se reduce principalmente por las transferencias. Las defendemos, las rediseñamos, estamos monitoreándolas todo el tiempo, pero somos conscientes que deben ser un complemento al crecimiento del ingreso medio de los hogares por la vía del crecimiento económico. No las podemos ver como sustitutos”, aseguró.

LAURA VALENTINA MERCADO 

REDACCIÓN BOGOTÁ