En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Investigación
Exclusivo suscriptores
Mansión Chicó: las graves normas que se violaban en la casa sellada en Bogotá por fiestas ilegales con menores de edad
Autoridades encontraron aproximadamente 160 menores de edad, presuntamente, consumiendo licor y sustancias psicoactivas.
Esta mansión está ubicada en el barrio Chicó de la localidad de Usaquén. Foto: Archivo particular
Convocatorias multitudinarias en una inmensa casona ubicada en la localidad de Usaquén, denominada la ‘Mansión Chicó’, en la carrera 14 No. 101-82, colmó la paciencia de los residentes de los barrios Santa Paula y Chicó.
La ocupación de las vías con vehículos de alta gama, los altos niveles de ruido, los desórdenes en el espacio público, las peleas, las vulgaridades que se escuchan y lo más grave, la entrada de menores de edad y que estos hayan sido, presuntamente, víctimas de delitos es lo que tiene más preocupados a los residentes del sector y a las autoridades.
Consumo de drogas y licor en la manción Chicó. Foto:Archivo particular
Esta es una pesadilla que se presenta cada fin de semana, pues en el lugar se pueden congregar hasta 400 personas que son convocadas a través de redes sociales como Facebook, Instagram y X. “No existen motivos para festejar, simplemente es viernes y queremos fiesta hasta el amanecer. Te invitamos a farrear en esta fiesta sin precedentes, donde nuestra única intención es que pases un viernes inolvidable. Esta es una casa estilo mansión, adaptada para ser un de las pistas de baile más locas de Bogotá, escuchando buena música sin pagar exagerado ni aguantar guardias furiosos que te saquen a las 2:45 de la mañana. Aquí es hasta las 6”. Con este tipo de publicidades atraen a sus clientes, muchos menores de edad, pues los precios distan de los de otros sitios de la misma actividad, son mucho más económicos.
Otras piezas publicitarias compartidas por los denunciantes ofrecen el lugar como dirigido a un segmento social de ejecutivos de alto nivel y hasta les ofrecen acompañamientos de modelos de “excelente perfil, belleza y cultura”, pero los aparentes organizadores de los eventos dicen en sus redes que es falsa publicidad.
Según los residentes afectados, las fiestas pueden comenzar a eso de las 10 de la noche y finalizar el día siguiente, incluso rondando el mediodía. Hay videos en los que se visualizan las peleas que se forman a la salida del lugar.
Los vecinos captaron incluso a personas consumiendo licor y drogas en las terrazas del lugar e incluso escapando por las ventanas de la casona sin que existiera ningún tipo de control y exponiéndose a sufrir un accidente.
Y otra vez vuelve a ocurrir lo mismo de siempre, los dueños de ese tipo de establecimientos utilizan la razón social de sindicatos para evadir su responsabilidad ante las autoridades distritales.
La situación es tan grave que incluso el concejal de Bogotá David Saavedra se apersonó de la situación y compartió videos en los que incluso, se ve a una mujer pidiendo auxilio mientras decía que a su pareja la estaba golpeando dentro del recinto y él le decía, tendido en el piso, que llamara a la Policía. Y así, la misma escena se repetía, sobre todo, los viernes y los sábados.
Los vecinos también captaron a personas consumiendo licor y drogas en las terrazas del lugar e incluso escapando por las ventanas de la casona sin que existiera ningún tipo de control y exponiéndose a sufrir un accidente.
Los vecinos llaman todo el tiempo a la Policía. Foto:Archivo particular
Por eso, los mismos residentes de la zona grabaron videos desde los edificios aledaños para denunciar ante las autoridades el ruido inclemente y todas las irregularidades. “La denuncia de los vecinos llegó a nuestro despacho y de inmediato dispusimos de un equipo de territorio para que acompañen las intervenciones de las autoridades y escuchen a los vecinos afectados”, dijo Saavedra.
Las reclamaciones son tan graves que el cabildante dijo que incluso, algunas personas que se han atrevido a denunciar, han sido insultadas y golpeadas. Más grave se torna la situación teniendo en cuenta que durante algunos operativos se encontraron armas blancas, licor, drogas y presencia de menores edad.
“Frente a los ojos de todos, estas fiestas clandestinas, son focos de ilegalidad, ruido excesivo, riñas, bloqueos en las vías por las decenas de carros parqueados en los alrededores, expendio de drogas y caos”, señaló Saavedra.
¿Qué acciones se tomaron ante las quejas?
Las autoridades distritales sellando el lugar. Foto:Alcaldía de Bogotá
El día viernes 14 de junio se le realizó la suspensión temporal a esta casona por incumplir la medida correctiva de suspensión temporal de la actividad por el término de tres meses.
Según lo pudo comprobar EL TIEMPO, este lugar tenía otras dos órdenes de comparendo. La primera fue el seis de enero de 2024 por violar las normas que controlan los niveles de ruido en la capital.
En el exterior del establecimiento, madres y padres de los menores solicitaban su apertura, ya que la actividad se desarrollaba a puerta cerrada
El segundo se les impuso el día 9 de junio de 2024 por no tener la documentación requerida para ejercer su actividad económica por diez días. Fue por esta razón que la Secretaría de Gobierno de Bogotá informó que se llevó a cabo una intervención de Inspección, Vigilancia y Control (IVC) en ‘La Mansión del Chicó’.
Esta operación, coordinada entre la Policía Nacional, la Alcaldía Local de Usaquén y la Secretaría Distrital de Gobierno, encontró aproximadamente 160 niñas y niños menores de edad presuntamente consumiendo licor y sustancias psicoactivas.
En el exterior del establecimiento, madres y padres de los menores solicitaban su apertura, ya que la actividad se desarrollaba a puerta cerrada. “Tras la apertura de la puerta y la solicitud de asistencia de los bomberos, los y las menores de edad fueron entregados a sus familiares y se procedió a suspender la actividad económica del inmueble”.
Filas en la salida del establecimiento. Foto:Archivo particular
Tras la apertura de la puerta y la solicitud de asistencia de los bomberos, los y las menores de edad fueron entregados a sus familiares y se procedió a suspender la actividad económica del inmueble
Se constató que se trataba de una fiesta ilegal, sin permisos ni documentación conforme a lo establecido en el artículo 87 de la Ley 1801. Como medida correctiva, se impuso una suspensión de la actividad económica por tres meses, según el artículo 196 de la Ley 1801, debido a la reincidencia y el incumplimiento de una medida de suspensión anterior, fechada el 8 de junio.
La pregunta es: ¿por qué, ante tantas pruebas de lo que ocurre allí hace tantos años, este lugar sigue funcionando de manera clandestina e incumpliendo a simple vista toda la normatividad existente desde hace años?
EL TIEMPO ó a la persona que se presenta en redes como a de los eventos que se realizan en el lugar, pero, hasta el momento, solo dijo que se comunicaría con su abogado para decidir si se pronuncia o no sobre el tema.
Otros casos similares en Bogotá
Bar denunciado por esconderse tras la figura de sindicato. Foto:Archivo particular
El año pasado, un total de 21 jóvenes fueron robados en el Bar Wasa Wasa, que se camuflaba bajo la razón social de un sindicato llamado ASINCAL para que la Policía no lo pudiera sellar cuando hacían fiestas clandestinas. Eso denunciaron las víctimas y algunos residentes del sector.
Este lugar estaba ubicado en la avenida Caracas No. 40-47. Quien puso la denuncia en una madre de familia. Su hija fue una de las víctimas de un robo masivo.
Todo ocurrió el viernes 17 de febrero de 2023, cuando un grupo de jóvenes universitarios fueron a celebrar el cumpleaños de una compañera de estudio. “Entre ellos estaba mi hija que, además, es menor de edad”.
Ella no sabe cómo llegaron hasta este establecimiento, pues estudiaban lejos del lugar. Lo cierto es que allí les pidieron 10.000 pesos para entrar y 10.000 más para guardar las maletas en un locker. “Ellos no podían entrar si no pagaban por este servicio", contó la mujer.
Cuando se terminó la fiesta y fueron a reclamar sus pertenencias, se las habían robado todas. Las autoridades fueron alertadas de forma inmediata. “Cuando mi hija me llamó, angustiada, y luego, yo llego al establecimiento, había dos policías. Me dijeron que no podían hacer nada porque ese predio pertenece o es la sede de un sindicato y que, desde que funcionaba, hace más de ocho años, no habían podido hacer nada. Que ni la Alcaldía, ni la Policía, habían logrado sellarlo”.