La nueva ruta de los carros de mula en Barranquilla

‘El señor del gas’ es como recuerdan en el barrio Las Malvinas a Antonio Bolívar. Fue el hombre que durante décadas recorrió las calles destapadas y hasta los últimos recovecos de este sector del suroccidente de Barranquilla con sus vehículos de tracción animal, también llamados carros de mula en todo el Caribe colombiano.

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Ofrecía gas, que en ese entonces se usaba en las estufas domésticas y mechones artesanales para alumbrar cuando se iba la energía eléctrica.

Fue el primero, hace casi medio siglo, en andar por Las Malvinas con este tipo de vehículo que también fueron necesarios para mudanzas, transporte de materiales, traer mercados y hasta darles paseos por el barrio a los niños.

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“En el barrio lo recuerdan porque era el hombre del transporte. Tuvo caballos, yeguas, mulas y burros. Siempre manejó carro de mula y con esos nos crío”, cuenta Gisella, una de las hijas de Bolívar, quien murió hace cuatro años, a los 89 años de edad.

‘Panchito Salvador’ fue el último burro que compró y con el que anduvo hasta 79 años, cuando las enfermedades y fuerzas ya se lo impidieron.

El carro de mula quedó en manos de su hijo mayor, Simón Bolívar, de 63 años, quien siguió trabajando en jornadas de hasta 12 horas para conseguir el sustento de la familia.

Tras años de vivir de lo producido por los vehículos de tracción animal, Simón Bolívar decidió dejar descansar a ‘Panchito Salvador’ e ingresar al programa al Plan Integral de Sustitución de Vehículos de Tracción Animal (VTA) del distrito, que busca promover la reconversión laboral a través de la sustitución del oficio del conductor por una nueva unidad de negocio con base en sus necesidades e intereses, y a la vez garantizar el bienestar de los animales que eran usados en esta actividad.

“Tenemos un equipo preparado para capacitarlos, brindarles acompañamiento en esta transición para sacar adelante el negocio que quieran y sea rentable para la familia completa”, expresó el alcalde Jaime Pumarejo.

Como Simón Bolívar hay otros 107 exconductores de vehículos de tracción animal que dejaron las inclemencias de la calle para crear emprendimientos que les han traído una mejor calidad de vida, además de darles el descanso a los animales que significaron compañía y sustento.

Además de los insumos o materiales para la creación de unidades productivas, el plan de negocios por cinco millones contempla atención psicosocial, talleres para el desarrollo de habilidades emprendedoras y educación financiera.

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“Entregamos al burro y ellos nos apoyaron con el montaje de una heladería, que desde el 7 de diciembre está en funcionamiento. En un día bueno nos deja ganancias de 110 mil pesos”, cuenta Gisella, quien atiende el negocio que pudieron montar gracias a la entrega del burro.

Con su heladería, los Bolívar son ahora parte de los emprendedores que mejoraron sus condiciones laborales. Como ellos, otros beneficiados han optado por otros modelos de negocio como ferreterías (24 %), tiendas (21 %), alquiler de lavadoras (14 %) y pescaderías (9 %), mientras que el 31 % de los beneficiarios optaron por el montaje de puestos de comida rápida, misceláneas y organizadores de banquetes.

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Los barrios impactados incluyen las cinco localidades como Evaristo Sourdis, El Bosque, Las Malvinas, La Playa y Rebolo, donde ahora funcionan nuevos negocios istrados por emprendedores que mejoraron significativamente sus condiciones laborales.

Desde que se inició este proceso, con la realización del censo de conductores de vehículos de tracción animal, en 2013, se acumulan 435 sustituciones efectivas. Al cierre del año pasado se completaron 108 sustituciones efectivas, superando la meta de las 100 que estaban inicialmente contempladas. En el 2022 se proyectan realizar 200 sustituciones.

La meta de esta istración es completar este mismo proceso con todos los registrados en el censo distrital, para así decretar la prohibición total para que rija a partir de 2024.

Los animalitos que eran usados para este oficio son dados en adopción. Las secretarías de Tránsito y de Gobierno, en alianza con fundaciones animalistas, han liderado este proceso al que ya se han postulado más de 400 ciudadanos a través del formulario en línea.

Los caballos, yeguas, burros y mulas del programa ya disfrutan de un retiro digno en Barranquilla y municipios como Sabanalarga, Tubará, Baranoa y Polonuevo.

Allí debe estar ‘Panchito Salvador’, pasando sus últimos días, alejado de las calles y el tráfico de Barranquilla por donde alguna vez anduvo Antonio y su hijo Simón, luchando por la vida.

Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla

@leoher69

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