Más de la mitad de los niños que viajan en el asiento de atrás de los carros no usa protección: este es el alarmante panorama

La problemática se agudiza en menores de 5 años, pues las defunciones por esta causa ocupan el segundo lugar entre las causas de muerte no comunicable, resalta un estudio de Dejusticia que será publicado en los próximos meses y al cual EL TIEMPO tuvo .

En este estudio se agrega que la siniestralidad vial en menores de edad acumulada entre 2018 y 2023 tiene una distribución mayoritariamente homogénea en todo el territorio nacional. No obstante, departamentos como Antioquia (con 163 casos), Valle del Cauca (con 85) y Cundinamarca (con 70 siniestros fatales) tienen las cifras más altas del país.

Según el Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2023 fallecieron 541 menores de edad en siniestros viales. La cifra hasta abril de 2024, según datos preliminares, ya se ubica en 168 fallecidos.

El saldo de las víctimas fatales va en aumento si se comparan los años 2022 y 2023. De 23 personas entre 0 y 15 años que resultaron muertas en siniestros viales mientras se movilizaban en vehículos particulares se pasó a 39, según datos del mismo observatorio.

En cuanto a los lesionados para el mismo grupo de edad que se movilizaban en carros particulares, la cifra fue de 236 en 2022 y de 227 en 2023. No obstante, la misma ANSV precisa que estos corresponden únicamente a los valorados por el Instituto Nacional de Medicina Legal. Por lo que la suma puede ser mayor.

Pese a las alarmantes cifras, hoy en Colombia siguen sin ser obligatorios los Sistemas de Retención Infantil (SRI) o las llamadas sillas seguras y por cuarta vez el Congreso intenta legislar sobre el asunto. Cursa en esta legislatura el Proyecto de Ley 206 de 2024 que pretende que estas sean obligatorias para menores de 12 años que midan menos de 1,50 metros.

Juan Carlos Ovalle, director de investigación de Cesvi Colombia, resalta que, según mediciones de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), el uso de sillas infantiles de retención vehicular reduce en un 75 % las muertes por siniestros y en un 90 % las lesiones que pueden sufrir niñas y niños en un siniestro vial.

Así mismo, el American Journal of Public Health publicó un estudio en 2009 que afirma que los Sistemas de Retención Infantil reducen en un 73 % las lesiones graves en bebés y en un 76 % las de menores de 12 años en caso de un choque.

Una de las organizaciones que apoya la iniciativa legislativa que busca que sean obligatorias las sillas seguras es Red PaPaz, para la cual es urgente que el país tome medidas que salven la vida de los menores de edad en las vías, toda vez que no pueden decidir por su cuenta el medio y la manera como se transportan.

“Las sillas de retención han demostrado ser efectivas en la protección de la vida de niñas, niños y adolescentes que viajan en carros particulares. Alzamos la voz para que Colombia cuente con una regulación que haga obligatorio que los menores de 12 años que midan menos de 150 cm viajen en Sistemas de Retención Infantil”, expresa Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de Red PaPaz.

El problema se hace más evidente al conocer cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial sobre el escaso uso de los SRI en el país.

Tal como se cita en el estudio de Dejusticia, apenas el 9,5 % de los conductores de auto hace uso de los Sistemas de Retención Infantil para los menores de dos años. Del total de menores que viajan en el asiento de atrás del vehículo, el 50,57 % lo hace sin ningún tipo de retención.

Vale la pena resaltar que los elementos de seguridad de un carro están diseñados para personas que midan más de 150 cm de altura. Ante ello, la vulnerabilidad del menor es inminente.

Mathias Silva Recalde, gerente de capacitación de la Fundación Gonzalo Rodríguez (en Uruguay), expone algunos casos relacionados con el uso de los sistemas de retención infantil y el impacto que podría recibir el menor de edad ante un posible choque.

Primero imagine que una niña o niño viaja en el carro sobre una silla de retención y no tiene puesto el arnés interno de la misma. Este caso sería igual a que estuviera sentado sobre el vehículo sin ningún sistema de protección infantil.

Silva Recalde explica que como cualquier otro objeto suelto dentro del carro, si hay un impacto, saldría disparado con la misma velocidad que tuviese el auto hasta que otro objeto lo detenga.

“Si el auto va a 80 kilómetros y el niño va suelto, este seguiría la misma velocidad hasta que alguien o algo lo detenga y eso se va a multiplicar por el peso que tiene”, precisa.

Ahora imagine que el carro choca y el menor no iba en una silla de retención sino sobre el asiento trasero del vehículo con el cinturón puesto. Al no tener la altura necesaria para este sistema de protección, Silva señala que el impacto podría ocasionar lesiones en zonas blandas como cara, cuello y abdomen.

“Puede ser que el cinturón no lo retenga y salga disparado y choque con el parabrisas u otro ocupante del carro. Habría cabida para otro tipo de lesión”, apunta el gerente de capacitación de la Fundación Gonzalo Rodríguez.

Otro caso, y que suele ser recurrente, es que a menudo los papás sienten que su hijo va más seguro si lo llevan sobre sus piernas. Pero si lo ubica sobre sus piernas y cruza el cinturón de seguridad por arriba del menor, Silva detalla que de haber un choque habría riesgo de aplastamiento.

“El cinturón hace la fuerza de retención del cuerpo de la persona, pero el cuerpo de la persona va a querer ser disparado y se va a retener, así que podría darse un aplastamiento de la niña o niño que esté en la mitad. En realidad, son dos fuerzas que se encuentran: el cuerpo que quiere salir y el cinturón que quiere retener”, explica Silva Recalde.

El experto detalla que el solo uso de la silla no salva vidas. Hay que tener
en cuenta cuatro pasos para no equivocarse. El primero es la selección del SRI, que dependerá del anclaje, la altura y peso del menor. El segundo es la orientación de la silla.

El tercero, la ubicación dentro del carro, que ante un posible siniestro será más seguro que vaya en el centro y sea protegido de los golpes laterales al vehículo. Y el cuarto paso es la instalación, que dependerá del tipo de carro.

Según la normatividad de la ONU, se establecen diferentes grupos de edad para determinar las características de la silla. No obstante, vale resaltar que más allá de la edad, lo crucial es la altura y peso del menor para determinar el mejor sistema.

Tal como se muestra en la infografía, los grupos hasta los 13 kilogramos deberían usar la silla mirando hacia atrás, ya que “el desarrollo óseo no está preparado para mirar hacia al frente, la cabeza pesa más en relación al cuerpo y por más que esté sujeto el bebé, ante una frenada puede sufrir un látigo cervical o lesiones en la columna”, apunta Silva.

Otra aclaración es que hay diferentes grupos que coinciden en el peso. Por ejemplo, el grupo 1 abarca desde los 9 kilogramos y el 0+ llega hasta los 13 kilogramos. "La diferencia radica en el sentido de orientación de la silla. Según la Sociedad Americana de Pediatría, antes de los 2 años nunca debería mirar hacia adelante”, refiere el gerente de capacitación de la Fundación Gonzalo Rodríguez.

Silva recuerda que hoy en el mercado existen sillas multigrupos que abarcan las diferentes etapas de crecimiento. Sin embargo, advierte que hay que ser cuidadosos para cambiar de grupo antes del tiempo que sea necesario para cada niña y niño.

Además, recuerda que estos sistemas tienen fecha de vencimiento y no se recomienda el uso de segunda mano ni seguir usando la misma silla infantil tras un siniestro vial.
En cuanto a los sistemas de instalación, se pueden anclar a la carrocería del vehículo a través de un sistema Isofix (bajo norma europea) o Latch (bajo norma americana) o a través del sistema de seguridad propio de cada vehículo.

El director de investigación de Cesvi Colombia (que es un centro de experimentación y seguridad vial enfocado en la industria automotriz) recuerda que el uso de los sistemas Latch o Isofix garantiza un mejor anclaje del SRI al vehículo, dado a que son más fáciles de instalar el sistema de retención infantil con el cinturón de seguridad.

No obstante, Silva señala que esto dependerá del tipo de auto, ya que algunos no tienen ese sistema de anclaje y toca hacerlo con el propio cinturón del vehículo.

El panorama regulatorio sobre el uso de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) sigue siendo escaso en Colombia, pese a que en el Congreso se han radicado, al menos, cuatro proyectos de ley que buscan que el uso obligatorio de las sillas seguras para niñas y niños sea una realidad.

Los dos primeros proyectos no tuvieron éxito. El tercero se hundió el pasado miércoles, en la Plenaria de Cámara y el cuarto está a punto de ser archivado si no se cita el primer debate antes de que se termine la legislatura el 20 de junio.

Según información de las bases de datos del Congreso, para el periodo legislativo 2021-2022 fueron presentadas dos iniciativas relacionadas con los SRI en la Cámara.

La primera fue radicada por el exrepresentante Rodrigo Rojas Lara (Partido Liberal) y la segunda por la hoy senadora Norma Hurtado Sánchez (Partido de la U). Ambos proyectos sólo alcanzaron la aprobación en el primer debate y después fueron archivados.

En cuanto al proyecto de ley 233 de 2023, que pretendía mejorar la seguridad vial en el país y, entre otros aspectos, también se refería al uso de los SRI, se hundió el pasado miércoles en su último debate en la plenaria de la Cámara tras los 73 votos a favor de una proposición de archivo.

Esta iniciativa que buscaba una solución ante la cifra elevada de muertos en siniestros viales no fue aprobada, según congresistas, por favorecer al clan Torres. Tras su paso por el Senado fueron agregados otros artículos que favorecerían con recaudos a una empresa relacionada con la familia.

Así, los representantes a la Cámara votaron por el archivo y nuevamente quedó el vacío de los otros aspectos de seguridad vial que sí atendía el proyecto.

Paralelamente, hay otra iniciativa en curso que busca que el uso de los Sistemas de Retención Infantil sean obligatorios. Se trata del proyecto de ley 206 de 2023 o Ley Sillas Seguras, que de no tener el primero de los cuatro debates que se requieren antes del 20 de junio también terminaría siendo archivado. Por lo que la senadora Soledad Tamayo, ponente de la iniciativa, hizo un llamado.

“Debe ser debatido y ser prioridad. Históricamente se radica y no se cumple. En principio, el objeto de establecer obligatorio el uso de los SRI es una responsabilidad del Estado y la sociedad debe preservar la vida de los niños que viajan en vehículos automotores. Recordemos que en 2023 fallecieron 901 menores de edad por siniestros viales, una cifra que debería llamarnos la atención”, expresó la senadora del Partido Conservador.

La senadora expuso que hay proyectos de ley que llevan ocho meses en plenaria y aún no han sido debatidos. “Por un lado están las prioridades del Gobierno Nacional con sus reformas y, por otro, proyectos concentrados en otras iniciativas”, detalló la congresista.

La iniciativa, que busca que sea obligatorio el uso de Sistemas de Retención Infantil para menores de 12 años que midan menos de 150 cm e impone multas de 8 Salarios Mínimos Diarios Legales Vigentes (SMDLV), surgió tras mesas de trabajo con diferentes organizaciones de la sociedad civil como Red PaPaz, Despacio, Ciudad Humana y Conduce 50 vive al 100, quienes aclaman por su urgencia y destacan que el proyecto cumple con lo recomendado por la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

También desde la academia apoyan la Ley Sillas Seguras y señalaron que hay “falta de voluntad” del Congreso para legislar sobre este tema.

Iván Serrano, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, cuestionó que proyectos de ley como el que elimina la inmovilización de motos haya podido ser aprobado y la Ley Sillas Seguras aún no cuente con un primer debate.

“Proyectos que ofrecen una solución real como el de la obligatoriedad del uso de los SRI tardan en ser aprobados en el Congreso; mientras que iniciativas más populares y que no tienen sustento técnico no tienen dificultades”, refutó el experto.

El profesor de la Universidad de La Sabana recalcó que la movilidad y seguridad vial es un asunto de planificación estatal y de decisiones políticas. “El sentido común no funciona como solución y pocos congresistas están dispuestos a asumir los costos de una medida correcta por no ser popular”, criticó Serrano.

Hoy no existe en el país una regulación hacia el uso de los SRI. Según explicó Dejusticia, el Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002) sólo contempla que los menores de 10 años no pueden viajar en el asiento delantero y restringe el uso de los SRI para menores de 2 años cuando

viajan solamente con el conductor. Sin embargo, Dejusticia agrega que se requiere una reglamentación por parte del Ministerio de Transporte, a través de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), la cual aún no ha avanzado.

Paralelamente, mientras siguen las ‘trabas’ en el Congreso, tampoco se cuenta con la reglamentación que la ANSV debe realizar para la implementación del Plan Nacional de Seguridad Vial 2022-2031, que presentó el Ministerio de Transporte hace 2 años.

“Esta, que debería ser la hoja de ruta para construir una política pública y una regulación adecuada en materia de seguridad vial, contiene diferentes elementos de este sistema seguro. Una de sus metas es lograr que Colombia se adhiere a estándares internacionales sobre seguridad vial de SRI. A pesar de lo anterior, ANSV no ha logrado la reglamentación de estos dispositivos”, advirtió Dejusticia en el estudio ‘Cruce Seguro: Sistemas de Retención Infantil y Derechos Humanos en la Lucha contra la Siniestralidad Vial en Colombia’, que será publicado en los próximo meses y al cual EL TIEMPO tuvo .

Por lo que el mismo Proyecto de Ley 206 de 2023 otorga 2 años para la reglamentación por parte del Ministerio de Transporte y de la ANSV y un año más, tras este primer paso, para la sensibilización de la medida por parte de la Agencia.

Por su parte, la ANSV indicó que para la aplicación de los reglamentos técnicos y teniendo en cuenta que por primera vez adoptarán requisitos internacionales y la evaluación del cumplimiento de estos, “la entrada en vigencia de algunos de estos fue prorrogada”.

En lo que ha avanzado es en la construcción del estudio de Análisis de Impacto Normativo (AIN) de los Sistemas de Retención Infantil, el cual fue enviado al Ministerio de Transporte para su revisión y continuar con el trámite de expedición en febrero de 2022.

Tras 2 años de espera, la entidad afirmó que después de realizar los ajustes de los reglamentos técnicos será el Mintransporte el que continúe con el trámite de expedición, que prevén se realice en el año en curso.

JENNYFER SOLANO
​ESPECIAL PARA EL TIEMPO
​*#NadieNaceParaMorirEnLaVía